Los Red Bull han vuelto y Ricciardo lo sabe. El australiano ha completado un gran fin de semana a los mandos de su monoplaza y tras la segunda plaza en la clasificación en el domingo cruzó la meta en cuarto puesto. Daniel lideraba la carrera hasta que un reventón le ha obligado a remontar desde atrás. La lectura positiva es que pese a todos los problemas tan sólo ha terminado a seis segundos de los puestos de podio.
Ricciardo: "Sin el pinchazo, hoy hubiera terminado segundo"
Daniel Ricciardo se ha consagrado como piloto tras su magnífica actuación en el Gran Premio de China. El piloto australiano ha conseguido adelantar a Nico Rosberg en la salida y liderar la carrera durante cuatro vueltas, pero un pinchazo en la rueda trasera izquierda le ha obligado a remontar desde la 17º posición. El Red Bull ha demostrado que es un coche muy competitivo y que posee uno de los mejores chasis de toda la parrilla de la Fórmula 1 2016. El pupilo de Christian Horner sigue a la espera de la famosa mejora del motor y espera que este sea un punto de inflexión de cara al final de la temporada.
Sus sensaciones fueron confusas al término de la carrera: "Me siento realmente enfadado, pero al mismo tiempo muy feliz porque he hecho lo que he podido". Ha sido un domingo complejo para el piloto de Red Bull que tuvo que remontar muchas posiciones: "Ha salido todo bien de cara a la primera curva y luego hemos tenido el pinchazo, pero después de la resalida estábamos 17º y luego hemos remontado hasta la cuarta posición".
A raíz de las especulaciones sobre cuál hubiera sido su posición final sin el infortunio al inicio de la carrera, Ricciardo insiste en que su ritmo le hubiera permitido terminar cómodamente entre las posiciones de podio. "La distancia final con Daniil era de 6 o 7 segundos, le he recuperado mucho tiempo y he seguido intentándolo. Si no hubiera tenido el pinchazo, hoy mi posición hubiera sido la segunda. Es una pena, pero estoy contento con el resultado", sostiene.