El piloto de Renault llega al Red Bull Ring con pocas posibilidades de entrar en los puntos en un circuito que, como la mayor parte este año, no viene bien a su Renault. Largas rectas, alta velocidad punta, tracción y aerodinámica se conjugan en el antiguo A1-Ring para ser un nuevo suplicio para una decepcionante Renault en su retorno a la Fórmula 1 como constructor.

El dinamarqués reconoce lo frustrante que es estar a los mandos de un monoplaza que no te va a dar la posibilidad de lograr grandes resultados: “Como piloto, lo que te importa al final del día es ganar y estamos tan lejos que, en mi mente, estaría bien cambiar el enfoque por completo debido a que, claramente, no vamos a ganar con este coche”. Respecto al nivel que puede alcanzar Renault en Austria tampoco se muestra convencido: “No creo que vaya a ser mucho mejor que las carreras precedentes, pero espero que seamos capaces de saber lo que tenemos y hacer un buen fin de semana”.

Kevin Magnussen durante el Gran Premio de Europa | Fuente: XPB images

La evolución del RS16 no está siendo fácil, como él mismo reconoce: “Hemos intentado algunas cosas muy diferentes para conocer el coche, para obtener una mejor comprensión y estamos volviendo a algo que sabemos que nos da un poco de optimismo”. El objetivo es ganar: “Cuanto antes podamos empezar a ganar, más feliz estaré y es lo que quiero centrarme. Confío en lo que haga el equipo”.

Al ser cuestionado sobre las deficientes escapatorias de algunos circuitos nuevos, como el de Bakú, Kevin es tajante al afirmar que si se puede mejorar la seguridad, “ha de hacerse”: “No se puede no hacer algo por la seguridad porque sea más emocionante, si hay algo que se puede hacer para mejorarla, lo tienes que hacer”. No obstante, no duda en coincidir en que “los circuitos de mayor riesgo son más divertidos”, pero añade que “no se pueden hacer las pistas más peligrosas a propósito para que sea más divertido”.