El Borussia Dortmund se deja dos puntos en su primer pinchazo de la temporada, dándole así ventaja al nuevo líder, el Bayern de Munich. El buen planteamiento del Hoffenheim forzó continuamente las imprecisiones del Borussia.

El Dortmund de más a menos

El partido comenzó bajo lo que se podría prever: el Dortmund manejando el balón con comodidad, con sus rivales agazapados en su campo con dos líneas de cuatro hombres bien marcadas y esperando a robar. La velocidad en banda de los amarillos lograba inquietar una y otra vez a los locales, que sufrían para tapar los huecos por fuera. Ginter cada vez ganaba más campo aprovechándose de la buena labor defensiva de Gonzalo Castro para cubrir sus subidas a la zona de ataque.

Pese al dominio visitante las ocasiones se alternaban y el partido comenzaba a tornarse de ida y vuelta, y ambos conjuntos lograron de ocasiones, que si bien no eran demasiado claras, podrían haber abierto el marcador para cualquier bando.

Volland y Vargas cada vez se sentían más cómodos e inquietaban a los defensas del Borussia, y la altísima presión de sus compañeros evitaba que el rival pudiese acarrearles peligro más allá de algunos balones largos que Hummels se empeñaba una y otra vez en enviar. De este modo el equipo de Tuchel estaba completamente partido, en dos grupos que denotaban claramente quienes eran los encargados de atacar, y quienes los de defender.

Y justo antes del descanso, el chileno Vargas disponía de muchísimo tiempo para decidir qué hacer con el balón en tres cuartos de campo rival, y un gran pase suyo servía para que Rudy, que lo doblaba por la derecha, pusiera el uno a cero en el marcador tras un buen disparo cruzado. El partido llegaba a su ecuador y los locales ponían la ventaja.

Rudy celebra el 1-0. | Fuente: kicker.de

Distintos esquemas, mismo partido

Tras el descanso, Tuchel intentó en más de una ocasión variar la configuración del equipo, pero el partido seguiría en la misma línea hasta el final. Primero con la entrada de Mkhitaryan buscando equilibrio y más tarde con la de Ramos, buscanso sumar más poder ofensivo. Cualquiera de los dos equipos podía marcar, aunque es de justicia mencionar que la entrada de Gündogan aportó un poco de equilibrio al quebrado esquema del Dortmund.

El único tanto de la segunda mitad llegaba a los diez minutos, cuando un balón al área de Hummels era magistralmente amortiguado por Mkhitaryan para que Abubameyang, de volea, machacara la red. Una esperanza se dibujaba en la cara de los jugadores borussers.

Lo que restaba de partido fue más de lo mismo. Débiles ocasiones que no llegaban a considerarse peligrosas. La más clara para los locales era una falta lateral que llegaba al segundo palo y el defensa central Bicakcic, ante la pasividad defensiva rival llegaba totalmente libre de marca pero no acertaba a rematar al no esperarse el balón.

Minutos más tarde, Gündogan, uno de los jugadores más activos y con más participación en toda la segunda mitad, conseguía adentrarse a trompicones y a base de rebotes en el área, pero un gran Baumann estaba muy atento y sacaba la pierna derecha para desviar a córner.

exceptuando una a falta de cinco minutos cuando el armenio Mkhitaryan sacaba un pase raso al corazón del área, y Adrián Ramos, con todo a su favor, soltaba una patada al aire dejando que el balón se paseara frente a la portería.

Con este punto, el Borussia Dortmund cede sus primeros puntos y ve como el Bayern, con el que compartía liderato, se escapa ahora en solitario. La competición está en sus inicios, pero dejar que tu máximo rival se escape no le conviene a un equipo que vuelve a disfrutar de victorias tras una temporada gris.