Esta semana comprobamos que el Bayer Leverkusen es ese tipo de equipo capaz de jugarse el todo por el todo. De ofrecer un espectáculo digno para el espectador. El miércoles empató un partido frente a la Roma que lo tenía perdido por 2-4. Pues bien, cuatro días más tarde, de nuevo en el BayArena de Leverkusen, el equipo local remontó un 1-3 para acabar ganando el partido en el minuto 88 por 4-3, gracias en parte, a una exhibición conjunta de Mehmedi y Calhanoglu.

Entretenida primera parte

Tanto Stuttgart como Leverkusen demostraron no tener miedo a nada y se lanzaron al ataque. Los dos porteros, Tyton y Leno, evitaron que hubiera goles en la primera mitadPese a los siete goles que hubo en el encuentro, ninguno fue en la primera mitad y no marcó ningún equipo porque Leno y Tyton así lo evitaron. Para el espectador, local, visitante y sobre todo neutral comprobó que ambos equipos apostaban por el espectáculo. El tira y afloja lo llevaron a rajatabla tanto Stuttgart como Leverkusen. Los primeros minutos se desarrollaron con mucha intensidad aunque serían los locales los que llevaron la iniciativa. Roger Schmidt colocó a Kampl de mediocentro y se notó la mejoría. El futbolista esloveno junto a Mehmedi, que volvía al equipo titular de las aspirinas, realizaban unas rápidas transiciones ofensivas lo que permitía llegar con mucho peligro al área de Tyton, que salvó a los suyos en varias ocasiones.

Pero Leno, el meta local, también quería ser protagonista en este atractivo encuentro y salvo a su equipo también en varias acciones, sobre todo en un tiro de falta de Didavi alrededor de la media hora de juego, realizando una magnífica estirada. Los locales que también apostaron por la agresividad estuvieron a punto de nuevo de adelantarse justo antes del descano sino llega a ser por un fallo garrafal de Chicharito que mandó el balón fuera rozando el palo delante de la portería. Con el 0-0 se llegó al descanso en una primera mitad donde solo faltó el gol.

Goles, espectáculo y éxtasis

En apenas diez minutos el Stuttgart marcó dos goles, aprovechando los minutos de desconcentración tras el descanso de su rivalCuando sí hubo goles fue nada más comenzar el segundo acto. Los locales tardaron en despertar y el Stuttgart quiso aprovechar esos minutos para repartir a base de goles. Harnik adelantó a los visitantes aprovechando una serie de rechaces dentro del área donde la defensa de Roger Schmidt no acertó a despejar. Cinco minutos después de este primer gol, llegaría el segundo y el jarro de agua fría para la afición local. Tras una contra, Didadi se plantó en la frontal y soltó un derechazo que pegó en el palo y se metió en la portería de Leno que no daba crédito a lo que estaba sucediendo.

Roger Schmidt no tardó en introducir a Bellarabi, el cual había empezado el partido en el banquillo, en el terreno de juego y se lo agradeció marcando al minuto de salir. El alemán recogió un balon dentro del área y de primeras fusiló a Tyton y puso el 1-2 en el marcador. Pero apenas tres minutos después de ese gol, el Stuttgart hacía el 1-3. Una enorme jugada de Werner que se metió hasta la cocina del área y centró para que Rupp de primeras con la puntera aumentara la distancia en el marcador. 4 goles en diez minutos, una oda al espectáculo.

Últimos 20 minutos de infarto

Pese a este doloroso 1-3, las ideas y el esquema de juego de las aspirinas no cambiaron. Siguieron insistiendo por su juego combinativo y rápido por las bandas y casi les cuesta caro porque, de nuevo, la defensa local hizo "aguas" y casi encajan el cuarto en una contra muy mal defendida. En el minuto 70 los locales recortaron de nuevo distancias por mediación de Boenisch. El lateral remató un saque de esquina tras una asistencia de Bellarabi. No quedaría ahí la cosa.

Mehmedi se echó el equipo a la espalda. Dio la asistencia del empate y marcó el cuarto coronándose en la sobremesa de la oda al espectáculo.Justo un minuto despúes, una gran jugada de Mehmedi por banda derecha, iba a ser rematada por el mexicano Chicharito en la línea de gol, actuando como un verdadero cazagoles para lograr el empate de su equipo con todavía un cuarto de hora por delante para poder remontar. Estos dos goles tan rápidos dejaron KO prácticamente al Stuttgart que apenas se acercaría más al área de Leno. Todo lo contrario le ocurrió a las aspirinas que no cesaron en su empeño y se volcaron al ataque para lograr el cuarto y defintivo gol a toda costa.

Cuando parecía morir el partido, apareció, una vez más, la figura de Mehmedi. Cälhanoglu le mandó un buen balón a la parte derecha, se metió en el área, recortó y su disparo se metió en la escuadra de Tyton que no pudo hacer nada para evitar la épica remontada del Bayer Leverkusen. Con este 4-3 final terminó el partido en otra oda al espectáculo de las aspirinas.

[bayer.de]

Precisamente, unas aspirinas se tendrían que tomar al final del partido los jugadores y aficionados del Stuttgart, que vieron como tenían el partido en el bolsillo y lo dejaron a escapar por los dolores de cabeza que Mehmedi y Calhanoglu le darían a su defensa. Venció el Leverkusen, pero sobre todo venció el espectáculo.