El inicio de la segunda parte fue determinante para que el Wolfsburgo se llevara la victoria en esta cuarta jornada de la Champions League. Bas-Dost y Max Kruse anotaron los goles del equipo alemán que pese a no brillar, cumplió con lo esperado y suma una victoria importante en su feudo y se coloca en lo más alto del grupo.
Primera parte sin brillo
El PSV se limitó a evitar que el Wolfsburgo encontrara espacios y por eso la primera parte no tuvo el brillo esperadoEl encuentro comenzó como no podía ser de otra manera, con la posesión de la pelota para los locales que quisieron abrir rápido la lata. Draxler y Caligiuri pondrían a prueba en los primeros minutos a Zoet que respondió correctamente evitando el tanto de los lobos. El PSV, que se limitó a presionar la salida del Wolfsburgo, llegaba tímidamente en algun contraataque pero en líneas generales se mostraba muy cómodo replegado atrás, tapando todos los espacios posibles al equipo de Dieter Hecking.
La primera mitad realmente decepcionó, dado que los dos equipos se mostraron atemorizados y tenían miedo a perder alguna pelota que generara peligro, y es por esto por lo que el ritmo y la intensidad no fue la que se esperaba en dos equipos cuya especialidad es la rapidez en ataque. Con el empate a cero se llegó al descanso.
10 minutos bastan
Justo en la reanudación del encuentro, el Wolfsburgo sentenció el partido. Zoet, el meta del equipo holandés, despejaría un tiro desde la frontal de Guilavogui pero no evitaría que en el rechace del mismo, Bas-Dost, rápido y atento pusiera el 1-0 en el marcador favorable al equipo germano que salió con contundencia en este inicio de la segunda mitad. El gol, que pilló aun dormido al PSV, sirvió para que el equipo local se viniera arriba y buscara el segundo que llegaría diez minutos más tarde.
Draxler, desde la frontal y tras una bonita jugada individual disparó pero su tiró lo despejó como pudo Zoet. En la segunda jugada, Caligiuri puso un centro que fue rematado por Max Kruse llegando desde atrás y marcando un tanto de bella factura con la testa. Los alemanes sentenciaron en apenas diez minutos un partido que tuvieron controlado pero no asegurado.
Los dos goles dejaron hundido al PSV que desapareció del terreno de juego y tardó en reaccionarEsos dos goles sentaron como un jarro de agua fría al equipo holandés que desapareció del terreno de juego hasta bien entrada la segunda parte cuando apenas quedaría tiempo para una posible reacción. Solo en los minutos finales, los locales parecieron desconectar del partido y fue entonces cuando el PSV tiró de corazón para recortar distancias. Benaglio en el descuento tuvo un fallo infantil y cometió penalty, pero fue él mismo quien detuvo la pena máxima tras el tiro de Locadia.
No hubo tiempo para más y el Wolfsburgo se llevó la victoria por 2-0 en el fortín del Volkswagen-Arena que ve como su equipo se coloca en lo más alto de la clasicación del grupo B superando al Manchester United que empató en Rusia ante el CSKA y da buenas vibraciones de cara a los próximos partidos.