Viven rodeados bajo la atenta mirada de todos los espectadores y focos mediáticos, controlando la presión de la mejor forma posible e incluso llegando a jugar al gato y al ratón sin contemplación. Pero a la vez de forma cercana y tenaz, midiendo muy bien sus palabras alrededor del mundo, mostrando confianza en su circulo más cercano. Juegan en primera liga del “Gran Circo” y tan solo le quedan poder volar con mano firme sobre el asfalto y mejorar lo esperado.

El Gran Premio de casa supone un impulso moral y anímico importante por el tan solo hecho de que la afición les animará desde las gradas dando un empujón importante a sus mentalidad durante tres días, pero sin obviar que están trabajando y mentalizándose que el más mínimo error se pagará muy caro.

Por un lado nos encontramos a Carlos Sainz que este fin de semana estrena compañero de equipo tras el cambio de pilotos entre Red Bull y Toro Rosso. Un cambio llevado al extremo después de los dos fallos garrafales de Danil Kvyat. El primer error llegó en el Gran Premio de Rusia, donde tocó en la primera curva a Sebastian Vettel y provocó la retirada del piloto de Ferrari. Cosa que sumado con el accidente en la anterior prueba del calendario, el GP de China, donde también en la salida apuraba la frenada más de la cuenta al de 'Il Cavallino Rampante' provocando que este se tuviera que abrir. A consecuencia de todo esto, el equipo de Milton Keynes llegaba a la conclusión de que lo mejor sería cambiar a Kvyat por Verstappen.

Toro Rosso

Sainz después de un inicio de temporada apoteósico deberá de mostrar todo su potencial de nuevo, en una semana donde se ha anunciado que está siendo seguido de cerca por varias escuderías y podría garantizarle el salto al equipo para el próximo año. Por ello, en un 2016 donde el potencial mostrado por Toro Rosso es realmente superior al de Red Bull lograr un resultado similar en clasificación al del pasado año y finalizar en zona de puntos sería lo esencial para garantizarle el mejor futuro próximo.

Por la otra parte nos encontramos al veterano Fernando Alonso, que está viviendo una constante hemorragia de resultados e incertidumbre por el rendimiento del equipo Mclaren-Honda donde presuntamente los problemas de fiabilidad del pasado año han desaparecido y sus principales hándicaps se localizarían en la baja velocidad punta del motor de la ala dorada.

Mclaren-Honda

El asturiano está viviendo dos años que son completamente para olvidar. Si el 2015 comenzó sin poder disputar la prueba inicial por el accidente de pretemporada, este año no podía ser menos. Con una pretemporada donde se confirmó el paso adelante dado por el equipo, todavía quedaría por ver el rendimiento del monoplaza en condiciones de carrera. En Australia iba realmente bien hasta el accidente con Sergio Pérez perdiéndose la cita de Bahrein y regresando en China. Pero no sería hasta la cita de Rusia donde lograría sus primeros puntos en la general mostrando una gran confianza y rendimiento en el Mclaren.

Ambos juegan en casa, en un circuito que se conocen como la palma de su mano y saben en que zona pueden arriesgar sin perder nada y como ganar alguna décima o perderla en el más mínimo fallo cometido. También tendremos que tener en cuenta las novedades que traerán a este GP los equipos que al ser la primera cita europea las mejoras serán constante.