El conjunto millonario espera en la final tras vencer al Sanfrecce Hiroshima gracias al solitario gol de Lucas Alario en la segunda mitad. El domingo 20 de diciembre se enfrentará al ganador de la otra semifinal: Guangzhou Evergrande - FC Barcelona.

River Plate salió fuerte. Sabía que necesitaba anotar y enfrente tenía al club anfitrión. Ya a los dos minutos de juego tuvo una oportunidad a balón parado, pero Balanta y Mercado no pudieron rematar la falta botada por Pisculichi. En el 15, y también a balón parado, la defensa japonesa rechazó un cabezazo de Maidana dentro del área.

A partir del minuto 20 Mora entró en acción con dos jugadas seguidas. Primero intentando rematar un pase de Alario dentro del área y un poco más tarde cediendo un balón a Kranevitter. El jugador del Atlético de Madrid, a todos los efectos lo será después del Mundial de Clubes, remató desviado.

También el Sanfrecce Hiroshima tendría sus oportunidades en la primera mitad. Barovero se encargaría dos veces de recordar a los japoneses que River Plate también tenía portero. En el 25, un minuto después del tiro de Kranevitter, Minagawa no aprovechó el mano a mano con el capitán millonario gracias a una parada de éste. Y de nuevo Minagawa cuando se llegaba al descanso (minuto 39) iba a tener otra buena oportunidad en sus botas. Esta vez Barovero desvió su tiro con una parada a mano cambiada sobre el palo izquierdo de su portería. Con el cero a cero en el marcador se iba a llegar al descanso.

El gol llegaría en la segunda parte

Sin cambios comenzaron los 45 minutos. Tampoco el guión cambió respecto al de la primera mitad. Dos minutos tardó River Plate en tener un acercamiento peligroso. Mora remataría alto una dejada de Sánchez dentro del área. Los cambios empezaron a llegar: Lucho González por Poncio (minuto 56), Mikic por Kashiwa (minuto 61), Tabaré Viudez por Pisculichi (minuto 64) y Asano por Minagawa (minuto 66). Los entrenador no estaban contentos con sus equipos, pero los cambios solo funcionaron en un sentido.

Alario fue el más listo de la clase

Tuvo que esperar el equipo argentino hasta el minuto 72 de la segunda mitad para poner un pie en la final del Mundial de Clubes. Tras el mini carrusel de cambios (cuatro en apenas 15 minutos) la fortuna sonrió a River Plate. Alario se encontró un balón dentro del área tras una mala salida del meta japonés y envió el balón a la red. Era el 1-0.

River dispuso de un par de ocasiones más y Barovero no pasó muchos apuros en los 20 minutos restantes. Con esta victoria por la mínima, River espera en la final al ganador del partido entre Guangzhou Evergrande y FC Barcelona.