Se cierra el telón una temporada más en la Bundesliga, dejando tras de sí un sinfín de nombres propios. Entre otros, los que conforman este once ideal de futbolistas revelación de la temporada. Y no han tenido un camino fácil para ser los elegidos, puesto que cada vez es mayor la competencia en una liga que apuesta fuertemente por la juventud. Además de estas once promesas, bien podrían haber tenido su hueco Dominik Kohr, mediocentro del Augsburgo, Marnon Busch, prometedor lateral del Werder Bremen, o Mitchell Weiser, del Bayern. El crecimiento y la mejora de la competición en Alemania está asegurada mientras los clubes sigan dando oportunidades a este tipo de jugadores.
Portero
El joven internacional suizo ha sido un seguro en la portería del Friburgo. Llegó procedente del Grashopper suizo al principio de temporada con el objetivo de hacer olvidar a Oliver Baumann y lo ha conseguido con creces. Se ha convertido en solamente un año en uno de los porteros más destacados de la Bundesliga, y con 152 ha sido el que más paradas ha realizado. Sus grandes intervenciones no han podido evitar el descenso del Friburgo. La próxima temporada jugará en el Borussia Dortmund de Tuchel.
Defensas
Alternó el puesto de defensa central con el de lateral derecho durante la temporada y ha rendido a un gran nivel. Arrancó la temporada cedido por la Roma pero sus buenas actuaciones en la primera vuelta provocaron que el Bayer Leverkusen se decidiera por ficharlo de forma definitiva. Destacó su calidad y criterio a la hora de subir el balón, además de su juego aéreo. Si corrige su precipitación a la hora de entrar al rival, dará mucho que hablar.
No era fácil abrirse paso en un equipo en el que la defensa hacía aguas por todas partes. Pero Timo Baumgartl lo logró. Armin Veh le hizo debutar antes de abandonar el cargo, y sus buenas actuaciones propiciaron que Stevens continuara confiando en él. Aprovechó las oportunidades que se le presentaron, casi siempre en forma de lesión de algún compañero, e hizo gala de una gran sobriedad pese a su corta edad. Apenas pierde la posición y juega el balón con tranquilidad y criterio. Puede consagrarse como un gran central en próximas temporadas.
No ha sido su primera temporada como jugador de la primera plantilla, puesto que la anterior, en 2.Bundesliga, ya era un fijo en el once del equipo. Aún así, el rendimiento del joven central en la máxima categoría del fútbol alemán ha sorprendido a propios y extraños. Velocidad, fuerza y buen trato de balón conforman las características perfectas para que Wimmer siga brillando en el futuro. Cuenta de ello ha tomado Pochettino, que se lo lleva al Tottenham para la próxima temporada.
Siguió el consejo de Ze Roberto y aterrizó en Leverkusen procedente del Gremio de Porto Alegre para ocupar el lateral izquierdo del conjunto alemán. Sus actuaciones fueron notables desde el principio y poco a poco fue haciéndose un sitio en el once de Roger Schmidt hasta convertirse en un fijo. Sus inteligentes incorporaciones por el costado izquierdo, cargadas de técnica y velocidad, fueron una de las bazas de este Leverkusen en ataque.
Centrocampistas
Comenzó la temporada en el Bayern a las órdenes de Pep Guardiola. El club atisbó en él un enorme porvenir por lo que antes de finalizar la primera vuelta logró renovarlo hasta 2018 y acordar su cesión al Augsburgo en búsqueda de una continuidad que el gigante de Alemania no le podía, de momento, ofrecer. En su nuevo destino aprovechó la oportunidad presentada y derrochó fútbol, demostrando todas las cualidades que hacen de él un mediocentro completísimo. Regresará a Múnich con el aval de Guardiola para, ahora sí, convertirse en una pieza importante del equipo.
Se fue ganando la confianza de Schäaf a medida que el míster le ofrecía oportunidades. Fue el motor de un equipo que no encontró la regularidad necesaria para engancharse a la parte alta de la clasificación. Con tan solo 19 años siempre llevó la batuta en los ataques del Eintracht y pese a lo que pueda parecer por su menudo físico, derrocha técnica individual y tiene una claridad pasmosa en los últimos metros. Sus números dan fe de ello: 3 goles y 5 asistencias.
El nieto del mítico Uwe Seeler ha conseguido ganarse con creces durante la temporada el calificativo de futura estrella. Inició la temporada en el Bayer Leverkusen, en el que la gran competencia de la plantilla no le permitía tener continuidad. Pero con la llegada del mercado de invierno, recaló, en forma de cesión, en el Werder Bremen de Viktor Skripnik y encontró por fin la estabilidad que su edad y su vistoso juego requerían. Su clarividencia en ataque proporcionó buenos balones a sus compañeros, a los que regaló tres asistencias.
Presentó sus credenciales a media Europa con un brillante partido frente al Real Madrid. No han sido demasiadas las oportunidades que ha tenido en Bundesliga durante la temporada, pero suficientes para intuir lo que será capaz de ofrecer en un futuro. Una depuradísima calidad individual y una tremenda facilidad para asociarse con sus compañeros hacen de él un futbolista con mucho peso en el juego de ataque de su equipo. La próxima temporada debe ser la de su confirmación en la élite. De momento nos ha hecho disfrutar a base de aprovechar los minutos que le han ofrecido.
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El club apostó en verano por él y no dudó en completar su fichaje desde el Groningen holandés, donde ya había comenzado a destacar pese a su juventud. En el Stuttgart, tras un inicio dubitativo con Armin Veh, y pese a no contar en un principio para Stevens, fue uno de los culpables de la salvación del equipo en un tramo final de competición brillante. Siempre que el balón le llegaba a Kostić se sabía que algo bueno iba a ocurrir. Con una facilidad innata para el desborde, una velocidad más que notable y una precisión quirúrgica para los centros con su fina zurda, el serbio ha pasado a ser uno de los ídolos en el Mercedes-Benz Arena. El rendimiento final de su equipo en ataque ha ido ligado a su estado de forma. La próxima temporada intentará tener la continuidad que le ha faltado en esta.
Delantero
Gran parte de la culpa de la irrupción de Selke en el primer equipo la tiene Viktor Skripnik, que ya lo había tenido en el filial y conocía muy bien sus posibilidades. Con sus 192 centímetros, y una capacidad congénita para hacer gol, ha formado junto al argentino Di Santo una de las parejas más letales de la Bundesliga. Su tranquilidad frente a la meta rival y su zancada, que utiliza para ganar posiciones claras de ataque, han sido sus principales armas a lo largo de la temporada. Sus números en la que ha sido su primera campaña en la máxima división sorprenderían a cualquiera. Pese a que la próxima temporada jugará en 2.Bundesliga al fichar por el RB Leipzig, podríamos estar ante uno de los delanteros que marquen tendencia en el futuro del fútbol alemán.