Buen inicio del Gran Premio de China para Carlos Sainz. El madrileño que ha finalizado la primera sesión en séptima plaza y la segunda en la octava, en una cita donde los compuestos parecen sufrir bastante y los equipos tendrán que romperse la cabeza para saber que estrategia es la correcta de cara a la carrera y sobre todo adaptar bien el monoplaza.

El piloto de la escuderia Toro Rosso ha considerado que ha sido un inicio bastante tranquilo, donde los problemas en el monoplaza han dado una tregua y no han tenido ningún inconveniente para completar el planing de trabajo establecido. Por otro lado, las banderas rojas provocadas por pinchazos en los primeros libres, ha hecho que tengan un poco más de trabajo en la segunda sesión: "Hoy ha sido otro viernes tranquilo para nosotros. No hemos tenido problemas con el coche, por lo que hemos podido completar nuestro programa. Los Libres 1 fueron una sesión bastante interrumpida por las banderas rojas, pero los Libres 2 han estado muy bien, termino el día contento".

El compañero de equipo de Max Verstappen, recalca que será una cita bastante complicada para todo el paddock, pero que tiene muchas ganas de seguir evolucionando en el Gran Premio, donde la sesión de clasificación jugará un papel fundamental, ya que se recupera el mismo sistema de clasificación de 2015. A todo esto, habrá que estar pendientes al cielo, donde la lluvia podría hacer acto de presencia, donde tendrán que estar pendientes los pilotos a las reacciones de los monoplazas y los técnicos tendrán que trabajar rápidamente para solventar los posibles problemas que puede traer la lluvia: "Creo que será un Gran Premio complicado para todo el mundo, tengo ganas de afrontar el resto del fin de semana, especialmente la clasificación, que regresa al formato antiguo".