Comenzaron jugando mejor los visitantes, ante un Olympiacos que cometió muchas imprecisiones en el comienzo del partido, fruto quizás de saber que una victoria les dejaría muy cerca el pase a la siguiente ronda, lo que puede provocar nervios en un equipo que no se lo espera.

Golpeó primero el Dinamo

Hodzic fue uno de los mejores jugadores de la primera parte

No obstante, y pese al claro dominio del Dinamo de Zagreb, la primera ocasión de peligro se resistió hasta el minuto 12, cuando los croatas gozaron de la primera, en las botas de Hodzic, quien intentó sorprender al guardameta español Roberto con un disparo lejano.

Fruto del dominio del conjunto de Mamic llegó el primer gol de la noche, obra de Hodzic, que estuvo muy bien colocado dentro del área para cabecear al fondo de la red, tras pegar en el larguero primero, un buen envío desde la izquierda de Pivaric, ganándole el salto a los dos centrales.

Reacción del Olympiacos

El gol supuso el aliciente necesario, si es que lo necesitaba, para que el Olympiacos reaccionara, y buscase el partido, en los 70 minutos que quedaban por delante, apoyados además por un Georgios Karaiskakis que no dejó de alentar a su equipo en ningún momento.

Sin embargo, antes del descanso, el Olympiacos no llevó todo el peligro necesario para marcar, y cuando lo hizo se encontró con la figura de Eduardo, que desbarató sendas ocasiones de Hernani y Fortounis, pero sobre todo una buena ocasión de Seba, que con un buen zurdazo quiso batir al guardameta portugués, pero se encontró con su intervención.

Ocasión marrada

Tras la reanudación ambos equipos dispusieron de una ocasión, antes de la jugada que pudo cambiar el devenir el encuentro, o por lo menos hacerlo antes, primero en un cabezazo de Siovas a la salida de un córner, y posteriormente con un remate de Hodzic a pase de Antolic, aunque ambos remates no encontraron portería tras pegar en un rival.

En el minuto 52 llegó la mencionada jugada, cuando el colegiado español Mateu Lahoz señaló penalti dentro del área del Dinamo de Zagreb por un claro derribo del central Santos a Brown Ideye, especialista en crear ese tipo de situaciones.

El encargado de lanzar la pena máxima fue Fortounis, quien quiso ajustar el lanzamiento a la cepa del poste, pero se encontró otra vez con un buen Eduardo, que paró el penalti con una genial estirada, dejando el encuentro con el mismo resultado, 0-1 a favor de los croatas.

Pardo cambió el partido

Otro aspecto que cambió el devenir del partido fueron los cambios, el acierto en ellos, y aquí estuvo más acertado Silva, que primero dio entrada a Da Costa por Botía, y posteriormente a Pardo por Hernani, siendo el colombiano la estrella del partido al término del mismo.

Mamic, por su parte, tuvo que realizar obligado su primera sustitución en el minuto 57, dando entrada a Henriquez por Hodzic, que hasta entonces estaba siendo su mejor jugador, pero que resultó lesionado.

Llegar y besar el santo, eso es lo que debió pensar Pardo, porque al minuto de entrar al terreno de juego recibió una asistencia dentro del área de Brown Ideye, y con la pierna izquierda batió el hasta entonces infranqueable muro de Eduardo, poniendo la igualada en el marcador, y llenado la alegría a la grada.

Los jugadores del Olympiacos celebrando el gol de Pardo (Foto: AFP)

Problemas para el Dinamo de Zagreb y sentencia de Pardo

Tras el empate, la presión del Olympiacos sobre la meta rival fue incrementándose, con muchas internadas del protagonista Pardo por la banda, y pronto los problemas del Dinamo fueron aumentando con la expulsión del lateral izquierdo Pivaric por doble amonestación.

Silva aprovechó la coyuntura para introducir un hombre más en ataque, con la entrada del islandés Finnbogason por Kasami, en un movimiento claramente ofensivo del preparador portugués, que estuvo muy acertado en los movimientos desde el banquillo.

Antes del final, y cuando el partido parecía abocado al empate, llegó el milagro para el Olympiacos, cuando Pardo aprovechó un balón a la espalda de la defensa para volver a batir a Eduardo, remontando el encuentro, y dejando al conjunto heleno a un punto de pasar a la siguiente ronda, tras el pitido final del colegiado.