El mundo de fútbol, peculiar, acoge formas de actuar impropias para otras disciplinas o impensables para la vida real. Una de ellas es la de disputar competiciones continentales con otras asociaciones distintas a las que la geografía marca. Ejemplos hay muchos que por unas razones u otras, disputan las clasificaciones para el Mundial o los propios torneos de dichas asociaciones, en otros continentes.

Australia, Turquía o Rusia son los ejemplos más llamativos por extensión e importancia del país en cuestión. El caso que nos atañe es Australia, emplazamiento oceánico que disputa su presencia en los últimos mundiales junto a sus vecinos asiáticos. Asimismo, Turquía, Rusia o Israel, entre otros, se adhieren a la asociación europea para sus competiciones cuando la mayor parte (o la totalidad) de su territorio es asiático.

Australia, asiático por motivos deportivos

El país de Harry Kewell, Aloisi o Viduka tenía por norma pasearse literalmente por las fases de clasificación para los distintos mundiales, aunque no siempre eso indicaba su posterior presencia en la competición. El nulo nivel de sus rivales provocaba que los australianos consiguieran su pase a la fase final previa al Mundial, por ejemplo en un duelo ante el quinto clasificado de la CONMEBOL.

32 años de ausencias mundialistas

Tras años sin competir contra rivales de máximo nivel, Australia decidió dar un paso al frente y empezar a competir frente a los asiáticos. La fase de clasificación con los mismos complicaba su estancia en los mundiales, sin embargo competía ante rivales más preparados que eliminaba la ausencia de competitividad que vivía y sufría.

Resultados llamativos, como un 31-0 ante Samoa Americana en 2001, arrojaba luz del problema y los dirigentes australianos decidieron solicitar el cambio de confederación a Asia que fue aceptada. Desde 2006 China, Japón o Irán pasaron a ser sus rivales directos por unos puestos en el Mundial, plaza que se antojaba complicada en Oceania al gozar de 0,5 plazas para dicha confederación.

Harry Kewell (Getty Images)

Israel y su caso político

Con motivo de las tiranteces históricas, religiosas y políticas, Israel participa junto a los equipos europeos a pesar que su situación geográfica indica su posición asiática. Junto al país israelí, Europa acoge otros países cuya procedencia no indicaría su participación en esta división. Es el caso de Turquía, Rusia, Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Chipre o Kazajistán que tienen parte de territorio en Asia (o todo). La competición europea muestra un mayor potencial para mostrarse al mundo y mejorar al enfrentarse a muchos de los mejores jugadores del planeta.

La facilidad para cambiar de asociación también se ha visto en Sudamérica donde Guyana, Guayana Francesa y Surinam no participan con sus vecinos y sí juegan contra los países norteamericanos, como EEUU o México. Su participación en la CONCACAF limita el número de países que se enfrentan en el sur de América haciendo así posible unas eliminatorias todos contra todos, a doble partido. La adhesión de estos 3 países cobra sentido al tener una estrecha relación con el resto de países caribeños.