La última jornada de la fase de grupos se abría paso en el Europeo sub21 con un partido a cara de perro entre la República Checa y Alemania. Un partido en el que, salvo carambola, solo uno de los dos seguiría adelante en la competición. Primera gran prueba de fuego para una Alemania que había goleado a Dinamarca ante un conjunto local que, pese a llegar por detrás en la clasificación, había dejado grandes sensaciones en los partidos previos.

Alternancia y control

Lo mucho que había en juego y la idiosincrasia de uno y otro provocó que el choque arrancara vibrante. Ambos equipos salieron de vestuarios con la intención de mandar y atacar desde los primeros instantes, dejando a un lado las especulaciones. Dentro de este guion, Alemania gozaría del control en los primeros instantes. Con un once muy parecido al que tan bien había funcionado contra Dinamarca, en el que Volland ocupaba la punta de ataque, los germanos empezaron a circular el cuero con celeridad.

La movilidad de Volland y Meyer dotaba a Alemania de un enorme peligroLa movilidad de Volland y Meyer arriba, sumada a la buena circulación de los mediocentros y las apariciones de un inspirado Younes por banda, dotaron a los germanos de un gran peligro, permitiéndoles gozar de la primera ocasión. Younes se revolvió en el área, chutó con fuerza pero Koubek, con un palmetazo, despejó el cuero. La ocasión pareció despertar a la República Checa, quien, alrededor del minuto 20, cambiaría las tornas del partido. Los de Dovalil, que habían empezado más timoratos, buscando un juego más directo sobre el lado derecho frecuentado por el portentoso Kaderabek, dieron un paso adelante.

Hrubesch apostó por Schulz en el costado derecho para tapar las subidas de Kaderabak | Imagen: uefa.com

Poco a poco, los locales fueron sumando minutos en campo rival, metiendo a la Mannschaft en su terreno, y las ocasiones empezaron a llegar. La mejor para los checos la tendría Frydek, tras gran jugada con posterior pase de Kliment, pero su remate sería repelido por ter Stegen. Al igual que su rival unos minutos antes, la República Checa tampoco sería capaz de rentabilizar su dominio, y el partido fue acabó muriendo mansamente hasta llegar el descanso.

Toma y daca

El parón que se habían tomado ambos equipos justo antes del tiempo de asueto, sería rápidamente contrapuesto por un arranque de segunda mitad vibrante. Ambos equipos salieron muy revolucionados, frenéticos, sin reservar nada. En el 46, Korb tuvo que sacar bajo palos un buen remate de cabeza serbio tras saque de esquina; y cinco minutos después, Meyer, solo ante Koubek, erraría en el control, desperdiciándo así una muy clara ocasión de gol.

Gol vital para Alemania cuando más inestable estaba el partidoEl partido estaba roto, desordenado, con opciones para ambos, y fue entonces cuando llegó el gol. Kalas falló en un despeje claro tras centro raso y Schulz, que pasaba por allí, anotó el primero del partido. Gol vital para Alemania cuando más inestable estaba el partido. A la vez, en el otro partido del grupo, Dinamarca cerraba el partido y su pase anotando el segundo gol. Un tanto que obligaba a la República Checa a ganar si quería acceder a la segunda fase. Sin embargo, tras el tanto, los germanos se habían serenado y daban la sensación de controlar el partido a placer, a la espera de un error de su rival que les asegurara la victoria y el pase.

La intensidad en cada acción fue manifiesta | Imagen: uefa.com

Pero los checos aún no habían dicho su última palabra, y tras unos buenos minutos, empataron el choque. Petrak abrió a Kaderabek, éste prolongo sobre el desmarque del propio Petrak y el mediocentro centró al segundo palo, donde Krejci, recién ingresado, empató el partido. Faltaban entonces 20 minutos para el final, y el choque entraba en su fase más emocionante, pues un gol de la República Checa dejaba fuera a Alemania. Los de Dovalil lo intentarían desde entonces con todo su empeño hasta el final, incluso con el meta Koubek subiendo a rematar balones, pero Alemania se mantuvo muy sólida y sobría, cerrando un empate que da buena muestra de su firmeza.

Empate final entre germanos y checos que, sumado a la victoria danesa por 2-0, elimina al cuadro de casa, la República Checa, y da el pase a la Mannschaft. Partidos muy igualado y gran espectáculo el mostrado por dos selecciones muy ofensivas, que se repartieron a partes iguales las fases de dominio. Los checos se marchan así de su torneo dejando grandes nombres como el lateral, recién fichado por el Hoffenheim, Kaderabek o el punta Kliment. Por su parte, los germanos avanzan a semifinales con firmeza, pero con su halo de favoritismo algo desdibujado tras una poco brillante fase de grupos. Les toca mejorar a los Volland, Meyer, ter Stegen o compañía si desean cumplir con las expectativas.

Alemania sigue adelante en el torneo | Imagen: uefa.com