Bélgica suma tres triunfos consecutivos en esta Eurocopa, está en el cuadro donde no tiene que enfrentar a los teóricos favoritos del torneo, su máxima figura está empezando a recordar al gran extremo de Lille y de las primeras temporadas de Chelsea, tienen un portero que en momentos recuerda a grandes como Jean Marie Pfaff o Michel Preud’Homme. Todo parece perfecto para que los diablos rojos lleguen a la final y eso es gracias a que han encontrado un plan de juego que al inicio de la Eurocopa parecía poco probable teniendo en cuenta el tipo de jugadores de Bélgica, pero el consenso entre Wilmonts y sus dirigidos parece que es unánime: hay que correr, correr y correr, y que Hazard piense.

Incomodar en la salida

No más inició el juego y ya Bélgica puso en marcha su estrategia. Conocedor de la lentitud que exhibió Hungría contra Islandia en la salida, Wilmonts mandó a De Bruyne a presionar a Nagy para que cortase el circuito en salida del equipo magiar. A su vez los teóricos pivotes se convirtieron en auténticos maratonistas al correr y correr hacia adelante para cortar las líneas de pase húngaras, presionar y una vez recuperar el balón ir hacia la portería de Király para tener superioridad ante los jugadores magiares. En la fotografía de abajo se observa como hay tres jugadores de Bélgica contra tres jugadores de Hungría, con lo cual se garantizaba enfrentamientos uno contra uno.

La defensa húngara sufre con los delanteros belgas: Cortesía ESPN

Wilmonts también conocía las limitaciones en el marcaje en táctica fija de los húngaros dada la poca velocidad de reacción de los centrales magiares por lo que sabía que iba a sacar petróleo de los tiros libres o los tiros de esquina, teniendo en cuenta que por la capacidad y velocidad de anticipo de Witsel y Nainggolan, iban a ganarle a Gera y a Nagy que son más estáticos y más lentos. Así llega el primer gol cuando De Bruyne cobra un tiro libre al segundo palo y como se puede observar en la fotografía de abajo, dos jugadores belgas fijan a tres jugadores húngaros con lo que quedan libres Lukaku y Alderweireld, siendo este último el que cabecea a placer tras la pérdida de referencia de Kádár.

Cobro de De Bruyne para el primer gol de Bélgica: Cortesía ESPN

Con el gol Bélgica se dedicó a esperar y seguir incomodando a los húngaros, Dzsudzsák y Lovrencsics eran superados porque con la ayuda de Nainggolan y de Witsel, los laterales Meunier y Vertonghen siempre quedaban en superioridad ante estos extremos, sumado a que Pinter vivía casi en la misma línea que los centrales belgas junto a Szalai, hicieron que el juego húngaro tuviese un cortocircuito que conllevó a que Bélgica armase contragolpes mortíferos demostrando que su transición de defensa a ataque y de ataque a defensa era mucho mejor y más efectiva que la de Hungría. En la foto se ve como hay mucho terreno libre en campo húngaro para que los belgas ocupen bien el espacio haciendo un enfrentamiento de cinco contra cinco.

Contragolpe de Bélgica: Cortesía ESPN

Sin embargo Bélgica comenzó a fallar ocasiones de gol clamorosas, ni De Bruyne, ni Mertens pudieron aprovechar los pases de Hazard y Lukaku para sentenciar el juego, lo que conllevó a que Hungría poco a poco fuese subiendo a Lang y a Kádár para que ocupasen mejores alturas y ayudar a los extremos. Szalai decidió salirse del área para tratar de fijar a Vermaelen y permitir que Pinter o Balasz pudiesen actuar como llegadores netos y así tener la oportunidad de quedar de frente al arco de Courtois, así llegaron las mejores opciones de los magiares con remates de media distancia que pasaron cerca de la portería belga. En la fotografía de abajo se ve como Lovrencsics logra romper el dos contra uno de Bélgica para que Pinter ataque el espacio vacío. 

Desmarque de ruptura de Gera: Cortesía ESPN

Segundo tiempo a pedir de boca para Hazard

Con la entrada de Elek por un improductivo Gera, Storck quizo que Hungría ganase más en llegada, lo que hizo retrasar más a Balasz a posición de interior para ayudar a Nagy a salir con más facilidad y no quedar en inferioridad numérica o presionado por los pivotes belgas. Sin embargo Hazard quedó mano a mano con Lang y lo desbordaba cuando quería, las coberturas y los doblajes en Hungría no existían o eran muy lentos, aún así los magiares resistieron con la gran actuación de Király y con más impetu que orden trataron de ir por el partido y aprovecharon la banda izquierda donde el voluntarioso Lovrenciscs propuso un duelo mano a mano con Meunier donde casi siempre el húngaro ganaba pero al no haber remator no podía finalizar la jugada. En la foto de abajo se ve el mano a mano anteriormente descrito.

Enfrentamiento entre Lovrenciscs y Meunier: Cortesía ESPN

Hungría creyó en sus posibilidades y se alargaba peligrosamente, pero con Elek y con Pinter jugando por dentro sumado al declive físico de Witsel y Mertens hicieron que Hungría con la permisividad de los laterales llegase al arco de Courtois con peligro y estuviese a punto de empatar pero la mala puntería o el portero belga lo impidieron. Era muy predecible Hungría que lo decantaba todo por la izquierda donde Lovrencsics se dejó el alma, Bélgica como se observa en la foto de abajo era muy permisiva en defensa dejando los laterales bien abiertos para que los húngaros ganasen la raya. 

Hungría aprovechando las bandas: Cortesía ESPN

La hora del MVP

Pero cuando se podía vislumbrar el milagro húngaro apareció la figura del partido, Eden Hazard, que en dos jugadas simultáneas decidió el juego. Primero con un desborde rápido y con algo de fortuna ante Lang que le permitió asistir con facilidad a Batshuayi que sólo en el área ante un mal achique húngaro puso el 2-0. Al minuto de este gol una jugada sin terminar de Hungría hizo que Hazard condujese por toda la banda rival para encarar hacia adentro entre tres jugadores y definir raso y ajustado sobre el marco de Király. Jugó y pensó el pequeño belga que hacía rato era esperado en Bélgica luego de su pobre actuación en Brasil 2014.

Hazard se cansó de desbordar en el partido, se movió por las tres posiciones de ataque y ayudó en la presión a Lang y a Nagy. Sumado a que cuando atacó destrabó el juego belga, lo hicieron con toda justicia el mejor jugador del partido, si sigue a este nivel y Bélgica sigue apelando a este estilo menos vistoso pero más certero no habrá duda que es un firme candidato para estar en la final de Saint Denis, teniendo en cuenta que hombre por hombre Bélgica es superior a los otros cuatro equipos que están en este lado del cuadro. Al final con dos jugadas inteligentes de Hazard, Bélgica dice presente en los cuartos de final de la Eurocopa aprovechando la candidez de Hungría.