Con Europa en el horizonte más inmediato y la despedida de dos mitos del club como Klopp y Kehl, los jugadores del Borussia Dortmund saltaron al campo con una motivación extra. El Bremen, que no se jugaba nada, fue la víctima perfecta para un Dortmund que quería brindar a su entrenador la despedida que se merecía.

Comienzo arrollador

El once inicial borusser, sin sorpresas, salió a comerse el partido desde el minuto uno. En la segunda jugada del partido, Mkhitaryan recibía un buen balón en la parte derecha del área y obligaba a Casteels a estirarse para evitar el primero. Y, unos minutos más tarde, era Aubameyang el que no abría el marcador de milagro tras estrellas un buen centro de Reus en el palo.

Pero el gol no iba a tardar mucho en llegar. En el minuto 14, Vestergaard regalaba un balón a Gündogan en las proximidades del área y propiciaba un cuatro para uno, en el que Kagawa iba a ser el encargado de batir a Casteels y poner el primero. Sin tiempo ara reaccionar, en el minuto 16, Aubameyang, tras una buena pared con Kagawa, se plantaba solo delante de Casteels y volvía a batirle cruzando el balón y poniendo el 2-0 en el marcador.

(Imagen: @Fanabteilung)

Las 'contras', protagonistas

Con el paso de los minutos el partido se igualó. El Dortmund, completamente entregado, descuidó la terea defensiva y el Bremen aprovechaba a la contra. Así llegó el gol de los norteños, que tras una buena jugada de equipo se plantaban en el área para convertir a Öztunali en su goleador (min. 26).

Mkhitaryan marcó un auténtico golazoY el Bremen despertó y buscó el empate. A punto estuvo de conseguirlo a través de Franco Di Santo, pero Weindenfeller le ganó la partida y minutos más tarde lo lamentaría. En el minuto 43, fue el Borussia quien aprovechó una contra para matar. Mkhitaryan, bajaba con clase un buen balón de Kagawa y se la picaba a Casteels para marcar un auténtico golazo.

Esfuerzo sin recompensa

Poco más pasó en la segunda parte. Con el partido completamente controlado y la superioridad en el marcador, el Borussia Dortmund se dedicó a probarse ante un Werder Bremen desaparecido. Los borussers intentaron ampliar su renta, pero Casteels se gustó y lo paró todo. Lo más destacado, un disparo de Mkhitaryan a bocajarro que el portero del Bremen consiguió desviar al larguero.

En el último suspiro del encuentro, Selassie recortó distancias en el marcador tras rematar, en fuera de juego, una falta lateral. En el minuto 86, Klopp decidió homenajear a Kehl quitándolo del campo en su último partido, lo que provocó que el Signal Iduna Park se rindiera al veterano mediocentro con una grandísima ovación.

Al final, la victoria del Augsburgo ante el Borussia Mönchengladbach obliga al Dortmund a jugar dos previas para estar en Europa la siguiente temporada, aunque tendrá una última opción de clasificarse directo si gana la final de la DFB-Pokal del próximo sábado.