Después de la gran variedad de estrategias que habíamos podido disfrutar en carreras como Baréin o China, la Fórmula 1 llegaba a Rusia y nos dejaba una carrera con mucho que desear en ese ámbito. La opción más rápida se encontraba en realizar una parada, aunque hubo varios pilotos que realizaron dos, en total 25 paradas entre todos, algo que comparado al número de pasos por boxes de las pasadas carreras hace que la estrategia en Rusia sea un punto deficiente.

La estrategia ganadora fue la de Nico Rosberg, que saliendo con neumáticos superblandos, cambiaba a los blandos en la vuelta 21, estrategia que también realizaron Hamilton, Raikkonen o Bottas, aunque parando entre las vueltas 16 y 20.

Por otra parte, equipos como Red Bull aprovecharon el safety-car en la primera vuelta para realizar una parada en boxes y montar neumáticos medios hasta el final de la carrera, hecho que sólo consiguió Kvyat terminando decimoquinto y doblado. Por otro lado, su compañero de equipo llevaba la misma idea, pero al ver que el neumático medio era demasiado lento, decidió montar el compuesto blando en la vuelta 29 y terminar decimoprimero, sin duda una mala estrategia por parte del equipo austriaco, que intentaba copiar la que realizó Hamilton en 2014.

Una estrategia interesante fue la que realizó Felipe Massa, que parando en la vuelta 18 montó el neumático blando, para después montar en la vuelta 46 el neumático superblando, ya que disponía de un 'colchón' que le permitía realizar este paso por boxes sin perder ninguna posición, y así se aseguraba que Alonso o Magnussen no le atacaran en caso de que el safety-car saliera en las últimas vueltas de carrera.

El brasileño no fue el único que realizó dos paradas, Sergio Pérez también paró en la primera vuelta para montar el neumático blando, y posteriormente paró en la vuelta 27 para montar otro juego de neumáticos blandos.

Paul Hembery, director de Pirelli, ha expresado que este circuito proporcionaba una baja degradación en cualquiera de los tres compuestos, por lo que la estrategia a una parada era lo más rápido en el trazado de Sochi, aunque también se pudo ver a Kvyat terminar la carrera entera con los neumáticos medios, ya que gracias al safety-car en la primera vuelta, se abrió esta ventana en las diferentes estrategias disponibles.

Marcus Ericsson fue el piloto que más vueltas dio con el neumático superblando, un total de 27 vueltas (algo más de 150 kilómetros). Por otro lado Carlos Sainz fue quien realizó el stint más largo con el neumático blando, 41 vueltas entre la 11 y el final de carrera; y por otra parte, el héroe local Daniil Kvyat era quien realizaba más vueltas con el neumático medio, 51 vueltas de las 53 con las que consta la carrera.

Felipe Massa fue quien realizó la vuelta más rápida con el neumático superblando, marcando un 1:39.243. El alemán Nico Rosberg realizó la vuelta más rápida de la carrera con el neumático blando, rodando en 1:39.024. Con el compuesto más duro, Daniil Kvyat marcó un 1:42.344, la vuelta más rápida con los neumáticos medios.

Desde que Pirelli regresó a la categoría reina del automovilismo en 2011, este ha sido el Gran Premio número 100, por lo que desde la empresa italiana esperaban una carrera especial, aunque ha resultado algo descafeinada por la configuración del trazado ruso.