Las quejas de los pilotos sobre las limitaciones de radio, norma que se implantó hace dos temporadas tras el parón de verano, han dado sus frutos como se pudo ver en la última carrera disputada, en el circuito de Hockenheim. Este año únicamente han sido sancionados dos pilotos debido a esta ley y fueron Nico Rosberg y Jenson Button en el Gran Premio de Gran Bretaña y Hungría respectivamente.

El alemán reportaba problemas con la caja de cambios a escasas vueltas para el final en una pelea con Max Verstappen por la segunda plaza del podio, la única batalla interesante en la zona noble de la tabla ya que Lewis Hamilton estaba liderando con solvencia y Daniel Ricciardo se encontraba lejos para intentar estar en el podio. El caso es que, desde el muro de Mercedes, le chivaron como debía resolverlo y el W07 del ‘6’ volvió a rendir con normalidad, algo que investigaron los comisarios para finalmente penalizarle con diez segundos y perder la segunda plaza.

En el caso del británico, perdió el pedal del freno a pocas vueltas del inicio en la jornada del domingo y se lo comentó a su ingeniero para saber qué debía hacer ya que se trataba de un problema de seguridad además de tener un fallo hidráulico en su unidad de potencia. Por ello Charlie Whiting le sancionó con un drive through por la conversación.

Por ello, Rob Smedley cree que la volver a abrir las radios ha sido “sin duda lo correcto” ya que considera que los monoplazas actuales con esas unidades de potencia son difíciles de manejar, además de los “complicados problemas” que dan yendo a más de 300 km/h.

El de Middlesbrough continúa diciendo para Motorsport que se está retornando a un modo de la categoría reina del automovilismo es ficticia, dando más importancia a los pilotos y dejando un poco de lado a los que trabajan para realizar el monoplaza: "Estás volviendo a una Fórmula 1 que ya no existe. Todo el mundo quiere volver a una Fórmula 1 que ya no existe. Hemos ido a algo distinto. Es un deporte de equipo y tenemos a 500 personas que trabajan en el equipo. Si tomas el estúpido argumento de que los pilotos están solos en el coche, ¿entonces por qué no nos libramos de todos los ingenieros porque 'es sólo cuestión de los pilotos'?", se pregunta el de Williams.

Para concluir, Smedley comenta honestamente que es “un argumento estúpido”, porque cree que es “un deporte de equipo” aunque haya un mundial de pilotos. De no ser así, no habrían tantas personas trabajando para “todos los pilotos y el bien del equipo”.