El Wolfsburgo se llevó el triunfo ante el Eintracht de Frankfurt en un partido muy pobre. Bastaron tan solo dos zarpazos, uno de Perisic y otro de Bas Dost, para que los de la Volkswagen dejaran los tres puntos en casa.

El partido comenzó con un ritmo frenético. Ambos equipos demostraron, en los minutos iniciales, las ganas que tenían de que el campeonato liguero comenzara. El que golpeó primero fue el Eintracht, por medio del jugador más activo de las águilas, Haris Seferovic. El ex de la Real Sociedad metió el miedo en el cuerpo a todos los aficionados del Wolfsburgo, después de que un gol suyo fuera anulado en el minuto dos. Después del tanto anulado, el primer gol válido no tardo en llegar. En esta ocasión, el que golpeó fue el Wolfsburgo, por medio de Ivan Perisic. Corría el minuto 12 cuando Max Kruse puso un gran centro para que el delantero croata rematara a placer, poniendo el momentáneo 1-0 en el Volkswagen Arena.

Cuatro minutos más tarde del gol local, llegó el segundo mazazo para el conjunto dirigido por Armin Veh. Después de una jugada embarullada en el área del Eintracht, el balón le llegó a Bas Dost, que no desaprovechó la oportunidad y fusiló al cancerbero finlandés Hradecky. Pese al gran trecho abierto por el Wolfsburgo en el marcador, las águilas no bajaron los brazos. Prueba de ello, dos minutos más tarde del gol de Bas Dost, llegó el primer tanto para el Eintracht. Aprovechando el gran centro puesto por Haris Seferovic, Reinartz realizó un remate inapelable para superar al guardameta belga Casteels.

A raíz del tercer gol del encuentro, el ritmo del partido cayó en picado, cuesta abajo y sin frenos. El partido entró en una dinámica repleta de posesiones largas, imperfecciones y faltas, muchas faltas. Aparte de lo comentado, las ocasiones no llegaban, ni de un lado ni del otro, por lo que a ojos del espectador el partido dejaba mucho que desear. Con este resultado se llegó al final de los primeros 45 minutos reglamentarios.

La segunda mitad comenzó con un Wolfsburgo mejor plantado sobre el terreno de juego. El ritmo del partido siguió siendo el mismo, posesiones largas y, en definitiva, pocas ocasiones. Una de las noticias del encuentro fue el mal partido de la estrella belga Kevin de Bruyne. De Bruyne no tuvo frente el Eintracht su mejor tarde como futbolista, ni mucho menos. El belga lo intentó con insistencia durante todo el partido, pero las cosas no le salieron a pedir de boca. Por ello, Dieter Hecking decidió sacarle del campo, dando entrada a Aaron Hunt. Los minutos pasaban y ninguno de los dos conjuntos dio muestras de mejoría.

En el tramo final del encuentro, el Eintracht no fue a por el partido: Armin Veh no realizó ningún cambio en el esquema de su equipo, como si perder el partido les importara más bien poco. Tan solo una ocasión fue capaz de meter el miedo en el cuerpo de todos los aficionados que poblaron el Volkswagen Arena. La ocasión ocurrió en el minuto 84, cuando Waldschmidt apunto estuvo de marcar de cabeza.  Con esto se llegó al final de los 90 minutos en el Volkswagen Arena.

Con esta gris victoria, el Wolfsburgo se lleva los primeros tres puntos de la temporada ante un duro rival como es el Eintracht. Pese a la victoria, las sensaciones dejadas por el conjunto dirigido por Dieter Hecking no son las mejores, o por lo menos, las que el equipo dejaba la temporada pasada. El Eintracht, en cambio, se va de vacío en uno de los campos más difíciles de la actualidad en la Bundesliga.