El Borussia Mönchengladbach lo dio todo por permanecer en la Champions League, o por al menos, llegar con opciones de clasificarse a las últimas jornadas y pasar a la siguiente ronda. Pero se topó con Buffón. El meta de 37 años sacó a relucir su recital de paradas y evitó que los potros consiguieran la victoria delante de su afición. El empate lo dio por bueno la Juventus debido a que jugó la mayor parte de la segunda mitad con un hombre menos por la expulsión de Hernanes. Los de Schubert se van con la cabeza alta.
Primera mitad partida en dos
La igualdad se iba a hacer notar durante los primeros compases del partido en el Borussia Park, y eso que Morata tuvo la mejor ocasión del partido a los pocos minutos de comenzar, ya que remató una falta lateral desde dentro del área que se marchó por encima del larguero. Pero poco a poco el equipo de André Schubert pondría su esencia sobre el terreno de juego y le ganaría el centro del campo al equipo italiano. La presión que ejercían los alemanes hacía sufrir a la Juventus que cometería errores y tendría pérdidas de balón que acabarían en llegadas peligrosas del Mönchengladbach.
En el minuto 20 de partido llegó el primer tanto. Wendt puso un centro desde la izquierda que Chiellini no acertó a despejar. Su error no lo iba a desaprovechar Raffael que regaló el gol a Fabian Johnson que desde dentro del área fusiló y puso el 1-0 en el marcador. Resultado justo para lo que se estaba viendo sobre el césped. A raíz de ahí la Juventus mejoró pero todavía tuvo que sufrir algún acercamiento más del equipo local que casi sentencia el partido antes de la media hora.
Tras el gol de Fabian Johnson, la Juventus se estiró, mejoró su juego y logró empatar antes del descanso gracias al gol de LichtsteinerAnte estas ocasiones la Juventus se sobrepuso y decidió adelantar sus líneas, mejorando notablemente su nivel de juego y llegando con peligro al área de Sommer. Chiellini casi enmienda su terrible error en el gol encajado cuando remató de cabeza un saque de esquina, pero el esférico salió lamiendo el palo de la portería. Antes del descanso llegó el empate, cuando nadie se lo esperaba. Pogba, que se echó en parte, el equipo a la espalda, puso un pase de cuchara, cual Raúl González Blanco haría en sus mejores tiempos, para Lichtsteiner, y éste, desde dentro del área batió a Sommer y puso el empate a 1 en el electrónico.
"San" Buffón ante el monólogo alemán
Cuando apenas se llevaban 8 minutos del segundo tiempo, el árbitro del encuentro decidió expulsar a Hernanes por una entrada a destiempo a Álvaro Domínguez. El brasileño entró con los tacos por delante y tuvo que abandonar el verde antes de lo previsto dejando a su equipo en inferioridad numérica faltando todavía más de media hora para el final.
El Gladbach dominaba al tener un jugador más pero no terminaba de ser contundente. Además se encendió el aura de Buffón, que evitó la derrota de su equipoAnte este regalo el Mönchengladbach no iba a dejar pasar su oportunidad y hasta el final del partido solo habría un equipo en el césped. Y ese era el negro. Allegri, en cambio, metía atrás a los suyos, intentando tapar todos los espacios por dentro y dejar que los de Schubert abrieran el campo por las bandas. Sin embargo, pese a dominar la totalidad de la segunda parte le faltó algo de contundencia al equipo local a la hora de terminar las jugadas que se iniciaban desde ambas bandas. Tampoco contaron con la veteranía de Gianlugi Buffón. Stindl y Thorgan Hazard comprobaron que el meta sigue teniendo reflejos pese a su edad, y que sigue estando entre los mejores porteros de Europa.
Los locales llegaron a desesperarse porque no hacían más que llegar al área de la Juventus pero no conseguían tener ocasiones claras de gol, y si lo hacían, ya estaba el arquero italiano para evitarlo. No dio tiempo para más y el árbitro se llevó el silbato a la boca terminando el partido con empate a uno. Un punto que satisface a los italianos que lo ven con buenos ojos y ven posible clasificarse como primeros de grupo si consiguen vencer al Sevilla y al Manchester City.
Todo lo contrario le ocurre a los potros, que dicen de esta manera adiós a la Champions League. Se van con la cabeza alta, muy alta, porque han puesto contra las cuerdas a un equipo campeón como la Juventus pero la poca fortuna y poca experiencia en noches como esta les ha jugado una mala pasada. Todavía tienen opciones de clasificarse para la Europa League si en las próximas jornadas consiguen vencer al Sevilla o al Manchester City.