En el partido que abría la quinta jornada en Alemania, el Mainz se impuso con facilidad ante un frágil Hoffenheim, que encadena su cuarta derrota en cinco partidos en este inicio de campaña.

Markus Gisdol presentaba a su equipo con varias novedades de medio campo hacia arriba con respecto al último partido frente al Werder Bremen, como la del chileno Eduardo Vargas en punta de ataque en lugar de Kevin Kuranyi, o la de Jonathan Schmid por Mark Uth. También hubo alguna en los de Maguncia. Pablo de Blasis y Cristph Moritz salieron de inicio.

Sin dominador claro

En un primer tiempo de idas y venidas, en el que no se vislumbraba un conjunto capaz de hacerse con el dominio del balón, se pudo disfrutar de varias ocasiones de gol. Unas más claras que otras, pero donde realmente se hizo la diferencia fue en dos chispazos de genialidad, uno por cada equipo. Primero golpearían los visitantes, cuando tras recuperar un balón en área propia, efectuaron un contraataque de manual, con un espectacular último pase de Polanski que dejaba solo a Schmid ante Loris Karius, al que consiguió batir sin problemas. De esta manera, los de Gisdol ponían el 0-1, algo que podría alejar fantasmas y haber ayudado a afrontar el partido con más tranquilidad. Pero no fue así, ya que Yunus Malli pondría las tablas apenas cinco minutos después. El mediapunta aparecía por banda izquierda y, con el balón pegado al pie, trazaba la diagonal y lo mandaba al fondo de la red con un buen disparo al primer palo a pierna cambiada. Era el primer aviso, un detalle de lo que quedaba por venir.

Ambos equipos disfrutaron de alguna oportunidad más para irse al descanso con ventaja, pero no fueron capaces de materializarla.

La inspiración y el talento de Malli decantan el choque

Si en la primera parte no hubo un dominador claro del juego, en la segunda sí. El Mainz fue superior en casi todas las facetas del juego, entre ellas la intensidad y, por supuesto, en la lucidez y clarividencia a la hora de tomar decisiones, tanto en ataque como en defensa. Al contrario que el Hoffenheim, que contó con una defensa muy insegura y plagada de dudas en cada acercamiento rival. Gisdol retiró a Schär por Bikakcic en el descanso, aparentemente por estar amonestado tras haber sido exigido una y otra vez por el incansable Yoshinori Muto, que realizó una tremenda labor para su equipo.

En el ecuador de los segundos cuarenta y cinco minutos, emergió de nuevo la figura de Yunus Malli. En primer lugar, con un zurdazo desde la esquina del área de Baumann que se colaba por la escuadra. Un golpeo sensacional, que limpiaba las telarañas de la portería y ponía en ventaja a su equipo por primera vez en el partido. Y minutos después apareciendo en el área para rematar un buen pase raso de Muto, que primero consiguió blocar la zaga, pero que, a la segunda, sí conseguiría introducir en el arco. Dos destellos, dos muestras de calidad que encaminaban el partido. Tres, contando ya con el de la primera parte, que le servían para conseguir su primer 'hat-trick' en la Bundesliga y su quinto gol en cinco jornadas.

El Hoffenheim, sin capacidad de reacción, se encontró con una ventaja ya insalvable. Acumulan un solo punto en lo que va de liga, metidos en zona de descenso, donde podrían acabar la jornada como colista, a la espera del resto de encuentros.

Por su parte, el conjunto de Maguncia, se alzaba con su tercera victoria, lo que le coloca con nueve puntos en su casillero. Y lo que es más importante, continúan con unas muy buenas sensaciones.