El Bayer Leverkusen se impuso en Hannover gracias a un solitario gol de libre directo de Hakan Çalhanoglu en el minuto 18. Los de Roger Schmidt supieron mantener la renta durante todo el encuentro gracias a un Hannover que se mostró muy inofensivo, y aunque en la primera mitad dispuso de alguna ocasión clara, en la segunda apenas consiguió alterar a la defensa visitante.

Roger Schmidt decidió rotar y dar descanso a varios de sus jugadores, con la cabeza puesta en el partido de previa de Liga de Campeones frente a la Lazio en el Bay Arena del miércoles, donde intentarán remontar el 1-0 cosechado en Roma. Papadopoulos y Bellarabi esperarían su oportunidad en el banquillo, y su lugar lo ocuparían André Ramalho y Julian Brandt.

Errores, desorden y ocasiones para ambos equipos

En un inicio de idas y venidas, sin apenas control del balón en el centro del campo de ninguno de los dos conjuntos, ambos conseguían generar peligro al contraataque. El Hannover parecía querer ceder la iniciativa al Leverkusen, en el que destacó en los primeros minutos el joven Brandt, apareciendo por dentro en algunas ocasiones y aprovechando su velocidad para ganar la espalda a los defensores locales en otras.

Pronto llegaría el único tanto del encuentro. Una peligrosa falta de Schmiedebach sobre Mehmedi provocaría que Çalhanoglu deleitase a la grada con un genial golpeo de balón que acabó dentro de la red. El turco se encargó durante los 90 minutos de demostrarle a los 'Die Roten' que regalarle balones parados no era una buena idea.

El partido fue entrando en una vorágine de errores defensivos y desorden táctico, lo que originó una primera mitad de muchas ocasiones. Entre ellas, una de Benschop, tras una buena dejada de Erdinç con la cabeza, que le situaba al borde del área frente a Leno, pero no logró batir al meta alemán, en la que pudo ser su oportunidad más clara. Por parte visitante, Mehmedi pudo ampliar la ventaja a pase de Kiessling, pero tampoco materializó frente a Zieler.

El Leverkusen toma el control

En el comienzo de la segunda mitad, el los de Roger Schmidt contaron con dos ocasiones claras para aumentar la diferencia en el marcador, ambas a balón parado. La primera, otra falta en la frontal del área, esta vez más perfilada para el disparo de un zurdo, pero que otra vez sería para Çalhanoglu, que la estrelló en el larguero. Y la segunda, un centro desde el lateral que Ramalho remató a bocajarro en área pequeña, pero que se le marchó alto.

La segunda mitad que se caracterizó por tener algo más de orden, con circulaciones más lentas y con menos oportunidades para el contragolpe.

Frontzeck trató de cambiar la dinámica del encuentro dando entrada al jóven Maximim y retirando a Mevlut Erdinç, que estaba siendo de lo mejor de su equipo hasta el momento. Minutos después agotaría el cupo de sustituciones con Sobiech y Andreasen, como últimas intentonas para mejorar a su equipo.

Por su parte, Schmidt dotaría de frescura y velocidad a los suyos con la entrada de Bellarabi y más adelante el australiano Robbie Kruse.

Lars Bender dio el susto al recibir un codazo de Sané en el rostro, lo que le dejó bastante conmocionado. Finalmente quedó en nada.

Sin excesivos problemas, los visitantes lograron cosechar su segunda victoria en dos jornadas, ante un Hannover que se mostró muy inocente y sin recursos para hacer daño.

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Sobre el autor
Iván Pérez
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