Doblete de Müller para colocarlo como auténtico protagonista de una tragedia escocesa. En un partido de alto voltaje, con dos selecciones entregadas a sus ideas futbolísticas y compenetradas de lleno en ambas apuestas tácticas, Alemania se impuso 2-3 a Escocia en Hampden Park, con dos goles del atacente bávaro, más uno de Gündogan, con lo que evitaron las reacciones escoces por intermedio de Hummels, en propia puerta, y de McArthur con un gran gol de volea dentro del área. Con este resultado y el brillante partido de Müller, Escocia ve ante sí las puertas del abismo al quedar relegada en el cuarto lugar del Grupo D con 11 puntos, cuatro menos que Irlanda, que llegó a 15 unidades y marcha firme en el boleto al repechaje rumbo a la Eurocopa 2016. Más allá de su lucha, entrega y voluntad, Escocia vio como Alemania fue inmensamente superior a ellos tácticamente, aunque eso no impidió que la garra escocesa les permitiese rozar el milagro del empate o la victoria en todo el partido.

Pizarrón teutón contra estrategia escocesa

El partido arrancó con las apuestas claras por parte de ambos equipos. Desde el sorteo inicial, Escocia dejó que Alemania sacara el esférico y, ràpidamente, se dispuso sobre su propio sector con apenas Fletcher y Maloney adelantándose para presionar a Hummels y Boateng en la salida. Con el paso de los minutos iniciales, Alemania absorbió en su totalidad el esférico y comenzó a trasladarlo con Schweinsteiger como plataforma de lanzamiento, más Kroos y Gündogan como enlaces con la zona de ataque, donde Özil, Götze y Müller rotaban sus posiciones para despistar a Martin y Hanley.

Las oportunidades claras tardaron en llegar, tornando los primeros compases del cronómetro en un toqueteo sin frutos por parte de Alemania

Sin embargo, las oportunidades claras tardaron en llegar, tornando los primeros compases del cronómetro en un toqueteo sin frutos por parte de Alemania. Fue hasta el 7' cuando Özil logró hacer una pared con Götze al borde del área, se abrió en diagonal desde la derecha y sacó un remate potente que tapó Hanley en la barrida. Luego, al 8', Kroos lo intentaba desde fuera del área, pero nuevamente Hanley se barría para cortar la trayectoria del esférico. Müller y Gündogan lo intentaban con paredes al 12' y 16', pero, en ambas ocasiones, Martin cubrió bien la espalda de sus defensores para limpiar la zona e imponer la tranquilidad en el área local.

Pero, al 18', el sistema de pases en corto y auténticos rondos que Schweinsteiger y Kroos conducían en el círculo central dejó sus primeros dividendos positivos. Fue cuando el propio capitán germano entretejió una serie de toques con Kroos y Gündogan para luego dejar solo a Müller sobre tres cuartos de cancha. El atacante se botó hacia el centro y tocó para Özil, quien le devolvió el balón de primer intensión. Es ahí donde, sin pensarlo dos veces, Müller sacó su mejor improvisación y envió un disparo raso con pierna derecha que se alcanzó a desviar en Martin y descolocó a Marshall, quien solamente pudo ver como el esférico se hundía para abrir el marcador. Alemania abría el resultado y comenzaba a asustar a todo Hampden Park.

El gol le dio cierto aire de confianza a Alemania y desmenuzó un poco el ímpetu escocés

El gol le dio cierto aire de confianza a Alemania y desmenuzó un poco el ímpetu escocés. Poco a poco, los locales comenzaron a correr sin sentido tras el esférico, haciendo que Kroos y Schweinsteiger salieran sin mayores problemas y conectaran con Gündogan y Özil en plena libertad y a toda velocidad. Sin embargo, tras varios minutos de dominio alemán y serios intentos por romper el muro escocés, el empate llegaría por intermedio de una jugada a balón parado al 27' y devolvería la esperanza a toda Escocia. Fue tras una falta sobre Fletcher botada por Maloney. El disparo picó sobre el área chica y obligó a Neuer a rechazar rápidamente. Sin embargo, el puñetazo del meta chocó en el pecho de Hummels y terminó por ingresar en la meta alemana para firmar el empate y enloquecer a todo el graderío local.

Con el empate firmado Escocia tomó nuevos aires, salió de su zona y comenzó a asfixiar y apretar a los volantes centrales germanos. Las pérdidas de balón y el fallo en la precisión del pase comenzaron a aparecer, aunque Escocia tampoco terminó de ser mortal al enfilar al contragolpe. Las acciones entonces tomaron un rumbo más físico y de mucha lucha en la zona media, con Hanley y Martin cerrando bien a Götze y Müller, mientras Hummels y Boateng cortaban todo intento de contragolpe, siendo respaldados por Schweinsteiger en el retroceso de los volantes. Apenas un pase filtrado de Can al 30', una centro de Forrest bien rechazado por Hummels al 32' y un pase de Gündogan que Marshall interceptó antes que Müller al 36', sería todo el peligro en ese tramo de partido.

Müller, siempre Müller. Cuando Alemania necesita goles, saben que pueden contar con su bombardero de la nueva era

Sin embargo, cuando Alemania la pasaba mal en el partido, apareció nuevamente el olfato goleador de Thomas Müller para provocar el pánico y la histeria en toda Escocia. Fue al 33', con una gran jugada colectiva entre Schweinsteiger, Hector, Özil y Götze, donde éste último enfiló desde la izquierda y recortó de maravilla a Hutton y Hanley en diagonal hacia el centro. Pero, antes del cierre de Martin, abrió para la llegada de Emre Can, quien sacó un potente derechazo a ras de piso que tapó bien Marshall. No obstante, el rebote quedó sobre punto penal y Müller colocó un cabezazo con un alto grado de reflejos felinos que impactó en el poste izquierdo e ingresó a la red. Müller, siempre Müller. Cuando Alemania necesita goles, saben que pueden contar con su bombardero de la nueva era.

La peligrosidad local era evidente a pesar de la superioridad germana

Con el control de las acciones nuevamente en su poder, Alemania pudo incrementar la cuenta al 38', pero la exquisita volea de Götze, luego de un angelical control orientado de pecho, fue anulada por el juez de línea por fuera de lugar. Luego, al 41', Özil rematada flojo de cabeza estando solo en el área y, al 43', Götze era bien tapado por Hanley cuando ya denifía solo ante Marshall. Estas acciones le dieron vida a Escocia para que, al 43', tras un córner que todo el estadio celebró, McArthur encontrara un flojo rechace hacia el centro de Kroos, controlara de pecho y empalmara a contrapique un derechazo recio que venció a Neuer en el choque a tierra antes de entrar a la red. Con dos disparos, Escocia lograba dos goles. La peligrosidad local era evidente a pesar de la superioridad germana, concluyendo así un primer tiempo vertiginoso y lleno de emociones en la lucha por sobrevivir de Escocia y por prevalecer en su supremacía de Alemania.

Golpe final y a enfriar las acciones

El segundo tiempo arrancó con una Alemania igual de controladora pero mucho más violenta. Rápidamente, los germanos dejaron en claro sus intensiones de cerrar el partido de una vez por todas y dejar de pasar apuros ante el pobre ataque escocés, pero sumamente efectivo. Ya al 46', Schweinsteiger llegaba al borde del área y sacaba un misilazo de derecha que Marshall tapaba de maravilla, tras una gran jugada de Götze por derecha. Luego, al 49', se le anulaba otro gol al propio Mario Götze por fuera de lugar, en una gran habilitación de Müller, tras devolución de Özil. Fletcher intentaba sacar un centro al área al 51' para reaccionar, pero Hummels y Boateng controlaban sin problemas en el fondo de la zaga.

El segundo tiempo arrancó con una Alemania igual de controladora pero mucho más violenta

La respuesta germana a su agresividad llegaría al 53', con una gran jugada de Gündogan y Müller sobre derecha. El mediocentro del Dortmund, abrió la cancha con su exquisita visión de juego y tocó para el desborde a toda velocidad de Müller sobre la derecha. El atacante del Bayern levantó la vista y sorprendió a todos al no buscar a Götze sobre segundo palo, sino que visualizar el regreso de Gündogan al borde del área, cederle el esférico a ras de piso, y ver como el volante sacaba un disparo seco de zurda que chocaba en el poste izquierdo y entraba a la red ante el inútil esfuerzo de Marshall. Partido sellado y Alemania encendía su función congeladora para todo el partido.

Con el 2-3, Escocia ingresó en una vorágine más luchadora pero menos brillante. Rozando la violencia en cada marcación, los locales comenzaron a desesperarse ante el toqueteo alemán, quienes ahora dejaban de ralentizar el juego y lo mantenían acelerado y con mucha mayor precisión, pero más horizontal que vertical al verse arriba en el marcador. Sin embargo, al 62', un centro de Müller era tocado hacia atrás por Götze para la llegada de Schweinsteiger, pero el remate sólido del capitán germano era bien rechazado por Marshall. Luego, al 65', una exquisita pared entre Hutton y Fletcher le permitía al lateral escocés sacar un disparo desviado de derecha, siendo ésta la única llegada de peligro de Escocia en todo el partido.

Rozando la violencia en cada marcación, los locales comenzaron a desesperarse ante el toqueteo alemán

Hector ejecutaba dos grandes desbordes por izquierda al 71' y 73', pero Hanley rechazaba oportunamente el esférico en la primera acción y Brown en la segunda, antes de los cierres en el área de Müller y Götze. El propio Müller, al 75', repetía la acción sobre el centro con la que abrió el marcador, pero ésta vez su disparo se fue apenas desviado de poste derecho. Kroos lo intentaba al 79' desde fuera de área, pero la defensa volvía a cerrar de buena forma los espacios para impedir la ampliación en el marcador. Escocia no encontraba respuestas y comenzaba a hundirse, sobre todo, al saber que Irlanda iba ya poniéndose en ventaja en el otro partido.

Sobre los últimos diez minutos, Anya, recién ingresado, intentó desbordar por el costado de Emre Can para lograr la remontada escocesa y la esperanza de alcanzar la Eurocopa 2016 por sus propios medios. Sin embargo, el improvisado lateral derecho sacó su mejor actuación en esa demarcación y no dio paso a ningún desborde por parte del extremo escocés. Fue incluso Alemania el que llevó más peligro al 83', con un derechazo impresionante de Gündogan, tras centro de Müller desde la derecha, pero Marshall respondía a dos manos enviando a tiro de esquina el intento del mediocentro. Götze lo intentaba al 84', pero su disparo se iba rozando la base del poste derecho de Marshall, sumando otro susto para la tribuna local.

Ya sobre los últimos instantes, Escocia se dedicó a lanzar balones al área saltando líneas y sin mayor claridad, dando muestras de su desesperación ante la victoria irlandesa en el otro encuentro y su actual derrota frente a los teutones. Sin embargo, la figura de Boateng se impuso sobre los cielos de Glasglow y rechazó todo balón que se cruzó por el área de Manuel Neuer, quien no tuvo que intervenir en ningún momento para cuidar el resultado. Así, el árbitro finalizó las acciones, dejando un 2-3 en el marcador del Hampden Park que deja a Escocia a cuatro puntos del puesto hacia el repechaje y comenzando a depender de otros resultados más que de lo que ellos mismos puedan hacer. Todo parece indicar que Escocia se hunde y que la Eurocopa queda lejos, a menos que los milagros inesperados del fútbol se hagan presentes y dicten otra sentencia.