Bélgica estará en octavos de final de la Eurocopa. El combinado de Marc Wilmots se impuso por 0-1 a Suecia en el que puede haber sido el último partido de Zlatan Ibrahimovic con la camiseta de los nórdicos. El cuadro sueco se hallaba ante su última ocasión de lograr un billete a la siguiente ronda a pesar de haber sumado tan solo un punto en sus dos primeros compromisos. Los belgas, por su parte, comenzaron el choque de un modo más contemplativo, sabiendo que un empate les servía para acceder a la próxima fase.

Especuló Suecia de inicio y Bélgica dominó sin tampoco crear excesivo peligro

A pesar de que Suecia no realizó una buena primera mitad, sí tuvo una ocasión muy clara para sus intereses en el minuto cinco, apenas comenzado el partido. Un balón suelto en el área tras un golpe franco le cayó al futbolista vikingo, que de volea buscó la red, pero se topó con los guantes de Courtois. Tras unos primeros compases de alto ritmo y de ida y vuelta, Bélgica ralentizó el partido, tomó el control y lo guió por una vía que convenía a sus intereses. De Bruyne culminó una buena acción de Hazard con un disparo que detuvo sin mayores problemas Isaksson en la primera aproximación de los Diablos Rojos. 

Witsel y Naiggolan dominaban la medular, y los minutos pasaban sin que la acción se trasladase a las áreas. Con Suecia centrada en defender y con algunas acciones duras sobre De Bruyne y Hazard, que tuvo que ser atendido tras un choque con Lindelöf que mantuvo el encuentro parado unos instantes. A falta de pocos minutos para el final del primer acto, llegó la más clara para los belgas. Meunier enganchó un disparo desde la frontal del área que se marchó rozando el palo de la portería de Isaksson.

Reacción nórdica sin premio

Tras el descanso, el papel de Suecia fue totalmente diferente. El combinado nórdico se dejó de especulaciones y dio un paso adelante. Ekdal a punto estuvo de servirle el gol a Ibrahimovic, pero el astro sueco no llegó al pase de su compañero, lamentándose amargamente. Antes lo había intentado de cabeza, pero se marchó elevado. Sí lo logró posteriormente el delantero todavía del PSG, pero el gol lo anuló el colegiado por falta previa de Berg sobre Alderweireld. Se volvía a lamentar el de Malmö por su falta de acierto, mientras el reloj corría.

También lo hacía Bélgica al contragolpe, y generaba nuevas ocasiones de peligro. Carrasco era un dolor de cabeza para la defensa rival por la derecha, entrando constantemente hasta la línea de fondo y provocando inestabilidad entre los suecos. Los vikingos se debatían entre lanzarse a por todo y desguarecerse, con el riesgo que estaban viendo que ello conllevaba, o ser más conservadores a riesgo de quedarse sin lograr el gol que les acercase a la tan necesaria victoria para seguir vivos en la competición.

De Bruyne volvió a probar los guantes de Isaksson desde la frontal, y de nuevo el nórdico se impuso, mandando esta vez el balón a saque de esquina. Pasaban los minutos y aunque la predisposición sueca era notablemente mejor a la de otros partidos del torneo, el acierto era igual de inexistente. Volvía a aprovechar y disfrutar Bélgica al espacio, y la tuvo Lukaku. El punta del Everton se plantó solo ante Isaksson tras una buena acción individual de De Bruyne, que sin embargo el guardameta denegó. Minutos más tarde sí logro el ariete el gol, pero arrancó la jugada en posición adelantada y el asistente lo anuló.

Nainggolan pone la puntilla

Ibra lo intentaba de lejos a modo de respuesta en una falta que él mismo provocó, sin acierto sobre el arco rival tras despejar Courtois no sin dificultades el potente chut fuera, y Mertens le dio réplica minutos más tarde tras una gran jugada personal, a la que de nuevo respondió Isaksson, acertado en la noche.

Nainggolan, a seis minutos del final del partido, le dio la victoria a Bélgica con un gran derechazo

El reloj se acercaba al final, y las prisas comenzaban a llegarle a Suecia. Los espacios, si ya de por sí eran abundantes, más aún con los nórdicos volcados - sin éxito - sobre la meta de Courtois. Y se lo hizo pagar Bélgica desde la frontal del área a través del potente chut de Nainggolan. El centrocampista de la Roma miró a Isaksson, fijó la distancia y ensayó un derechazo que no pudo alcanzar el meta sueco, y que dejó helados a los nórdicos.

La victoria se alojaba en el casillero de los Diablos Rojos, y certificaba lo que parecía una evidencia tras lo mostrado sobre el verde en los primeros partidos y hasta el momento frente a Bélgica. Lo intentó antes del pitido hasta en tres ocasiones el combinado vikingo, y la más clara la tuvo Ibra un minuto después del gol. El ariete la recogió en el área con el pecho, se dio la vuelta y de volea mandó el balón rozando el poste izquierdo de la meta belga.

Al final, se terminó el periplo sueco en Francia, e Ibrahimovic se acercó brazalete en mano a los suyos. Se despedía de la afición que le alentó por última vez. Bélgica, por su parte, estará en octavos como segunda de grupo, y se medirá a Hungría el próximo domingo día 26 de junio a las 21:00 horas en Toulouse.

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