Con la salida de Jürgen Klopp y la renovación del Borussia Dortmund, todo parece indicar que, como dictaminara la temporada pasada, Dieter Hecking y el Wolfsburgo han tomado la batuta y se han perfilado como el nuevo rival a vencer dentro de la Bundesliga para el todopoderoso Bayern de Múnich de Pep Guardiola. Sin embargo, tal y como ocurriere con "Kloppo" en sus mejores años, el duelo se perfila como la consagración de una lucha hegemónica que traspasa la cancha y se traslada al pizarrón. La táctica, empleada magistralmente por ambos entrenadores, es el gran condimento en este primer duelo de este curso 2015-2016 entre los más poderosos del fúbol teutón en la actualidad. Explosividad contra Elegancia, Verticalidad contra Paciencia, Precisión en ambos bandos pero con ideas diferentes, todo indica que la lucha ha comenzado y una nueva era se aproxima en el balompié alemán.

2014-2015: el inicio de la 'Civil War'

Bayern de Múnich y Wolfsburgo fueron los encargados de abrir el telón de la Bundesliga la temporada pasada. Con el Allianz Arena como escenario, Dieter Hecking y Pep Guardiola tuvieron el primero de sus duelos particulares con un sabor más allá de una fecha tradicional en el fútbol alemán. En aquel partido, los goles de Robben y Müller (Bayern) se sumaron al tanto de Olic (Wolfsburgo) para dejar un 2-1 en el marcador en un partido ampliamente ofensivo que bien pudo terminar en un 7-6 sin exageraciones. La guerra comenzaba.

La sensación de aquel duelo era clara: los lobos eran un rival a considerar

La sensación de aquel duelo era clara: los lobos eran un rival a considerar. En el contexto del partido, el Bayern miraba de cerca al Borussia Dortmund como su mayor némesis. Sin embargo, tras una gran demostración en terreno bávaro, los lobos de Hecking dieron un golpe sobre la mesa. La explosividad de sus contragolpes, la rapidez mental de De Bruyne y la magia para estirar sus formaciones, creando una ilusión de acordeón táctico donde podían presionar arriba y replegarse en el fondo con marcada rapidez y precisión, fueron los ingredientes tácticos que dieron un duro golpe a los de Múnich demostrándoles que habían más preocupaciones que Klopp.

Alineación Bayern de Múnich Fecha 1 Temporada 2014-2015-
Alinación Wolfsburgo
Fecha 1 Temporada 2014-2015.

El partido planteó las dos propuestas de ambos entrenadores. Por un lado, Guardiola marcó el debut oficial de su 3-4-3, con la tendencia a moverse con un 3-5-2. En el, Robben se ampliaba a un carrilero derecho, obligando al retroceso de Alaba como stopper zurdo. Por su parte, Bernat ocupaba el puesto por izquierda y Götze hacía movimientos de rotación con Müller y Lewandowski en ataque para desubicar a los centrales rivales. El mediocampo, con dos auténticos mediocentros, dejaba en claro que jugaría a un paralelo donde ambos volantes formarían una línea inquebrantable para evitar las sorpresas al contragolpe y generar superioridad en zona de remate.

El partido planteó las dos propuestas de ambos entrenadores

Por otro lado, Hecking llegaba con su 4-5-1 donde Olic, más rápido y movedizo que potente, se abría hacia los costados para la llegada de los volantes centrales, dejando en completa libertad a De Bruyne para maniobrar según la acción ofensiva lo demandara. Rodríguez y Jung eran auténticas balas en ataque y formaban una retaguardia firme con la llegada de los extremos, haciendo que la salida al contragolpe fuera totalmente limpia y marcando un sprint colosal para asfixiar en corridas a los centrales bávaros. Las propuestas iniciaban la tendencia que, hasta hoy, parece permanecer en ambos libretos.

Con un 2-1 final y un sinfín de acciones en ataque, ambos equipos dejaron en claro algo: se puede llegar al gol desde muchas vías. La propuesta ofensiva tiene mil caras y cada equipo se adhirió fielmente a cada una. Guardiola promovía la posesión, dotada de una mayor verticalidad que en años anteriores, y siempre con la búsqueda del gol mediante paredes y toques cortos y precisos. Hecking llegaba saltando líneas, con De Bruyne como plataforma de lanzamiento y Olic corriendo a las espaldas de los centrales. Neuer y Grün vivieron un partido sumamente cargado donde, incluso, Malanda (R.I.P.) fallaría una ocasión clara en línea de gol que pudo haber cambiado el partido.

El primer gol de la Bundesliga 2014-2015 mostraba la mejor arma del Bayern de Múnich. Robben llega por derecha, quiebra a Luiz Gustavo y manda un centro medido para Müller por el centro. Sin embargo, toda la jugada arrancó con Neuer saliendo en corto con Badstuber, quien abrió para Lahm. El capitán se juntó con Alaba y generó una doble pared, respaldada por Gaudino, para abrir con el holandés hacia el costado diestro. La precisión en el esférico se mantenía, pero se aumentaba la rapidez, se abría con mayor verticalidad y se generaba la sensación de que Robben comandaba el cambio de ritmo, dejando que Lahm guiara el camino desde el fondo.

Olic marcó uno de los mejores goles de la Bundesliga con una clave táctica para "kriptonizar" al "SuperBayern": la presión alta

Hecking apostaba diferente. Olic marcó uno de los mejores goles de la Bundesliga con una clave táctica para "kriptonizar" al "SuperBayern": la presión alta. Los extremos tomaban la marca de los stoppers y el delanterocentro se iba hacia el central que tomaba el balón. Los volantes adelantaban líneas y quebraban las conexiones bávaras. El Bayern perdía el balón y lo dejaba en los pies de Luiz Gustavo, quien rápidamente cedía para De Bruyne y éste hacia la magnífica media vuelta de Olic y el zurdazo certero. Gol para hemeroteca por dos motivos: pincelada en la definición y cátedra de como 'Des-Guardiolizar' un partido. Hecking levantaba la mano ante la solicitud de némesis en Alemania.

Müller abría la cuenta goleadora ante el Wolfsburgo. // (Foto de dw.de)

La caída del halcón rojo

Pero la Fecha 1 fue solo un presagio. Como si el cuervo que anuncia la muerte hubiera pasado por Allianz Arena para avisarle al Bayern de Múnich que sufriría la peor debacle de la temporada en manos de los lobos. Atrás quedara la caída ante el Barcelona en Champions League. La apertura de la Segunda Vuelta de la Bundesliga dejó la peor versión de los bávaros ante el Wolfsburgo. Dominados de principio a fin, reducidos a su mínima expresión y pulverizados en suelo ajeno. El Bayern no encontró apelativos. La otra faceta del fútbol alemán imperaba en la ecuasión. Demasiado lobo para tan poca caperucita.

El Bayern no encontró apelativos. Demasiado lobo para tan poca caperucita

El partido arrancaba con iguales pizarrones pero con diversos protagonistas. Schweinsteiger y Xabi Alonso ejercían de meciocentros con Boateng, Dante y Alaba en línea de tres. Rode probaba suerte como extremo derecho para que Robben hiciera de Götze por detrás de Lewandowski y Müller. Por su parte, Benaglio llegaba bajo palos para Hecking, con la versión de Vieirinha como lateral derecho y la de Arnold como compañero de Luiz Gustavo. Caligiuri y Perisic acompañaban a De Bruyne, con la variedad de jugar con un punta más fortalecido físicamente como Bas Dost.

El Wolfsburgo literalmente demolió al Bayern de Múnich. // (Foto de bbc.com)

Bas Dost y De Bruyne, por partida doble, anularon el solitario gol de Bernat y decretaron un 4-1 potente y contundente. La clave fue simple: voracidad. El Wolfsburgo hizo honor a su nombre y salió a devorarse al Bayern. Desde el pitazo inicial, cada vuelta que daban Schweinsteiger o Xabi Alonso buscando un receptor estaba condimentada con tres marcadores diferentes. Los giros de los mediocentros, claves en el esquema de Guardiola, se veían tapados en todas direcciones. La salida era tocar atrás o enviar el balón largo, algo que facilitaba la labor de Naldo en el fondo. El toque del Bayern se reducía a tres pases completos que acaban en una precisión hacia el frente.

El Wolfsburgo hizo honor a su nombre y salió a devorarse al Bayern. El partido defensivo de Hecking fue perfecto

Además, con Robben fuera de la banda y más centralizado, la capacidad del cambio de ritmo se veía limitada por los cierres de Arnold y Luiz Gustavo. Cada intento de desborde del holandés era cerrado por cuatro jugadores diferentes, dejándolo limitado en ataque y con la obligación de buscar a sus compañeros hacia los costados, donde Rodríguez y Vieirinha cerraban el espacio con Perisic y Caligiuri como relevos. Los centros tampoco eran opción. Lewandowski y Müller perdían cada duelo aéreo contra Naldo y Knoche, dejando en claro que el Bayern tenía todas las vías cerradas en ese partido. El partido defensivo de Hecking fue perfecto.

Bayern de Munich - Wolfsburgo - Football tactics and formations
Esquemas tácticos del Wolfsburgo - Bayern de Múnich 2014-2015.

La imagen dentro del terreno de juego era clara. El Wolfsburgo, consciente de su mayor agresividad, empujó un auténtico escuadrón de seis marcadores sobre el centro del campo para tapar a Xabi Alonso y Bastian Schweinsteiger y crearle serias dudas de posicionamiento a la línea de tres en el fondo. Los laterales verdes se contuvieron en sus subidas para frenar, con una línea fija de cuatro, las triangulaciones que Robben, Müller y Lewandowski intentaban en ataque. Pero la magnificencia felina llegó en ataque. La forma en cómo únicamente De Bruyne y Bas Dost se comían vivos a los defensores bávaros en velocidad era increíble.

Robo de balón, velocidad pura a la espalda de los defensores y el dos contra uno ante un Dante flojo y débil en el regate

En la búsqueda de soluciones con el balón en los pies, los tres centrales adelantaban sus posiciones para colocarse como posibles receptores, pero dejaban un espacio infernal tras de ellos, lo que dejaba a De Bruyne y Dost con toda una pista de atletismo para correr a su gusto, sabiendo que ni Xabi Alonso ni Schweisnteiger podrían retroceder para alcanzarlos y que Alaba y Boateng dejarían a Dante solo a merced del dos contra uno. Apenas un gol de Dost de volea en el área fue la única variante. Pero, los otros tres tantos, llegaron con la misma firma: robo de balón, velocidad pura a la espalda de los defensores y el dos contra uno ante un Dante flojo y débil en el regate. Nada podía hacer Neuer, quien, incluso, se limitó a jugar su área, sabedor que ni su aporte como líbero improvisado contendría la ofensiva de los lobos.

Era cuestión de movimientos, de transiciones, de espejismos tácticos que deshidrataban el cerebro defensivo del Bayern

Otro aspecto a considerar es el del factor De Bruyne. Escondido entre el zona media del campo, el belga desorbitaba la marca de Alaba y Dante al descolgarse más sobre sector zurdo, obligando a Boateng a retraerse sobre ese costado y dejando al descubierto la lentitud de Rode en el regreso, algo que Dost aprovechaba al descolgarse sobre ese sector y crear superioridad ofensiva. Todo lo contrario a Lewandowski y Müller, quienes chocaban contra Naldo y Knoche y veían como Robben no generaba diagonales rápidas o cambios de ritmo, lo que volvía predecible el ataque bávaro. No era necesario mayor número de atacantes. Era cuestión de movimientos, de transiciones, de espejismos tácticos que deshidrataban el cerebro defensivo del Bayern, descomponiendo sus neuronas en zona de volantes y acabando con su oxigenación nerviosa en ataque. El plan se ejecutaba a la perfección.

A diferencia de otros partidos, el Bayern chocó una y otra vez ante un muro imposible de romper y se encontró con auténticas liebres ante las tortugas que ejercían de centrales en sus filas. Atrás quedó el desdoble de Alaba y la profundidad de Boateng. La magia del pase de Schweinsteiger y Xabi Alonso quedó escondida y Robben se diluyó en sus débiles intentos por desbordar sobre el centro. El lobo devoró a la caperucita. Hecking derrotó a Guardiola. La diferencia de puntos era marcada entre ambos, cosa que minorizó el impacto, sin embargo, la sensación era clara: el Wolfsburgo era el nuevo archienemigo del Bayern de Múnich. El fútbol alemán marcaba una transición interna.

Apuntes Finales

La Supercopa Alemana abre de nuevo el telón. La Bundesliga vivirá una renovada 'Civil War', con dos de sus mejores superhéroes en una clara disputa por el poder. La tecnología táctica y las innovaciones de pizarrón de Guardiola se enfrentarán ante la solidez de su idiosincrasia, la sensación de anhelo de grandeza y la voluntad laboriosa del Wolfsburgo. La elegancia se enfrenta a la verticalidad. La agresividad se ve el rostro de frente ante la exquisitez. Hecking se mide a Guardiola para hacer olvidar a Klopp y obligar a Tuchel a ganarse a pulso personal un lugar en este duelo. Los dos grandes de Alemania, en la actualidad, se miden mutuamente. El escenario está listo. Es hora de pelear.