Manchester United y Wolfsburgo se citaban en Old Trafford en la segunda jornada de la Fase de Grupos de la UCL. Ambos conjuntos llegaban con realidades muy diferentes en Europa. Los de Van Gaal venían de darse un tremendo varapalo en la primera jornada, tras perder ante la cenicienta del grupo. Por su parte, los sajones habían vencido en casa ante el difícil CSKA, asentándose como grandes candidatos al pase. Todo ello obligaba al Manchester a ganar en casa, si es que no quería complicarse en demasía su pase a la siguiente ronda.

Manchester on

Ante todo un United, y en un campo como Old Trafford, el Wolfsburgo saltó sereno. Bien posicionado, con el equipo situado en la zona media, los lobos no se dejaron intimidar por el escenario y plantaron cara desde el primer minuto. Tanto fue así, que cuando apenas se cumplía el cinco, Caligiuri adelantó al Wolfsburgo. El italiano robó en campo propio, tiró el contraataque y, tras una buena combinación con Draxler y Kruse, se plantó solo en el área para acabar batiendo a De Gea. Los alemanes se adelantaban muy pronto, quizás demasiado.

El tanto espabiló a un United adormecido, que empezó a monopolizar el juego

El tanto espabiló repentinamente a un United adormecido, que no perdió un segundo en buscar la réplica. Con una presión muy alta, que ensuciaba enormemente la salida del Wolfsburgo desde atrás, los de Van Gaal se hicieron con el dominio del encuentro. Empezaron a sumar minutos de posesión y monopolizaron el juego. De la mano de un Schweini muy implicado en labores de creación, más la aportación constante de Rooney, los ingleses comenzaron a asomarse al área con centros desde el costado zurdo que buscaban el lado opuesto. El ajuste de Ricardo Rodríguez no era el idóneo, y ya desde pronto se vio que esa banda sería un quebradero de cabeza para los lobos.

Mata protagonizó las dos primeras intentonas, con dos remates peligrosos desde su costado; y Rooney, en el 25, mandó arriba la pelota con todo a favor. El Wolfsburgo estaba totalmente dominado y el gol parecía cuestión de tiempo. Así pues, pasada la media hora, Mata lo volvió a probar, Caligiuri tocó con la mano y el colegiado señaló penalti. El propio Mata se encargó de transformar, igualando la contienda. El tanto, lejos de instar a los red devils a buscar el segundo con más ahínco, rebajó su nivel de intensidad, dando un respiro a los lobos. Se vivieron entonces los minutos más igualados de la primera parte, donde un Wolfsburgo cómodo fue capaz de sitiar en área rival. Sin embargo, a los teutones les faltó acierto en el último pase, y el choque se marchó al tiempo de descanso.

Manchester off

La segunda mitad arrancó de un modo similar a cómo se había desarrollado la primera. El Manchester quería cerrar cuanto antes el partido y se lanzó al ataque. De nuevo con posesiones cercanas al área de castigo y centros desde los costados, los de Van Gaal reiniciaron su amenaza. En el minuto 52, Mata recogió un rechace en la frontal de espaldas, se inventó un pase de espuela al interior del área (no se sabe si intencionado o afortunado) y Smalling, sólo, batió a Benaglio. Los red devils terminaba de dar la vuelta al partido.

Con un Draxler reactivado, los lobos pusieron en runrún en las gradasEl gol, al igual que en la primera, anestesió el choque. El Manchester ya no era tan fiero y el Wolfsburgo empezaba a dar muestras de cansancio. Hecking vio entonces la oportunidad de volver a hacer daño a los ingleses y refrescó su equipo. Schürrle y Bendtner entraron en escena y Draxler centró su posición. La respuesta a los cambios fue inmediata por parte del Wolfsburgo, que de nuevo se conectó al encuentro. Con un Draxler en mayor contacto con el esférico, los lobos pusieron en runrún en las gradas. Schürrle cruzó su remate en exceso tras recibir de Draxler, y poco después, Dante se topó con un defensa sobre la línea. El Mancester United, indolente, veía como el Wolfsburgo se le subía a las barbas.

Finalmente, y pese a las intentonas, el tanto no llegó, y el Manchester sumó su primera victoria en esta Champions League. En un partido muy irregular, con tramos de juego muy diferenciados, los de Van Gaal supieron reponerse al mazazo inicial, pero estuvieron muy cerca de pagar su indolencia. Por su parte, el Wolfsburgo fue capaz de plantar cara, pero acabó rendido tanto física como mentalmente. Este resultado, unido a la victoria del CSKA sobre el PSV, deja el grupo totalmente abierto, con tres puntos para cada uno de los cuatro equipos.