Ambos equipos llegaban con la necesidad de sumar su primera victoria y comenzar a mirar lo que llegará con otra perspectiva. En el campo había más que tres puntos en juego.

Stuttgart condenado por sus fallos

El partido arrancó cargado de imprecisiones por parte de los dos equipos. Las pérdidas absurdas marcaban la tónica de dos equipos que no encontraban la manera de hacerse con el balón y controlar el partido. Pese a ello la primera ocasión llegaba para los visitantes cuando en el primer minuto de juego Stendera buscaba sorprender por raso a Tyton, pero el portero del Stuttgart se mostraba atento y se hacía sin dificultad con el balón.

El encuentro transcurría por los mismos derroteros, y a los diez minutos en una contra del Eintracht, un intento de centro lateral era introducido por Hlousek en su propia portería al tratar de despejar el balón. Los de Frankfurt recibían un regalo inmerecido hasta el momento y se adelantaban en el marcador.

Kostic, que se comenzaba a mostrar bastante activo por banda izquierda lo intentaba con sus características galopadas y buenos centros. Los delanteros no acertaban con los remates, en especial un fallón Harnik.

El Stuttgart comenzaba a tomar el control del partido y fruto de ello llegó el empate. El marfileño Serey Dié, haciendo gala de su privilegiado físico, arrancaba con el balón en dirección al área para sacar un centro en el que Didavi solamente tuvo que empujarla a la red. Todo volvía al punto de partida con el empate en el marcador. La diferencia, que ahora el Stuttgart estaba mucho más asentado en el campo.

Poco después del gol llegaba de nuevo una oportunidad clara para los suevos. Kostic superaba en velocidad a su marca y llegaba a línea de fondo para sacar un centro raso que inexplicablemente Harnik remataba a las nubes cuando lo más sencillo hubiera sido anotar a placer. El premio no terminaba de llegar.

El partido seguía su curso. El Stuttgart, sin crear demasiado, controlaba la posesión y robaba fácil cuando lo perdía. Pero, una vez más, el Eintracht obtenía ventaja tras finalizar una contra que los locales eran incapaces de defender. Seferovic, desde la banda izquierda ponía un balón raso que Castaignos remataba ante la pasividad de sus rivales. Duro golpe para los de Zorniger que cerraban el primer tiempo por debajo en el marcador con la sensación de ser extremadamente débiles en defensa. Dos ocasiones recibidas, dos goles en contra.

Castaignos protege el balón. | Fuente:eintracht.de

Expulsión que rompe el encuentro

Cuando todo va mal, no cabe duda de que aún puede ir peor. Y eso lo sabe muy bien el Stuttgart, que pese a arrancar la segunda parte mejor asentado que su rival terminaron por ceder definitivamente el partido condenaos por sus propios fallos.

El primero en buscar el gol fue Werner, que había entrado por Harnik, dándole más frescura al equipo. Pero no pudo ser, el portero realizaba una gran parada y desviaba a córner. El peligro rondaba el área del Eintracht, pero no se materializaba en goles. Y en un contragolpe de los visitantes, una mala salida de Tyton provoca que termine derribando al delantero rival provocando un más que dudoso penalti y dejando a su equipo en inferioridad al recibir tarjeta roja. La pena máxima la transformaba Seferovic y sentenciaba el partido definitivamente.

A partir de aquí poco más. El Stuttgart no volvió a dar sensación de peligro, y el Eintracht, bien agazapado, buscaba salir a la contra. Y en una de estas contras llegó el cuarto y definitivo gol tras una brillante maniobra de Castaignos. Mucho deben cambiar las cosas para los de Zorniger que ven como en tres jornadas el bagaje es de cero puntos y nada menos que diez goles recibidos. Por su parte el Eintracht sumó sus tres primeros puntos realizando un partido inteligente en el que supo aprovecharse de los numerosos fallos defensivos de su rival.

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Sobre el autor
Roberto Prieto
Veo, leo y escribo todo lo relacionado con el mundo del fútbol. Jugador y entrenador.