Primera de las últimas tres finales para el Borussia Dortmund en su persecución de los puestos europeos. Los de Klopp recibían a un Hertha de Berlín también persiguiendo un objetivo, en su caso, certificar la salvación. Los locales se mostraron muy verticales gracias al continuo movimiento de sus jugadores de ataque, que crearon continuos espacios en la defensa berlinesa. Los visitantes consiguieron igualar el encuentro en la segunda mitad pero no pudieron hacer lo suficiente para crear peligro en la portería de Mitch Langerak.

Espacios, verticalidad y gol tempranero

Las primeras aproximaciones al área rival llegaron por parte local, con una gran profundidad por las bandas y buscando la verticalidad de jugadores como Kampl, Mkhitaryan o Aubameyang. Precisamente esas internadas por la banda propiciaron el primer tanto del partido en el minuto ocho, obra de Neven Subotic al conectar con un gran cabezazo un balón centrado desde el banderín de córner por parte de Henrik Mkhitaryan.

Los hombres de Jürgen Klopp entendieron que la clave era buscar la verticalidad de sus hombres de arriba, con Aubameyang abriendo espacios y Kampl y Mkhitaryan aprovechándolos. Cerca del cuarto de hora de encuentro, el gabonés ganaba la espalda de toda la defensa del Hertha y cedía el balón para el armenio, que terminaba mandándolo fuera tras dos recortes en el interior del área. Ante un Borussia Dortmund muy bien situado en defensa y ejerciendo una buena presión en todo el campo, los visitantes solo pudieron acercarse a la portería de Langerak mediante faltas que no incomodaron al guardameta australiano.

El Dortmund se mostró muy sólido en defensa y vertical en ataque

Los de Klopp seguían generando peligro al contrataque gracias al buen papel de la defensa y a las incontables recuperaciones de balón de los centrocampistas. Sin embargo, los locales no conseguían crear el peligro suficiente como para anotar un gol y el Hertha lo aprovechó en el minuto 38 para mandar el primer aviso. Tras una transición rápida, Valentin Stocker recibía en la frontal del área y mandaba un disparo alto tras una media vuelta que lo dejó solo. El Dortmund se rehízo y volvió a mostrar más solidez, mientras que los berlineses cerraron la defensa y consiguieron marcharse al descanso sin conceder más espacios.

Ante la igualdad, sentencia

El Dortmund salió del vestuario queriendo acabar la faena que no acabó en la primera mitad. En la que fue prácticamente la primera jugada del segundo tiempo, un contraataque y una internada por la banda le bastaron a los borussers para sellar el segundo tanto. Tras un rebote con el árbitro, Mkhitaryan se hacía con el balón en la frontal del área y lo dejaba para Erik Durm que, desde la esquina derecha, recortaba y mandaba un tiro cruzado a media altura que se colaba en las mallas de Kraft para poner el 2-0.

Dos minutos después, otra jugada por la banda derecha permitía a los de Klopp crear peligro sobre la portería del Hertha. Una gran maniobra de Mkhitaryan cerca de la línea de fondo le permitía dejar atrás a su defensor y cedía en la frontal del área para Gündogan que conectaba un buen disparo que se iba por encima del larguero. A partir de entonces, el partido entró en una fase más calmada, con un Borussia más relajado y un Hertha de Berlín que conseguía acercarse poco a poco a la portería de Mitch Langerak.

Con el partido igualado, el Dortmund se relajó y concedió más espacios

Con el partido igualado y la posesión repartida, los de Klopp siguieron defendiendo bien y buscando salir a la contra, aprovechando las bandas y con la mayoría de jugadores de ataque tirando desmarques y buscando pases directos. Sin embargo, esa tendencia a la verticalidad de los locales dejaba más espacios en la defensa que los berlineses aprovechaban para crear más ocasiones; a pesar de que ninguno de los dos equipos creara peligro serio.

En los últimos diez minutos el Hertha pisó el acelerador y empezaba a llevar peligro a la portería local. En el minuto 81 Pekarik mandaba un centro desde la derecha que nadie alcanzaba a rematar. Un minuto después, los locales volvieron a tirar de verticalidad para plantarse delante de un Thomas Kraft que se lucía parando dos disparos a quemarropa de Kampl y Kagawa. A tres minutos del final, otra vez un centro desde la derecha ponía el susto en los asistentes al Signal Iduna Park, a pesar de que Wagner no lograba rematar bien en el segundo palo.

Con el pitido final, todos los borussers celebraron la victoria conocedores de la importancia de los tres puntos. Con la combinación de resultados, los borussers se quedan séptimos con 43 puntos y a dos del sexto, el Schalke que tiene un partido menos. Los de la capital alemana quedan decimoterceros con 34 puntos y con tres de margen sobre el descenso.