El banco de pruebas que constituye una temporada del Gran Circo ha tenido este año un invitado de excepción que ha robado protagonismo a las propias pruebas de los equipos: el cockpit estilo ‘halo’. La FIA ha decidido probarlo en el Ferrari que han conducido Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen durante los test y parece que no ha logrado convencer al mundo del motor.
Quizá una de las voces con más influencia por lo dramático de su situación es la de Philippe Bianchi, el padre del malogrado piloto de Marussia, Jules Bianchi. A pesar de que considera que “es un gran paso adelante en términos de seguridad”, cree que “en casos de desprendimiento de trozos pequeños, al igual que a Felipe Massa y a Justin Wilson”, no les protegería como debiera: “No termina de resolver el problema […]. Para Jules, no habría cambiado nada […], creo que la evolución del HANS para absorber mejor una gran desaceleración por un impacto duro podría ayudar”. Philippe Bianchi apostilla que “estéticamente es bastante malo” y se pregunta el grado de visión que resta a los pilotos.
Lewis Hamilton centra sus críticas en que la implantación del ‘halo’ tal cual es su concepción actual sería desvirtuar el espíritu de la Fórmula 1: “Aprecio la búsqueda de la seguridad, pero esto es Fórmula 1 y como está ahora está perfectamente bien”. En el mismo sentido, se ha expresado Nico Hülkenberg, quien, directamente, califica el ‘halo’ como “horrible”.
El patrón de Red Bull, Christian Horner, también ha expresado su disconformidad: "Entiendo que la seguridad del piloto es de suma importancia, pero yo soy un purista de las carreras; el cockpit ha estado abierto durante 60 años y no hay peligro asociado a eso […]. El concepto ‘halo’ no habría servido en el accidente de Felipe Massa y, por desgracia, no habría ayudado a Jules Bianchi”. En la búsqueda de mayor seguridad, la escudería austríaca pronto probará su propia concepción para una protección extra del piloto.
A pesar de las críticas por la hipotética falta de visibilidad, Sebastian Vettel confirma que esta es “un poco limitada en la parte delantera”, aunque, a la hora del pilotaje, la diferencia fue “sorprendentemente poca”.