Siguen pasando los días y, tanto la FIA como los equipos, siguen sin encontrar una solución al problema de la clasificación. El nuevo formato de clasificación de este año no salió nada bien, hasta el punto de que nada más terminar la primera clasificación de la temporada, en Australia, ya se quiso dejar a un lado. Lo peor que tiene el nuevo sistema de calificación es que minutos antes de que se termine la clasificación ya está todo decidido. Tanto es así que, quedando minutos para que esta se acabe, los pilotos se bajan de sus coches.

Todo el mundo busca la decisión adecuada que corrija el rumbo del Gran Circo, pero no es fácil. El problema es que todos no están totalmente de acuerdo en un sistema de calificación concreto, sino que cada uno opta por uno. Sobre ello ha hablado el jefe de la Scudería Ferrari, Maurizio Arrivabene, quien admite que Ferrari no se mostrará en contra de ninguna decisión. "El veto es una herramienta muy poderosa y no se va a usar en esta situación. Los equipos tienen que demostrar su unión", comentaba los medios de comunicación.

El problema radica en que, como bien se ha comentado antes, un nuevo sistema de calificación solo se aplicaría si todos los equipos se muestran a favor un sistema de clasificación determinado. No obstante, Arrivabene piensa que no tienen por qué estar de acuerdo todos los equipos para que se tome una decisión determinada. "Vamos a hacer un análisis detallado, si es posible hacer algunos ajustes y estoy seguro de que vamos a ser capaces de tomar una decisión que se adapte a todos", añadía el italiano.

Se cree que la mayoría de jefes de equipo quieren volver al sistema de clasificación de 2015, pero Toto Wolff, jefe de Mercedes, ha dicho en una entrevista a MTV que no está "seguro de nada". Para Wolff todo esto pasa por un cambio. "Necesitamos cambiar. No podemos quedarnos en la posición en la que estamos ahora. Eso no puede aceptarse", finalizaba.

Realmente, lo que la F1 necesita es volver a ser como antes, volver a sus tiempos de gloria. Por ello, tanto pilotos, como Fernando Alonso, como aficionados coinciden en que el mejor sistema de calificación posible es el de una clasificación a una vuelta.