Adami ha ofrecido una visión más técnica de cómo será el Gran Premio de China basándose en las características del Circuito Internacional de Shanghái. La combinación entre curvas rápidas y lentas unidas a las largas rectas son las que hacen que la puesta a punto de los monoplazas se encuentre a medio camino entre asegurar la velocidad en línea recta y el agarre en las curvas.

"Tendremos un desafío con el set-up del coche porque tenemos largas rectas y curvas lentas y rápidas también, así que intentaremos solucionar esos aspectos en pista. Shanghái es un circuito con una forma especial. Donde, por ejemplo, tenemos la primera curva donde se frena lateralmente, así que tendremos que comprometer la frenada para estabilizar más el coche", comentó el italiano.

Un dato destacable de este circuito es que posee la recta más larga a la que se van a enfrentar los pilotos durante esta temporada, casi un kilómetro de largo entre las curvas 13 y 14 que obligan a acelerar al máximo para luego frenar. Este es un ejemplo de los cambios de velocidad que ofrece el trazado y que les complican la vida a los ingenieros según ha dicho Adami.

Circuito Internacional de Shanghái
Circuito Internacional de Shanghái

"Este tipo de pista hace la vida de un ingeniero difícil, pero por suerte China no es un circuito demasiado exigente con los frenos. Además, este año tendremos un tercer compuesto de neumáticos y entonces será más importante analizar y entender el comportamiento de las gomas en un lugar donde la climatología siempre es impredecible", señaló.

Por lo tanto, otra complicación que se suma a las que ya tienen, es la imposibilidad de prever a ciencia cierta las condiciones meteorológicas que se darán durante la carrera ya que lo normal en China es que se den distintas temperaturas y condiciones a lo largo del fin de semana. Ahora solo queda esperar para ver si Vettel y su equipo aciertan con el set-up y logran rodar hacia el podio el próximo domingo.