En el Mercedes Benz Arena los 51.020 espectadores que asistieron vieron el mismo partido de siempre. Revivieron la misma pesadilla que llevan experimentando ya varias jornadas. El Stuttgart mandó en el partido y gozó de ocasiones. No las materializó y el Borussia Mönchengladbach penalizó los errores locales. Los de Alexander Zorniger se hunden más en la tabla después del 1-3 mientras ven como los de Andre Schubert salen a flote.

Dominio local sin recompensa

El conjunto dirigido por Alexander Zorniger salió al campo como acostumbra en este inicio de temporada, valiente y con la intención de mandar. Jugando como local y con el apoyo de su público no tardó en intentar su primer ataque ante un Borussia Mönchengladbach que salió bastante conservador.

Kostic desbordó por banda para poner un centro entre la defensa y el portero que nadie remató, al igual que el centro de Serey Dié prácticamente en la siguiente jugada. El Stuttgart llegaba con mucha facilidad al área rival y además lo hacía a gran velocidad una vez recuperaba la posesión del balón. La ocasión más clara en los compases iniciales fue para un Didavi que no fue capaz de dirigir entre los tres palos el pase atrás de Timo Werner.

El conjunto local no solo estaba asediando a los potros con Kostic como principal protagonista, sino que además estaba seguro en defensa y sin hacer concesiones. El equipo transmitía confianza y parecía haber dejado atrás los fantasmas tras su primera victoria. Entonces llegó la jugada que cambió el partido. En una falta lateral Tyton se quedó a media salida y no pudo llegar al cabezazo picado de Granit Xhaka. Sin tiempo de reaccionar el Borussia remató a un Stuttgart muy tocado. Wendt centró desde la banda y Hermann remató en el segundo palo, Gentner apareció de por medio para desviarlo y evitar que Tyton pudiese atajar el disparo.

La historia se repitió de nuevo en el Mercedes Benz Arena, el Stuttgart vio una vez más como a pesar de no merecerlo volvía a estar por detrás en el marcador. La situación del equipo se reflejó tanto en los jugadores como en el estadio y llegaron los peores minutos de los locales. Raffael pudo aumentar la distancia pero su volea se marchó demasiado cruzada. Poco a poco el Stuttgart fue reaccionando y aunque siguió llegando por medio de centros laterales no transmitió la misma sensación de peligro.

En un par de ocasiones Werner estuvo a punto de llegar al remate y Kostic no conectó bien el cabezazo cuando tuvo la oportunidad. Apareció entonces Didavi para adelantarse a la defensa y mientras intentó la vaselina le hicieron penalti. Gunter Perl lo señaló y Ginczek lo transformó por el medio engañando a Sommer.

Todo o nada

La segunda parte comenzó como era de esperar, con el Stuttgart buscando asediar la portería de los potros aunque con bastante desesperación. Didavi y Werner lograron llegar hasta línea de fondo y hacer el pase de la muerte pero la defensa visitante estuvo atenta para cortarlos. Hermann respondió a las llegadas locales con un libre directo desde la frontal del área que se marchó alto. Insúa a la hora de juego lo intento con una volea dentro del área pero su disparo se marchó por encima del larguero.

El conjunto dirigido por Alexander Zorniger demostró ser un equipo que llega a las mil maravillas por ambos costados pero que de vez en cuando comete errores en defensa y los paga muy caro. Además siempre mostró muchos problemas para atacar por la zona central, algo que tan solo hizo una vez durante todo el partido. Timo Werner bajó a recibir para después filtrar un pase entre el lateral y el central izquierdo. El centro acabó en el área pequeña donde Maxim, que acababa de remplazar a Didavi, remató contra el larguero.

Alexander Zorniger se la jugó al todo por el todo y viendo Schubert realizo cambios defensivos con Domínguez y Hahn, para retrasar a Johnson a la posición de lateral, introdujo a los atacantes que tenía disponibles. Harnik y Kliment remplazaron a Baumgartl y Gentner que tenía amarilla. Con tanta gente arriba, los centros y balones largos no cesaron aunque sin efecto. Lo que permitió al Mönchengladbach contragolpear. Primero Hahn tuvo la sentencia pero Sunjic llego a tiempo para evitarlo, pero nada pudo hacer el Stuttgart cuando Raffael se quedó solo ante Tyton. El delantero batió a Tyton por bajo y sentenció el partido.