Las eliminatorias de esta Eurocopa no podrían haber arrancado con más emoción. Polonia se hizo con el primer puesto de los cuartos de final tras eliminar en la tanda de penaltis a Suiza, que recordará durante muchos años el error de Xhaka desde los once metros. Ambas selecciones debutaban en una eliminatoria de la Eurocopa, pero solo los polacos guardarán de ella un buen recuerdo.

Los de Nawalka fueron superiores al inicio del choque, y aprovecharon su velocidad al contraataque para adelantarse gracias a un tanto de Blaszczykowski. No obstante, con el paso de los minutos se fueron metiendo demasiado atrás y dando a los suizos la opción de hacer el empate, que llegó en una impresionante chilena de Shaquiri. En la prórroga, el cansancio debilitó enormemente a los de polacos, que acabaron firmando unos penaltis que les dieron el pase a cuartos.

La velocidad como estilo de juego

Los primeros minutos fueron dominados indiscutiblemente por Polonia, que cuando apenas había transcurrido un minuto se encontró con una clara oportunidad para abrir el marcador. Un error de Djourou en la salida de balón acabó regalando a Milik una inmejorable ocasión, pero el del Ajax, pese a que Sommer estaba fuera de su portería, no logró dirigir su disparo entre los tres palos. Aunque a que ha participado mucho en el juego ofensivo en este torneo, no ha estado nada acertado de cara a portería.

Todo lo que ocurría en los primeros compases tenía lugar en campo suizo. Los de Petkovic se encontraron con muchos problemas para mantener el balón, y tuvieron que soportar las embestidas de los polacos, que a base de combinaciones y entradas por banda buscaron, sin éxito, desequilibrar la balanza desde muy temprano. Más allá de una jugada que finalizó con un remate desviado de Dzemaili, Suiza apenas pisó campo rival en los primeros 10 minutos del choque.

Foto: UEFA
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Sin embargo, con el paso de los minutos Xhaka fue retrasando su posición para ayudar a sus compañeros a realizar las transiciones de balón a campo rival, y el cuadro suizo fue poco a poco entrando en el partido. Polonia perdió el balón, dejó de llegar con tanta facilidad a tres cuartos,  y se llevó el primer susto medianamente serio con un disparo lejano de Ricardo Rodríguez que se marchó algo desviado. Pese a no generar ocasiones claras, Suiza había cambiado el guion el del partido.

Polonia aprovechó su velocidad para castigar las subidas de los laterales suizos

No obstante, Polonia no parecía incómoda con este nuevo planteamiento. El paso delante de los de Petkovic dejó más espacios para que sus extremos aprovecharan su velocidad, y ambos comenzaron a adquirir más protagonismo. En el minuto 32, un robo de Krychowiak seguido de un gran pase de Lewandowski dejó a Grosicki ante Sommer, pero la cercanía de los centrales le obligó a armar rápido la pierna y su disparo se fue desviado. Un minuto después, de nuevo a la contra, Blaszczykowski logró poner un buen centro que Milik, solo en el segundo palo, volvió a desaprovechar.

Las mejores ocasiones suizas llegaron en la faceta en la que mejor se han desenvuelto en esta Eurocopa: el balón parado. En el minuto 35, un Schar remató completamente solo un córner colgado desde la izquierda, pero no pudo dar dirección a su cabezazo y Fabianski atrapó el balón sin problemas. En ataque estático, por el contrario, tenían más problemas, y más allá de un disparo de Dzemaili que rebotó en un defensa y que Fabianski decidió enviar a córner no fueron capaces de generar más apuros a los de Nawalka.

Foto: UEFA
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Las contras polacas, sin embargo, sí eran peligrosas. En el minuto 39, tras otro balón parado, Fabianski atrapó el balón y le dio salida rápidamente con un pase en largo a Grosicki. El del Rennais, favorecido por un rebote, logró irse entre dos jugadores suizos, y centró desde la izquierda para que Lewandowski, dejando pasar el balón en un gran gesto técnico, dejase solo a Blaszczykowski para que hiciera el  1-0 pocos minutos antes del descanso.

Por obra y gracia de Xherdan Shaquiri

Suiza no tuvo reacción inmediata, pero tras el descanso salió decidida a buscar el empate. Shaquiri, que había aparecido muy poco hasta el momento, se irguió como el referente ofensivo de los suyos, y empezó a generar peligro desde la banda derecha. Solo dos minutos después de volver de vestuarios, desbordó a Jedrejczyk y sirvió un pase de la muerte que despejó a córner la zaga polaca. Poco después, obligó a Fabianski a intervenir con un potente disparo desde la frontal. El cambio de mentalidad de los suizos era evidente.

Polonia, por su parte, seguía tratando de castigar las subidas de Ricardo Rodríguez y, sobre todo, de Lichtsteiner con sus rápidas salidas a la contra. Con los suizos cada vez más volcados, la sensación de peligro en cada recuperación de los de Nawalka era inminente, y parecía más cercano el tanto de la sentencia que el del empate. En el minuto 59, Blaszczykowski estuvo cerca de ampliar la ventaja tras una buena conducción hacia el centro y un disparo con la zurda desde la frontal, pero Sommer despejó el balón a córner con una excelente estirada.

Foto: UEFA
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El ímpetu inicial de los suizos fue desapareciendo poco a poco, y las llegadas volvieron a escasear. Petkovic trató de solucionarlo dando entrada a Embolo por Dzemaili, pero la salida del jugador del Genoa hizo que Suiza perdiera al hombre que más estaba apareciendo entre líneas e hizo más predecible su ataque. Los minutos seguían pasando y Polonia seguía sin sufrir.

La acumulación de hombres arriba echó atrás a Polonia y dio el empate a Suiza

La entrada de Derdiyok confirmó la apuesta de Suiza por un fútbol más directo, y a base de acumular hombres arriba fue metiendo atrás a Polonia y reduciendo sus salidas a la contra. Los suizos eran ya claramente dominadores, y las ocasiones se hicieron cada vez más claras. En el minuto 74, Fabianski evitó con una increíble parada que una falta lanzada por Ricardo Rodríguez se colase por la escuadra, y en el 79 fue el larguero el que impidió que Seferovic hiciese el 1-1.

A la tercera, sin embargo, nada pudo impedir que llegase el empate. Suiza insistió con otro balón colgado al área, el despeje de la zaga polaca no fue bueno, y Shaquiri enganchó una espectacular chilena desde la frontal que se coló junto al palo izquierdo de Fabianski. Simplemente impresionante. Casi con toda seguridad, el gol de la Eurocopa.

Foto: UEFA
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La locura se desató tanto en las gradas como el banquilli suizo, y, tanto por la importancia como por la calidad del gol, no era para menos. Aunque ningún equipo fue especialmente conformista y ambos trataron de romper el empate antes del final del tiempo reglamentario, nada pudo evitar que el primer partido de octavos de la Eurocopa tuviese que alargarse 30 minutos más.

Fabianski como solución al cansancio

Pese a que el once con el que el que Suiza, obligada por el resultado, acabó los primeros 90 minutos, con mucha presencia arriba y poca en el centro del campo, invitaba a un cambio de guion, este no llegó. Polonia, aunque sí tuvo algo más de balón, no se hizo con el control del choque, y fueron los de Petkovic los que, aunque sin demasiado peligro, tuvieron las primeras llegadas. El desgaste físico hizo mella en los de Nawalka, que no realizó su primer cambio hasta que, en el minuto 102 las molestias físicas de Maczynski le obligaron.

El partido, que había sido muy bonito, entró en la prórroga en una fase de muy poco ritmo. Polonia tenía el balón únicamente porque Suiza no hacía nada por quitárselo, pero no buscaba llegar con él. Los pases entre los centrales y los balonazos largos que no llegaban a ninguna parte abundaron, pero no lo hicieron las ocasiones. Parecía que ninguna de las dos selecciones veía con malos ojos los penaltis.

Ante el conformismo de Polonia, los suizos, comandados por un Shaquiri imperial, optaron por dar un paso adelante para tratar de llevarse la victoria en los últimos minutos. Los de Nawalka, absolutamente inoperantes en la prórroga, no eran capaces ni siquiera de amenazar con algún contraataque, y Suiza, sin miedo a perder el partido, buscó con más insistencia el 2-1. Derdiyok lo tuvo en el minuto 114, pero, pese a estar totalmente solo en el área, su cabezazo fue repelido por Fabianski, que mantuvo la igualada con una exhibición de reflejos e hizo que el encuentro se decidiese desde los once metros.

Xhaka decide desde los 11 metros

Lichtsteiner y Lewandowski inauguraron la tanda con sendos aciertos, pero Xhaka, segundo lanzador de Suiza, erró su lanzamiento y permitió a Milik poner a los polacos por delante tras convertir su tiro a pesar de que Sommer llegó a tocar el balón. Shaquiri y Schar no fallaron, pero tampoco lo hicieron Glik y Blaszczykowski, por lo que se llegó al quinto lanzamiento con 4-3.

Ricardo Rodríguez asumió la responsabilidad, y, sin dejarse llevar por los nervios, anotó un penalti que podría haber sido decisivo. Todo quedó entonces en los pies de Krychowiak, que, pese a las evidentes muestras de cansancio, ejecutó su lanzamiento a la perfección y eliminó a una Suiza que mereció algo más. La historia, no obstante, la escribirá la vencedora, Polonia, que ya espera rival en cuartos y que tendrá mucho que decir aún en esta Eurocopa.