Los resultados de los dos pilotos de la escudería Toro Rosso en el Gran Premio de Bélgica el pasado domingo ponen de manifiesto que el equipo no se encuentra en una satisfactoria situación desde el Gran Premio de Alemania. Carlos Sáinz se vio obligado a abandonar a poco más de una vuelta al sufrir un pinchazo en el neumático trasero izquierdo que acabó golpeando el alerón trasero hasta arrancarlo. Por su parte, Daniil Kvyat solo pudo finalizar decimocuarto en el trazado de Spa-Francorchamps, algo no muy gratificante teniendo en cuenta que fueron diecisiete los pilotos que vieron la bandera a cuadros.

En la escudería catalana esperaban acabar esta temporada en el quinto puesto en el Campeonato Mundial de constructores de Fórmula Uno. Sin embargo, en la actualidad marchan séptimos. Por encima de ellos se encuentra McLaren-Honda, a tres puntos de diferencia, que, si bien el equipo inglés comenzó con muy mal pie, en la actualidad han progresado considerablemente. En la escudería propiedad de la marca de bebidas energéticas Red Bull este bajo rendimiento no les toma por sorpresa, ya que sabían que el tener que utilizar un motor Ferrari con un año de antigüedad no iba a traerles grandes éxitos en comparación con los motores actualizados de las demás escuderías. Para compensar este problema, se esperaba que el chasis diera buenos resultados aerodinámicos que, por desgracia, no han sido lo suficientemente eficientes.

En este punto, Carlos Sáinz ha confirmado a la revista española Autosport su resignación con el rendimiento del modelo STR11: "Claramente tenemos limitaciones en el lado de la centralita, pero eso es algo que esperábamos y algo para lo que estábamos preparados", comentaba el madrileño, que explicaba que llevaron una actualización a Hockenheim para compensar esa pérdida de carga eléctrica pero que, según él, parece que no están en la dirección adecuada.

En cuanto a la situación actual, Carlos Sáinz ha explicado que "hay algunos signos de interrogación en el aire en el momento". También ha puesto de manifiesto la necesidad de saber por qué no están en la dirección correcta respecto al rendimiento: "Hockenheim no debió haber sido una pista tan difícil para nosotros, como tampoco Spa", afirmaba el madrileño, quien comentó que, al ver los datos, pueden observar que no hacen bien el trabajo en las curvas. De este modo, el piloto aseguró que el equipo investigará y que esperan llegar a una solución.

Por su parte, Kvyat ha expresado la misma frustración que su compañero respecto al rendimiento del monoplaza: "Por mi parte no tengo explicación para los ingenieros y el tiempo es muy corto en las carreras", explicaba el ruso, que dejó claro que en el equipo van a hacer todo lo posible para analizar y llegar a alguna conclusión que les permita avanzar en la buena dirección: "Por lo general somos capaces de recuperar algo de velocidad punta en las curvas, pero perdemos consistencia en casi todas partes", concluía el piloto.