La selección de Croacia estuvo a tres minutos de sumar su segundo triunfo consecutivo en la Eurocopa 2016 y timbrar su clasificación a los octavos de final del certamen. Sin embargo, el elenco balcánico sufrió en los últimos minutos por sus propios errores y terminaron concediendo un empate a una República Checa que nunca bajó los brazos incluso cuando estaban perdiendo 2-0 en el segundo tiempo.

Croacia domina al ritmo de Modric y Rakitic

Croacia arrancó dominando el partido sin problemas. Al ritmo de Luka Modric e Ivan Rakitic en el medio y con la velocidad de Ivan Perisic en el costado izquierdo, el elenco balcánico generó las mejores oportunidades de anotar. La primera clara llegó por cuenta de Mario Mandzukic con un cabezazo desde cerca que Petr Cech logró desviar.

Un centro de Mandzukic que no pudo encontrar a Perisic en la frontal del área pequeña y un disparo que Rakitic que rechazó Cech fueron el mejor reflejo de cómo Croacia dominaba a su rival. Considerando como se dio el partido, el gol no tardó en llegar.

Tras una recuperación en el centro del campo, Perisic encaró por el carril zurdo y, tras sacarse de encima a su defensor, cruzó un disparo que dejó estéril la reacción de Cech. Fue el 1-0 para una Croacia que dominó el primer tiempo sin problemas y, de hecho, República Checa ni siquiera se acercó a las barbas de Danijel Subasic por lo que los primeros 45 minutos acabaron con la ventaja mínima para los dirigidos por Ante Cacic.

El segundo gol ofrecía la lápida para los checos

El segundo tiempo arrancó con el mismo nivel de intensidad. Croacia seguía en control del partido mientras que la República Checa se veía bastante mal, sobre todo en el costado defensivo. Los errores se sucedían y en uno de ellos Croacia logró marcar su segunda anotación.

Marcelo Brozovic recuperó el balón tras un error en la salida de los checos y éste le dio un pase en cortada a Rakitic que definió con un balón picado tras la salida de Cech. Croacia tenía el partido dominado y tuvieron un par de oportunidades más en los pies de Brozovic y Mandzukic, pero la impericia en los metros finales y la buena actuación de Cech mantuvieron con vida a la República Checa.

Las alarmas se encendieron poco después del gol de Rakitic ya que Modric se tomó el aductor y tuvo que abandonar el terreno de juego. En su reemplazo ingresó su compañero del Real Madrid, Mateo Kovacic, pero el ex volante del Tottenham daba evidentes muestras de dolor. Su presencia para el último duelo de la fase grupal ante España está, por ahora, en duda.

Un parate, bengalas y el empate

Croacia tenía el partido controlado pero República Checa le puso picante al encuentro cuando Milan Skoda anotó el descuento con un cabezazo tras asistencia de Tomas Rosicky. A pesar del gol checo los croatas estaban en control total del encuentro, pero lo impensado ocurrió cuando faltaban tres minutos para el fin del tiempo reglamentario.

Los aficionados croatas lanzaron bengalas al campo de juego justo cuando Cech estaba presto a lanzar un saque de puerta. Se generaron disturbios entre los hinchas, el partido estuvo detenido cerca de ocho minutos y el árbitro inglés Mark Clattenburg incluso estuvo ad portas de suspender el partido cuando una de las bengalas reventó en el terreno de juego. El partido siguió su curso y República Checa no dejó escapar esta segunda oportunidad.

Cuando ya se jugaba el tercer minuto de adición, Domagoj Vida cometió un error infantil dentro del área y Clattenburg no dudó en sancionar un penal que Tomas Necid convirtió. Era el empate para los checos e incluso pudieron ganar en los segundos finales, pero lamentablemente no les quedó tiempo y el duelo acabó 2-2.

Lo que viene

Croacia deberá definir su clasificación en la última jornada ante España y, para peor, el estado de salud de Modric es incierto luego de  la lesión que sufrió. República Checa, por otro lado, dependerá de sí mismo ya que enfrentará a Turquía en la última jornada de la fase grupal.