El encuentro comenzó con dominio de la selección de Austria que manejaba el esférico e intentaba crear espacios a base de circular el esférico por todo el campo. Mientras tanto, enfrente tenía a una selección que apostaba por replegarse en su campo, y salir al contraataque por los costados desplegándose con muchos hombres. El 1-0 llegó por medio de Bödvarsson que aprovechó un saque de banda para batir al portero rival con un disparo desde el sector diestro del área. Tras el tanto, el combinado islandés se mantuvo bien agrupado en su campo, y siguió apostando por jugar al contraataque, al mismo tiempo, el equipo visitante que tenía la posesión en su poder, estaba empezando a buscar a Arnautovic tanto con balones aéreos como por lo bajo.

Gol inicial que no condicionó el dominio visitante

Tras unos minutos, el ritmo de juego siguió siendo igual de bajo que en los instantes iniciales, y Austria seguía dominando la redonda, aunque no estaba siendo capaz de presionar a su contrincante cuando la perdía, por temor a que su sistema defensivo cometa errores, y al poderío del rival a la hora de salir al contraataque. Por ello, estaba intentando asegurar mucho el pase en las fases de ataque posicional, jugando mucho en horizontal con un gran protagonismo de jugadores como Baumgartlinger que estaban cogiendo el timón del equipo dirigiendo el juego, y marcando el ritmo de la circulación del cuero. Pese a que no estaba asumiendo grandes riesgos, en la primera media hora de juego el combinado nacional dirigido por Marcel Koller apenas había sufrido, ante la gran irregularidad de su rival en ataque, pues estaba renunciando mucho al balón, y apenas estaba combinando, y no conseguía sacar bien el esférico.

Los últimos minutos del segundo tiempo, fueron de un ritmo de juego muy lento, y de control del conjunto islandés, que estaba cerrando los espacios a la perfección, y que estaba consiguiendo alejar a su rival de su portería, presionando tímidamente, adelantando las líneas, lo que ralentizaba mucho más la circulación de un rival que estaba muy indeciso a la hora de acercarse al área contraria, siendo incapaz de profundizar, ni de jugar en vertical para buscar a Arnautovic como en los primeros minutos.

Dominio austriaco en un encuentro más abierto

El segundo tiempo comenzó sin un dominador claro, aunque fue el combinado nacional de Austria, el que más intentó llevar la iniciativa del juego, y el que más se intentó acercar al arco rival a base de tocar, jugando mucho más en horizontal, ante un conjunto islandés que se seguía replegando en su área, y que seguía apostando por replegarse y por llegar al arco rival, buscando a sus atacantes en largo. El 1-1 llegó por medio de Schöpf que remató un balón franco servido por David Alaba dentro del área. Después del tanto, el ritmo de intensidad fue mucho más alto, gracias a la voluntad de ambos equipos por atacar y por buscar un segundo gol que decantara la balanza hacia alguno de los dos lados.

Después de los primeros minutos, el conjunto austriaco siguió dominando, teniendo la posesión e insistiendo mucho en llegar al arco contrario combinando, intentando incrustarse por las líneas interiores, y buscando a algún rematador con centros desde los costados de jugadores como Arnautovic que estaban cayendo por los costados con mucha frecuencia. Al mismo tiempo, el combinado azul se siguió agrupando en los alrededores de su área con las líneas muy juntas, aunque se estaba desplegando mucho más en ataque a pesar de que las fuerzas le estaban empezando a fallar, y se estaba empezando a resentir en algunas salidas en transición.

En los últimos minutos de juego, el partido se abrió mucho, y a pesar de que siguió llegando al arco rival con una cierta frecuencia, la selección dirigida por Marcel Koller perdió mucha posesión del balón, ante un rival que a base de picardía empezó a trazar posesiones largas en campo rival, asegurando mucho el pase, y realizando el clásico truco de retirarse a un córner. Pero a pesar de ello, Austria conseguía recuperar el esférico, y con pocos pases estaba consiguiendo llegar al área rival, donde únicamente creaba peligro con disparo de media distancia en los últimos instantes. Aun con eso, no se rindió y siguió intentándolo centrando balones al área. Aunque en una jugada al contraataque de 3 contra 1 en la que el combinado granate apenas bajó a defender, Traustasson marcó el 2-1 tras un centro de Bjarnsson desde la banda derecha.