Carlos Sainz ha comentado  la última modificación en el reglamento por parte de la FIA a partir del Gran Premio de Hungría en la rueda de prensa de hoy. La normativa se endurece y restringe más las comunicaciones entre equipo y piloto, y los monoplazas llevarán incorporados unos sensores eléctrónicos para comprobar si rebasan los límites de la pista. 

Para que el equipo pueda avisar al piloto de un posible problema, este deberá pasar por boxes. Así, se perderán aproximadamente unos 20 segundos más lo que tarden en reparar el problema. Esta nueva norma haría que los equipos se planteasen si les es favorable que su piloto pase por boxes o no ya que perderían bastante tiempo. Respecto a esta norma, Sainz se ha mostrado muy firme y ha pedido que se aclare la situación. "A mí o se hace una cosa o se quitan las radios", es decir,"o se ponen o se quitan".

"Hace unos años las medidas eran demasiado extremas, y ahora también; hay que encontrar un término medio", ha añadido el piloto español. "Es muy dífícil controlar todas las comunicaciones de radio. Se convierte un desastre", añadía.

Respecto a la medida de los sensores, Sainz la ve con buenos ojos ya que ayudará a disipar las posibles polémicas y cualquier ayuda es buena. Parece que Toro Rosso puede desempeñar una buena actuación este fin de semana. Han cambiado los reglajes del coche tanto a nivel aerodinámico como mecánico; el comportamiento de los neumáticos que ha elegido Pirelli para este Gran Premio será muy importante. "Probar cómo van los blandos y los superblandos será primordial", aseguraba.

Finalmente, Sainz ha manifestado que en Alemania, traerán una gran actualización. "Lo que vimos en el test de Silverstone es para la refrigeración del coche", declaraba. Las mejoras que se aplicarán a los coches de Toro Rosso servirán además de aumentar el rendimiento para contrarrestarlas mejoras de los rivales.