Ross Brawn salió hace tres años debido a su nula relacion con la cúpula de Mercedes. Desde su marcha, los hombres de Brackley han cosechado tres títulos mundiales de constructores y hasta el momento dos títulos mundiales para Lewis Hamilton con la marca alemana y un título mundial (el de este año) que irá a parar en manos de el propio Hamilton, o bien de Nico Rosberg, quien es líder del mundial a falta de cuatro carreras para el final de la temporada.

El ex jefe de Mercedes reveló en el libro Total Competition que su relación con Niki Lauda y Toto Wolff se terminó rompiendo a causa de las diferencias que les alejaban: "No podia confiar en esta gente, así que no vi futuro, al menos que quisiera entrar en una guerra con ellos y eliminarles. No vi futuro con gente en la que no podía confiar" asegura Brawn.

La mala comunicación existente entre los máximos responsables de la cúpula de Mercedes también fue un aliciente para que el que fuese jefe de Mercedes a partir de 2010 se terminase de marchar: "Niki me decía una cosa y luego escuchaba que decía otra".

La llegada de Paddy Lowe a Brackley no facilitó las cosas a Ross, sino más bien todo lo contraario. Fue un plus de presión en la relación entre los jefes y el propio Brawn, provocando que la patata caliente terminase de explotar en Mercedes: "A principios de 2013, descubrí que Paddy Lowe tenñia contrato para unirse al equipo. Cuando tuve la confrontación con Toto Wolff y con Lauda, se culparon el uno al otro. Me reuní con ellos y lo unico que hicieron fue señalarse el uno al otro. En ese momento, se rompió la confianza", apunta Brawn.