España que se encontró con un gol temprano, dominó los diferentes registros del juego a lo largo del partido y gracias a ese saber jugar en cada momento logró una importantísima victoria con autoridad.

Tanteo inicial seguido de ritmo y verticalidad

Los primeros minutos del partido fueron los propios de una jornada inaugural en un torneo de estas características. El miedo y el respeto reinaban sobre el terreno de juego y el ritmo del juego era relajado y pausado. Pero esta situación no duró mucho, pues la calidad de los jugadores de tres cuartos y el ritmo que ambas selecciones comenzaron a imprimir al juego pronto se impuso.

Aunque Alemania por medio de Sané fue la primera en intentarlo, fue España quien se adelantó pronto en el marcador. Mikel Merino puso el primero en el electrónico, Marco Asensio metió un pase entre el lateral y el central para que Pedraza centrase, el centro era taponado por el defensa alemán y el rebote le calló al pamplonica para empujarla directa a la red.

El gol llegó en el momento en que Alemania estaba tomando el timón del encuentro, los ataques de la selección germana eran rápidos y verticales. Ambos centrales, sobre todo Tah buscaban pases interiores con los que superaban la primera y hasta la segunda línea de presión española. En tres cuartos estaba un participativo Sané que con sus toques incrementaba la velocidad del juego. Sin embargo, tanto Meré como Vallejo estuvieron impecables durante todo el partido.

Alemania trató de presionar arriba en la salida del juego español, pero su presión era descordinada y con ayuda del pivote y los interiores la rojilla, no tuvo dificultades en mantener el balón y cansar a los alemanes. En un primer tiempo que no destacó por las ocasiones, la primera parte concluyó con una ocasión para cada selección equipo. Sané lo intentó desde la lejanía y Asensio replicó con una conducción hacia dentro que finalizo con un tiro ligeramente desviado.

Manejo de los tempos y la sentencia

En esta segunda parte Alemania llegó más al área española pero se encontró una y otra vez con un magnífico Sivera. Los Amiri, Cueto, Waldschmid, Werner y Sané se mostraron incapaces de derribar el muro que Sivera representó para los de Sorg.

Aunque España tuvo el partido bajo control durante la mayor parte del partido la tensión del estar solo un gol por encima dio esperanzas a la selección germana, que no dejó de intentarlo hasta el pitido final. Entre tanto, Dani Ceballos y Marco Asensio se dedicaron a destrozar el medio campo alemán y dar asistencias de lujo mientras desbordaban con suma facilidad a los diferentes defensores.

Llegó el minuto 70 de partido, la jugada polémica con la que España sentenció el partido. Borja Mayoral, llegó antes que el guardameta Funk al balón y se dejó caer. Una jugada sumamente rápida en la que el colegiado italiano Marco Guida señaló penalti. El propio Borja Mayoral anotó la pena máxima y finiquitó el partido.

Alfonso Pedraza protagonizó la jugada tonta del partido, pues con este mismo casi terminado entró con la plancha por delante y fue expulsado con una roja directa en el minuto 88. Con Alemania volcada al ataque más por obligación que por fe, y con España con uno menos, llegó una contra rapidísima en la que Nahuel, que había entrado en el 69, regateaba a Funk para finalmente empujar el balón al fondo de la portería.

Así pues, España se impuso en un primer partido en el que se pudo ver una buena España y una Alemania en la que el talento y la capacidad es visible, pero a la que le falta conjuntarse y tener más calma a la hora de jugar. Los muchachos de Sorg jugaron con mucha precipitación y ningún jugador fue capaz de pausar el juego para tomar la decisión correcta en cada situación.