El público del Veltins Arena fue testigo de como "David" fue capaz de poner nervioso a todo un "Goliat", es decir, de como la revelación de la Bundesliga, el recién ascendido Ingolstadt, fue capaz de pelear un partido ante el tercer clasificado y casi lograr la victoria. Pese al empeño de Choupo-Moting y de Sané, los visitantes se llevaron un punto que les permite seguir en el top-10 de la clasificación.
Respeto que el Schalke pagó caro
Los dos equipos se medían en un choque que se avecinaba interesante, debido a la forma con la que ambos habían comenzado el campeonato de Liga. La intensidad en la primera parte fue de menos a más. Los locales comenzaron con la posesión de la pelota aunque todas sus jugadas se vieron frustradas ante la defensa del Ingolstadt. Sané lo intentaría desde lejos pero evitaría el primer tanto. Por otro lado, a Huntelaar le llegaban pocos balones por lo que el juego del Schalke se vería reducido y tendrían que buscar el gol de otra manera.
Pese a manejar el partido, el Schalke vio como su rival se adelantaba en el marcador justo antes de llegar al descansoComo decíamos, el ritmo subió conforme avanzaban los minutos y los mineros tuvieron varias oportunidades que no acabaron en gol por centímetros. Sin embargo, los que sí aprovecharon mejor las ocasiones, o mejor dicho, la única ocasión de la primera parte fue el Ingolstadt que sobre el minuto 40 de partido hizo el primer gol del encuentro. Leckie se marcharía de su defensor y desde la parte izquierda puso un centro que fue rematado por Tobias Levels que, llegando desde atrás, fusilaría a Fährmann.
Por tanto, llegaron al descanso con el 1-0 en el marcador, algo injusto tras lo visto en los primeros cuarenta y cinco minutos, ya que los locales jugaron la mayoría del tiempo en campo rival, mientras que el Ingolstadt sacó mucho petróleo de una acción aislada y sin aparente peligro.
En busca de una remontada que jamás llegaría
Nada más comenzar el segundo acto, André Breitenreiter movió ficha e introdujo en el verde a Choupo-Moting en busca de desequilibrar algo la zona de ataque minera. Este cambio surgió efecto ya que durante unos minutos, el Schalke se volcó hacia la meta de Özcan en busca del empate.
En la recta final Sané remató de cabeza y puso el 1-1 en el marcador que no se movería pese a que el Schalke puso todo de su parte para la remontadaPese a esta reacción, conforme avanzaba la segunda mitad, el Ingolstad se posicionaba mejor en el terreno de juego que el Schalke, e incluso se animaba a buscar el segundo y esto hacía que el partido estuviera más entretenido dado que ambos equipos podían marcar. Los mineros no estaban del todo cómodos y solo Sané era capaz de crear cierto peligro sobre la meta rival. Precisamente Leroy Sané sería el autor del gol del empate del Schalke 04. Llegábamos al minuto 80 de partido cuando Choupo-Moting puso un centro desde la izquierda, muy parecido al que había puesto en la primera mitad el Ingolstadt, y Sané, llegando desde atrás remató de cabeza para empatar el encuentro.
Los locales se lanzaron a por la remontada aunque el tiempo se les echó encima, sobre todo porque el Ingolstadt se dedicó a perder bastante tiempo en los minutos finales y el partido llegó a su fin con el 1-1 final. Resultado inusto valorando los noventa minutos porque el Schalke mereció más para llevarse un partido que tuvo controlado pero un pequeño despiste favoreció al Ingolstadt que se mantiene en la parte media alta de la tabla, continuando como la revelación de esta Bundesliga.