Un penal con serias dudas sobre su credibilidad y nada más. Para un partido vibrante, lleno de emociones y con todos los matices digno de un clásico de la CONCACAF, la forma en cómo se definió el México - Costa Rica de los Cuartos de Final de la Copa Oro 2015 quedará para miles de cuestionamientos sobre el arbitraje del guatemalteco Walter López. Un penal bien ejecutado por Andrés Guardado al 119' fue lo que marcó la diferencia y catapultó a los mexicanos hacia semifinales, donde se verán las caras con Jaime Penedo y Panamá. Por su parte, Costa Rica dice adiós a un torneo en el que jamás encontró su mejor versión, pero que mereció mucho más en su partido ante México, donde vimos el renacer de Joel Campbell como gran estrella ofensiva tica. Sin embargo, su rendimiento no bastó y Costa Rica vuelva con las manos vacías una vez más.

A fuego intenso

Como si no hubiese mañana, México y Costa Rica arrancaron el encuentro con una batalla campal sin dar tregua de ningún tipo. Con su típico 3-5-2, los de Miguel Herrera arrancaron buscando robar el esférico en territorio de Costa Rica, apelando a presionar y asfixiar la salida construida de Borges desde el fondo. Por su parte, con sus laterales bien abiertos y Borges como eje central, los ticos comenzaron a tratar el esférico con mucho criterio y a desubicar a la defensa mexicana con los incansables movimientos de Campbell como único referente de ataque fijo y los retrocesos de Ramírez, Venegas y Ruíz.

México y Costa Rica arrancaron el encuentro con una batalla campal sin dar tregua de ningún tipo

Ya sobre minuto 4, Gamboa trapaba sobre la banda de Layún y enviaba un centro al área que Rodríguez alcanzaba a rechazar antes del cierre de Campbell y Ruíz sobre el área chica. Nuevamente, al 6', Gamboa volvía a hacer pedazos la resistencia de Layún, pero su centro se iba demasiado largo sobre el área mexicana. La respuesta vino al 7' con la primera jugada construida desde el fondo para México, donde Vela y Peralta abrieron espacios para la llegada de Guardado desde el fondo, pero su remate llegó mansamente a manos de un bien ubicado Esteban Alvarado.

Al 11', una acción sensacional de Borges desde el centro del campo le permitió al mediocentro del Deportivo abrir hacia la lateral con Campbell, quien ubicó un centro al área que Venegas recepcionó con el pecho, acomodó con finta sobre Rodríguez y sacó un disparo por encima de la salida de Ochoa que se fue por arriba del larguero cuando tenía todo para abrir el marcador. Seis minutos después, al 17', Paul Aguilar llegaba abierto sobre la derecha y, sin pensarlo dos veces, sacaba un misilazo a puerta que Alvarado reaccionaba de mejor forma para enviar al tiro de esquina. El ritmo era vertiginoso y acelerado. Todo el ambiente era digno de un clásico del área.

México volvió a tocar puerta al 21' con Paul Aguilar como protagonista pero su disparo, siempre desde costado derecho, se marchaba totalmente desviado de puerta tica. Al 29' era Rodríguez quien ganaba el área tica y sacaba un testarazo sólido hacia las manos de Alvarado en un tiro de esquina. México comenzaba a controlar más el encuentro y a nublar las ideas de Costa Rica, quien comenzaba a sucumbir ante la presión alta de los de Herrera. Carlos Vela desaprovecharía al 30' una oportunidad clara de gol al disparar totalmente por encima de portería un gran pase de Herrera entre líneas, justo cuando Alvarado achicaba ya vencido el ángulo de disparo de Vela.

El ritmo era vertiginoso y acelerado. Todo el ambiente era digno de un clásico del área

La ofensiva tica reaccionó nuevamente al 34' con una oportunidad en los pies de Venegas, cuando el tico disparó dentro del área un gran pase de Borges y una increíble pared con Campbell, pero el remate salió flojo a manos de Ochoa bajo palos. Las acciones del primer tiempo cerraban con un dispaor lejano de Layún, otro de Héctor Herrera y una aproximación de Campbell y Borges sobre el último suspiro del cronómetro. Costa Rica y México protagonizaban su mejor partido en esta Copa Oro. El detalle es que solo uno de los dos podría obtener el premio por su rendimiento excelso.

Segundo round al mismo ritmo

Para el segundo tiempo, ambos equipos no perdieron sus dibujos tácticos y, mucho menos, la intensidad, por lo que las acciones no disminuyeron su ritmo y siguieron tan frenéticas como en la primera parte. Ya al 47', Layún sacaba un disparo cruzado entrando en diagonal desde la izquierda, pero Alvarado contenía bien el remate a dos tiempos. Dos minutos después, al 49', Vela volvía a dejar ir una clara estando solo dentro del área, pero rematando terriblemente mal un genial pase de Guardado por encima de la defensa. No era el partido de Vela y eso comenzaba a preocupar al departamento técnico de México.

Para el segundo tiempo, ambos equipos no perdieron sus dibujos tácticos y, mucho menos, la intensidad

Un minuto después, Peralta se sumaba a la lista de desaciertos al no saber rematar a portería un gran servicio de Layún desde la izquierda, cuando Peralta entraba solo y con Alvarado corriendo de poste a poste prácticamente vencido. Pero la reacción tica no tardó en hacerse presente y, al 52', Campbell hacía de las suyas eludiendo marcas en el área mexicana y sacando un zurdazo cruzado que Ochoa alcanzó a rechazar con lo último de su guante derecho. Al 57', Campbell volvería a conectar un zurdazo entrando en diagonal al área, pero Ochoa volvería a reaccionar de forma excepcional en el fondo.

Ambos banquillos comenzaron a moverse con Wanchope y Herrera pensando en el alargue

Con el ingreso de Esquivel, volvieron las oportunidades para México y, al 62', un remate cruzado suyo impactó en el larguero ahogando el grito de gol en la tribuna y sacando un profundo suspiro a Alvarado y toda la defensa tica. Tras esta acción, el partido disminuyó un poco su marcha, con ambos equipos comenzando a contemplar la posibilidad del alargue desde sus banquillos. Fue hasta el 73' que volvieron las acciones con un cobro de falta de Venegas que exigió la estirada de Ochoa para enviar a córner.

Para los últimos diez minutos, el ritmo bajó. Ambos banquillos comenzaron a moverse con Wanchope y Herrera pensando en el alargue. Los equipos dejaron de asediarse mutuamente y comenzaron a mover el esférico dentro de sus parcelas sin arriesgarse a subir demasiado sus líneas y verse sorprendidos por el rival a tan poco tiempo para reaccionar. Apenas un cabezazo de Giancarlo Gonzalez al 90' y otro de Borges al 93' fueron las exigencias para Memo Ochoa que respondió bien en cada una de ellas. Con esas acciones, Walter López decretaba el final del partido y el alargue nos depararía un cierre demasiado oscuro para una dorada historia.

La polémica, triste fin para una alegre historia

El alargue arrancó con un ritmo menos acelerado. El cansancio se presentó de forma inmediata y fue México el primero en resentirlo. Poco a poco, los mexicanos comenzaron a verse agotados y lentos, lo que permitió a Costa Rica construir jugadas con mayor precisión desde el fondo y la amplitud el recién ingresado Myrie por derecha. Fue precisamente en un desborde de Myrie que Aguilar ganó la espalda de Paul Aguilar y sacó un remate de derecha que Ochoa contuvo de buena forma en el fondo. Era el primer aviso tico.

El cansancio se presentó de forma inmediata y fue México el primero en resentirlo

Luego, al 103', Borges aprovechaba un centro al área de Campbell, pero su cabezazo se iba totalmente desviado de la portería de Ochoa. Apenas un balón largo para Corona y otro para Peralta fue todo lo que México ofreció de peligro en los primeros quince minutos del extra tiempo, reflejando así el agotamiento de sus jugadores. Pero, al 105', Esquivel volvía a penetrar en diagonal y sacaba un remate que se iba saludando la base del poste izquierdo de Alvarado. Sin embargo, una mágica jugada individual de Campbell al 113', dejaba sentados dos marcadores y exigía al máximo a Ochoa para tapar lo que hubiera sido un magnífico gol tico.

Todo parecía indicar que nos iríamos a la ruleta de los doce pasos, hasta que un balón largo de Layún desde la izquierda, bañó por completo a toda el área tica. Sin embargo, Oribe Peral fabricó una caída en el área durante su forcejeo con Miller y Walter López decidió sancionarla como penal. Andrés Guardado se paró delante de Alvarado y decretó la diferencia en el marcador, firmando una polémica demasiado clara en una jugada donde, evidentemente, no hubo penal y botando todo el atractivo duelo que habían mantenido ticos y mexicanos durante casi 120 minutos.

Tras el penal, Costa Rica ya no tuvo tiempo de reaccionar y apenas colgó dos balones largos al área que ni Campbell, ni Borges, ni Aguilar pudieron atrapar. El árbitro sancionó el penal y los reclamos intensos no se hicieron esperar. El resultado pone a México como semifinalista ante Panamá, en un torneo donde las dudas no se despejarán tan fácil sobre el rendimiento del tricolor en la Copa Oro. Por su parte, sin ser brillante como en la Copa del Mundo, Costa Rica se marcha sin sumar victorias y con una nube gris sobre su estilo de juego. Sin embargo, el empaño de un penal inexistente, en un partido donde cualquiera de los dos pudo haberlo definido sin necesidad de la polémica, será el último recuerdo de la participación tica en esta Copa Oro. El arbitraje en CONCACAF sigue estando al borde de la muerte.