Las grandes citas con las que definen a las grandes figuras. Un solo acto de divinidad es suficiente para que un ser humano mortal contemple las fuerzas del cosmos y se eleve a un plano divino que nadie pueda discutir ni apelar. Eso mismo logró esta noche Lionel Messi. El argentino sacó toda su fuerza sobrenatural para desmantelar la resistencia de Neuer y compañía y encaminar, en 15 minutos, los pasos blaugranas hacia Berlín y a la posibilidad de un nuevo triplete en esta temporada. Un balazo tras una pérdida de balón de Bernat, una asistencia a Neymar sobre el final del partido y una apoteósica jugadqa individual, en la que Boateng perdió todo aliento de cordura y quedó desquiciado ante la majestuosidad de 'La Pulga', Lionel Messi firmó una nueva actuación mesiánica en Champions League y deja a toda Europa rendida ante lo alucinante de sus apariciones mágicas en noventa minutos.

Neuer gana la primera partida

El partido arrancaba con las apuestas ya conocidas. El once de gala de Luis Enrique competía con una variante más de Guardiola. Dejando a Götze fuera del once, a manera de variante emergente, el catalán alineaba a Schweinsteiger como socio de Lewandowski y Müller en ataque, dejando a Thiago, Xabi Alonso y Lahm fabricando la posesión en el centro del campo. Rafinha arrancaba en línea de tres por izquierda y Bernat volvía a adelantarse unos metros. Sin embargo, la apuesta no comenzaba rindiendo dividendos a Guardiola, que veía como el Barca aarancaba siendo un huracán.

En apenas cinco minutos, el Barcelona encaminó sus ataques por izquierda y le ganó la espalda muchas veces a Rafinha

En apenas cinco minutos, el Barcelona encaminó sus ataques por izquierda y le ganó la espalda muchas veces a Rafinha, obligando a Schweinsteiger y Benatia a retroceder lo suficiente para cubrir la espalda del brasileño. Lewandowski respondía al 6' con un disparo que chocaba en Piqué, pero, al 6', Suárez sacaba un derechazo de fuera del área que terminaba en manos de Neuer. El uruguayo lo volvería a intentar al 11', tras un error de Benatia que habilitó a Suárez, quien se escapó solo y definió por debajo de Neuer, pero el meta alemán sacaba una tapada sublime con su pie izquierdo y le negaba el gol al ariete blaugrana.

Un minuto después, tras centro de Schweinsteiger, Lewandowski anticipaba a la defensa y cabeceaba desviado de la puerta de ter Stegen. Tras estas acciones, el partido se convertía en un tablero de ajedrez exquisito para la visión táctica del deporte. Un equipo ordenado, controlando y achicando con su defensa adelantada y empujando con sus volantes llegando desde atrás, como el Bayern, enfrentaba a un Barcelona dueño de la iniciativa, tocando el balón y apostándole en todo momento a la conexión de su línea de ataque con Rakitic e Iniesta como gestores de juego.

El partido se convertía en un tablero de ajedrez exquisito para la visión táctica del deporte

Sin embargo, el susto llegaría a la puerta local al 17', cuando una enorme habilitación de Schweinsteiger sobre la derecha, encontraba a Müller que armaba una pared de lujo con Lewandowski. El alemán se cortaba sobre la banda y le ganaba en profundidad a Jordi Alba, centraba, pero el control del polaco quedó corto y dejó pasar el balón sin poder conectar ante un ter Stegen ya vencido. La jugada se vio respondida por un gran desborde de Messi sobre Bernat y un posterior centro de derecha que alcanzaba a ser bien rechazado por Benatia sobre punto penal.

Tras varias acciones cortadas por la zaga bávara, sería Luis Suárez quien, al 26', se abriría paso anticipando a Benatia y conectando de cabeza un córner de Rakitic, pero su intento se iba por encima de la puerta de Neuer. Tres minutos después, al 29', otra gran acción del Bayern, con Schweinsteiger como conductor, encontraba a Thiago por izquierda, quien recortaba a Busquets y mandaba un disparo con rosca que se iba cerca del palo derecho de ter Stegen. El ir y venir continuaba. La guerra táctica era impresionante. Ambos equipos, acuerpados por su devoción a sus ideas, buscaba el elemento redentor para encontrar la ventaja. Pero, hasta entonces, Neuer era el 'Mesías Prometido' de toda la fe teutona.

El partido volvía a coger ritmo y vértigo al 35', cuando, tras una genial acción de Rakitic en zona media, Iniesta habilitaba a Neymar sobre el centro, quien cedía de espaldas para la llegada de Messi al borde del área, pero el zurdazo del argentino llegaba sólido a manos de Neuer. Lewandowski lo intentaba al 39' con un desborde por izquierda, pero su centro llegaba manso a ter Stegen. Pero, a la siguiente jugada, Manuel Neuer volvía a vestirse de héreo. Fue con un balón ganado por el Barca tras un saque de esquina. Iniesta cogió el esférico y visualizó el campo con su radar característico, tocando por encima de los defensores para Dani Alves, quien acomodó de pecho y tocó de derecha, pero Neuer salía oportuno y achicaba con su pierna izquierda, una vez más, el grito de gol azulgrana.

Hasta entonces, Neuer era el 'Mesías Prometido' de toda la fe teutona

Con esa acción, más otras pinceladas tácticas de Lahm y Schweinsteiger conteniendo a Messi, y otros detalles futbolísticos preciosistas de Messi dejando en el camino a Bernat y Xabi Alonso, el partido cerraba la primera parte con Neuer como figura omnipotente de su equipo. El panorama lucía increíble. El meta alemán parecía invencible. Humanamente hablando, las capacidades del Barcelona no podían sobrepasar el entramado táctico del Bayern ni la resistencia potente de Neuer. Todo quedaría para la intervención divina. Es que toda fuerza sobrenatural, solo puede ser sobrepasada por otra de igual naturaleza 'no-mortal'.

Messi fue un eterno dolor de cabeza para los bávaros. // (Foto de es.uefa.com)

Postrados a los pies del 'Divino Maestro'

La segunda parte arrancaba con una variante táctica de Guardiola. Consciente de que le faltaba volumen de juego ofensivo al tener a Lewandowski en bajas condiciones físicas, el catalán adelantó a Schweinsteiger como "falso 9" y lo hizo duplicarse en el campo, estirando su ubicación para presionar a Busquets y generar fútbol asociativo con Müller y el ariete polaco. Esto dejó sus primeros resultados al 46', con un gran robo de Schweinsteiger a Alves, que el brasileño alcanzó a cortar con falta sobre Lewandowski al borde del área.

El catalán adelantó a Schweinsteiger como "falso 9" y lo hizo duplicarse en el campo, estirando su ubicación para presionar a Busquets y generar fútbol asociativo con Müller

Xabi Alonso lo intentaba al 51' por encima de la defensa, tras otra gran recuperación de Schweini, pero Alves cerraba oportuno el embiste de Bernat sobre su costado. Müller era pillado en fuera de lugar al 54' y el Barcelona parecía desconcertado ante la nueva modalidad posicional de su rival. Sin embargo, como por arte divino, Messi haría reaccionar a los suyos al 57' con un zurdazo que llegaba a manos de Neuer, tras una gran combinación con Suárez y Rakitic. Tres minutos después, un pase magistral del argentino obligaría a Neuer a salir en funciones de líbero a tres cuartos de cancha para cortar la llegada en solitario de Neymar ante la desatención de Benatia y Boateng sobre el centro.

Neymar y Rafinha tuvieron un intenso duelo personal. // (Foto de es.uefa.com)

Al 63', Neymar encajaba un malabarismo completo sobre Rafinha y Xabi Alonso, se escapaba de la última resistencia de Lahm y sacaba un derechazo que se abría demasiado sobre la izquierda de Neuer. Pero, al 71', Thiago comandaba una contra interesante del Bayern, que arrancó con Schweinsteiger sobre la derecha abriendo para la subida de Bernat. El lateral español encaraba hacia el centro y tocaba para Thiago, quien se acomodaba para sacar un derechazo flojo que rebotaba en Piqué y terminaba en manos de ter Stegen que ya comenzaba a vencerse sobre poste contrario. El partido parecía comenzar a romperse con el Barca volcado para sumar dividendos y el Bayern aferrándose a su achique de espacios para generar contragolpes peligrosos en transiciones voraces sobre el área blaugrana.

Pero ahí apareció la intervención divina de Messi

Pero ahí apareció la intervención divina de Messi. El partido corría sobre minuto 76'. El Barcelona, curiosamente, adelantó las líneas más allá de lo acostumbrado durante el encuentro y generó una pérdida de balón de Bernat sobre la izquierda. Alves, luego de recuperar, abrió de primero sobre el centro para Rakitic, quien, sin dudarlo, cedió para Messi entrando en diagonal hacia el centro. Lo que sucedió a continuación fue la gestación de un milagro.

El Messi de los primeros años pareció resurgir de entre la madurez propia que el argentino ha alcanzado y burló la marca de Xabi Alonso y Thiago con el giro en diagonal hacia el centro tan acostumbrado de sus inicios como profesional. Luego, al quedar frente al área, sacó un zurdazo seco, potente, rasante y mortal ante la llegada tardía de Lahm al cierre, colocando el balón por debajo de la estirada de Neuer que, por fin, era vencido. Duelo de titanes en el Olimpo de la Ciudad Condal. Pero, esta vez, el ganador fue el ídolo local.

El cúmulo de emociones parecía estallar y, en medio de la confusión, Messi alzó su bandera y volvió a guiar al Barcelona a la Tierra Prometida

El gol rompió el partido. El estallido de júbilo en el Camp Nou no se hizo esperar. Neuer reclamaba a su defensa el segundo de libertad que tuvo el astro local para rematar a portería. Guardiola daba paso a Götze por Müller, en un cambio bastante curioso al ser Lewandowski el más desaparecido de la ofensiva bávara. El cúmulo de emociones parecía estallar y, en medio de la confusión, Messi alzó su bandera y volvió a guiar al Barcelona a la Tierra Prometida.

Sobre el 80', la salida del Bayern volvió a ser interrumpida por Rakitic, quien tocó rápido para Messi. El argentino, como si su instinto depredador se lo dictara, no espero asociación alguna, sino que vio a Boateng solo, retrocediendo y confundido y decidió atacarlo. Messi entró al área y acostó literalmente a Boateng con un giro de cadera que terminó en caño sobre el defensor alemán. La salida de Neuer parecía resolverlo todo una vez más, pero Messi picó el esférico sobre el achique del meta y resolvió la jugada con el balón entrando en parábola perfecta a pesar de la estirada de Rafinha sobre la línea.

Messi define tras una gran jugada sobre Boateng. // (Foto de es.uefa.com)

Con este gol, 'Fussballgott' (literalmente en alemán: 'Dios del Fútbol') se transformaba en una expresión teutona pero con definición argentina. La joya futbolística que Messi le regalaba al Camp Nou era la confirmación de su estado de gracia, de su regreso mesiánico, de su aliento divino que lo ha catapultado de nuevo a ser el motor de las ilusiones blaugranas. Schweinsteiger, realmente conocido como 'Fussballgott' en suelo alemán, intento al 83' frustar la felicidad con un derechazo de fuera de área que se iba desviado. Era imposible frenar la euforia azulgrana. Berlin se veía cerca. Messi era el Moisés que guiaría a su pueblo a una nueva final continental. El escenario se abría para darle el golpe final a un Bayern totalmente desencajado.

El Bayern se lanzó a la desesperada a buscar un gol que le diera esperanza para ampararse al Allianz Arena a la vuelta

No hubo reacción alguna. El Bayern se lanzó a la desesperada a buscar un gol que le diera esperanza para ampararse al Allianz Arena a la vuelta. Las conexiones no funcionaban y Götze no respondía a su papel de variante para refrescar al equipo. El Barce cerraba filas, pero, al 94', un balón rebotado en la defensa local era recogido por Suárez, quien recibía la falta de Schweinsteiger, pero cedía rápidamente para Messi. El "10" azulgrana no dudó y desmanteló la llegada de Boateng con un toque fino para Neymar, quien se escapó de Benatia y definió por debajo de la salida de Neuer, ya vencido, ya mortalizado, ya devuelto a su plano natural para firmar el 3-0 final y dar paso a la fiesta azulgrana.

Neymar define el 3-0 final del partido. // (Foto de es.uefa.com)

El resultado es categórico. La frustración en el rostro de Guardiola era evidente. La remontada parece cuesta arriba para un Bayern que manejó un gran partido durante 75 minutos, pero que, en 15, vio como el Barcelona desmantelaba todo su engranaje con la sola inspiración de su solista preferido: Lionel Messi. Ahora, los blaugranas solo necesitan saber manejar la vuelta en Allianz Arena para volver a la final de la Champions League y buscar un triplete que supondría un paso histórico más para el club. Por su parte, Guardiola y el Bayern deberán reponerse rápido del descalabro para intentar una gesta épica que parece imposible, pero que, en el fútbol, nunca podrá darse nada por sentado.