La selección albanesa ha hecho historia al ganar su primer partido en una fase final de una Eurocopa. Tras las duras derrotas ante Suiza y Francia, en las que los de De Biasi cayeron mereciendo al menos un empate en cada uno, el conjunto rojinegro ha logrado sumar sus primeros tres puntos ante Rumanía, que se jugaba la vida. Ahora son los albaneses los que clasifican como terceros, pero deberán esperar a los resultados de los otros grupos para conocer si son uno de los cuatro terceros que clasifican hasta octavos.

Salía Anghel Iordanescu con cinco cambios con respecto al partido anterior ante Suiza. La baja de Pintilii por lesión la suplía el técnico de la ‘Tricolorii’ con Hoban, el jugador del Hapoel Be’er Sheva, para acompañar a Prepelita. Además, Matel, Stanciu, Popa y Alibec entraron en el once para conformar un ataque casi nuevo por completo.

Gianni De Biasi, por su parte, decidió apostar nuevamente por la pareja Ajeti y Mavraj, debido al buen rendimiento que dieron en ausencia de Lorik Cana ante Francia. Además, la baja de Kukeli por tarjetas amarillas obligó al seleccionador a modificar el sistema del 4-1-4-1 al 4-3-3, con Basha ocupando el sitio del jugador sancionado, flanqueado en los costados por dos habituales como Abrashi y Memushaj.

Poco fútbol y mucho premio para Albania

Era un partido a vida o muerte para uno y otro, pero quedó demostrado el poco fútbol atractivo y la pobre propuesta de unos y otros para generar ocasiones de gol que pudiesen desequilibrar el encuentro.

Los primeros veinte minutos fueron de dominio rumano, que necesitaba ser más certero de cara al gol que en los partidos anteriores. Stancu no pudo batir a Berisha, cuyo remate se marchó a las manos de Etrit Berisha. Denis Alibec tampoco pudo marcar el primer tanto para los rumanos ante el portero de la Lazio.

Poco a poco Rumanía se fue diluyendo, lo que hizo al bloque albanés despertar y comenzar a dar lo mejor de sí sin arriesgar demasiado. Era el momento de lanzarse a por los tres puntos, el clavo ardiendo que permitiese a los albaneses soñar con seguir vivos.

Armando Sadiku fue el encargado de pasar a la historia como el primer goleador de Albania en una Eurocopa. Con la ayuda de Ciprian Tatarusanu, el portero rumano de la Fiorentina, que con una mala salida le dejó el gol en la cabeza al delantero del FC Vaduz.

Un fútbol trabado que no modificó el marcador

En el descanso, Iordanescu dio entrada a Sanmartean, con el objetivo de mejorar la imagen rumana a la desesperada. Las continuas interrupciones en forma de cambios y faltas, como ya sucediera en la primera mitad, no permitieron a los ‘tricolorii’ encontrar continuidad en el juego.

Albania dio un paso atrás para asegurar el marcador, en una clara situación defensiva con la que los albaneses no se sentían nada incómodos. De Biasi introdujo a Cana para reforzar la zaga, mientras que Rumanía lo fiaba todo al poderío ofensivo de Torje y Florin Andone, el revulsivo por excelencia de esta selección.

El jugador del Córdoba lideró la tímida ofensiva rumana hacia la desesperada remontada, pero Albania siempre estuvo bien plantada en el campo y no dio ninguna opción a sus oponentes.

Se acaba la aventura rumana, ¿y la albanesa?

Con este resultado, sumado al empate a cero entre Francia y Suiza, las tornas se invierten en el Grupo A, y Albania pasa a ser tercera en detrimento de Rumanía, que queda fuera de la Eurocopa en último lugar después de no haber sacado más de un punto, el logrado ante Suiza, y de haber anotado únicamente dos goles, ambos de penalti, obra de Stancu.

Albania, por su parte, deberá alargar unos días su estancia en Francia ante la posibilidad de clasificar como una de las cuatro mejores terceras a octavos. Aún es pronto para hacer cábalas, pero los albaneses deberán seguir entrenando y preparándose muy pendientes del resto de partidos de los otros grupos, calculadora en mano, para saber si finalmente pasan a octavos o no. De momento, Albania ha finalizado con tres puntos y una diferencia de goles de menos dos.

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