Dos ciudades enormes (las dos más pobladas de Alemania), dos estadios en consonancia con dichas ciudades y dos equipos que para nada viven sus mejores días. Hamburgo y Hertha de Berlín serían los clubes encargados de abrir la 26ª jornada de la Bundesliga, en un duelo de los llamados “six-pointer”. Dos clubes con potencial, con posibilidades económicas, que un año más viven su particular infierno por eludir el descenso. El Dinosaurio de la Bundesliga se engalonaba para recibir a la Vieja Dama, en un partido a cara de perro donde el vencedor no solo respiraría un poco más en la tabla, sino que dejaría muy tocado a su rival.

De más a menos

Tal y como mandan los cánones, el cuadro local, en este caso el Hamburgo, fue quien empezó llevando la batuta del encuentro. Con un van der Vaart bastante activo en zona de medios, más la aportación de los escurridizos Ilivevic y Stieber en la mediapunta, los hanseáticos pronto comenzaron su asedio sobre la meta berlinesa. Cleber tendría la primera ocasión del encuentro, pero su cabezazo se marchó fuera, y apenas cinco minutos después, van der Vaart no acertaría con un remate forzado. El Hamburgo había empezado más enchufado que un Hertha muy dubitativo en los centros laterales, quien aguardaba encerrado en su campo, a la espera de poder aprovechar algún error de los de Zinnbauer para armar la contra.

El dominio del Hamburgo se fue disipando, a medida que el partido perdía ritmo

Pese al buen empuje inicial, el tanto del Hamburgo no terminó de llegar, y en torno al minuto 25, el choque perdería el fuelle del comienzo. Poco a poco, el dominio del Hamburgo se fue disipando, a medida que el partido perdía ritmo. Las tornas se igualaron entonces bastante. El Hamburgo seguía con más iniciativa, pero el Hertha vivía muy cómodo en la nueva situación de partido. Stieber, con un remate desde la frontal, se quedó cerca de abrir la lata, pero su tiro se marchó desviado. Poco más de una primera parte que transcurridos los 45 minutos correspondientes moriría, mansa, con el marcador inicial.

Cambio de papeles

La segunda mitad empezó del mismo modo que la primera. El Hamburgo quiso salir a mandar para adelantarse en el electrónico definitivamente, pero el Hertha, cada vez más cómodo, no se lo pondría nada fácil. Con un Kalou metido ya en el partido, más la aportación del japonés Haraguchi, ingresado en el descanso por Ben-Hatira, los visitantes vivieron sus mejores momentos, y sólo su mala puntería de cara al arco les impidió adelantarse en el marcador.

A Zinnbauer no le gustaba lo que veía, por lo que probó con un cambio de dibujo

A Zinnbauer no le gustaba lo que veía, por lo que probó con un cambio de dibujo. Ivo Ilicevic se retiró del terreno de juego, dejando su puesto a Lassoga y cambiando la formación de su equipo a un 4-4-2. No le funcionó demasiado bien el cambio a los hanseáticos, que apenas lograron sacudirse la presión hasta llegados los últimos 15 minutos. El Hertha, al igual que el Hamburgo en el primer tiempo, lo había probado, pero vista su poca efectividad, replegó filas, enviando al partido a una fase de indefinición. El Hamburgo mandaba algo más que su rival, pero ya no llegaba con la facilidad de los primeros minutos; mientras que el Hertha aguardaba, sabedor de que el empate no era ni mucho menos un mal resultado.

El hundimiento

Cléber soltó el brazo y fue expulsado, y tres minutos después, Langkamp anotó para el Hertha

Llegados los últimos diez minutos de partido, la escasa efectividad tanto de uno como de otro parecía avocar el choque a un resultado sin goles, y entonces, llegaron los tres minutos de pesadilla hanseática. En el minuto 81, Cleber soltó el brazo y fue expulsado tras ver justamente su segunda tarjeta amarilla; y solo tres minutos después, Langkamp, completamente solo en el área pequeña, remató de cabeza un saque de falta lejano de Plattenhardt, adelantando a su equipo en el marcador. Inasumible. En menos de cinco minutos el Hertha hundía al Hamburgo, dejándolo sin tiempo para reaccionar. Tras el tanto, los de Zinnbauer lo intentaron con balones largos al área, pero su esfuerzo quedaría en vano y el choque concluyó para decepción de la hinchada norteña.

Con su cabezazo, Langkamp hundía a los hanseáticos | Imagen: Hertha BSC

Victoria final del Hertha de Berlín que, a la vista de lo hecho por uno y otro, se antoja algo injusta. Los dos equipos ofrecieron un choque muy igualado tanto en méritos como en deméritos, y finalmente la moneda cayó del lado de los visitantes. Con esta victoria, el Hertha suma ya 8/12 puntos en las últimas jornadas, escapándose de la quema, mientras que el Hamburgo se hunde un poquito más en su eterna pesadilla.