Cuando el arte melódico se une a la estridencia misma de la adrenalina humana, surgen piezas musicales que endulzan y enamoran el oído. Sin embargo, cuando de fútbol se trata, la armonía elevada al tempo supersónico del espíritu rebelde humano, nos presenta una pincelada que embriaga la vista, desafía la mente y enamora el corazón de quien se deja coquetear por la belleza hecha deporte. Eso mismo sucedió este día en el que el Bayern de Múnich goleó 4-0 al Stuttgart, anotando en el primer tiempo y tocando el esférico en el segundo, aplacados únicamente por una espectacular tarde del meta Tytton, quien impidió hasta cuatro goles más para la cuenta local. Para alcanzar la victoria, los bávaros sonaron al ritmo del Heavy Metal en el primer tiempo y terminaron 'bailando pegadito' con su rival, al ritmo de una balada de posesión de balón y control de partido, con lo que amarraron un resultado que los sigue colocando como el omnipotente equipo de la Bundesliga. El encuentro marcó el regreso de Holger Badstuber tras sus largas lesiones y una nueva demostración de calidad individual a cargo del mejor solista de la orquesta muniquesa: Douglas Costa.

Douglas Costa, el rey del heavy metal

El partido arrancaba con las variantes típicas de Guardiola, donde se destacaba la ausencia de Philipp Lahm, Xabi Alonso y Thiago Alcántara, todos ellos titulares indiscutibles en esta temporada, pero elegidos para rotar la plantilla y refrescar al equipo. En sus lugares partieron Rafinha, Vidal y Kimmich, quien sigue ganando la confianza de su entrenador y posicionándose como el mediocentro del futuro en Alemania. Con dichos movimientos tácticos, ya al 2' Lewandowski asustaba con un cabezazo desviado a centro de Costa, quien iniciaba su concierto individual de velocidad y desequilibrio por las bandas.

Kimmich, quien sigue ganando la confianza de su entrenador y posicionándose como el mediocentro del futuro en Alemania

Un minuto después era Arturo Vidal quien recogía un rebote fuera del área y sacaba un derechazo potente y rasante que terminaba siendo bien atajado por Tyton. Lewandowksi asustaría al 3' con otro cabezazo peligroso en el tiro de esquina , mientras Coman lo intentaba por izquierda al 8', dejando la marca de Dié y enviando un centro al área que Müller no alcanzaba a rematar a puerta. Todo esto firmaba la antesala para que, al 10', cuando el Stuttgart se animaba por primera vez en el partido, su atrevimiento terminaba en córner mal cobrado y bien aprovechado por Kimmich, quien tomó el balón, enfiló con toda su verticalidad posible y cedió desde su terreno para que Costa, a toda velocidad, corriera la cancha por completo, quebrara la cintura de Insúa con un regate endiablado dentro del área y centrara para el gol de Robben a puerta vacía.

Centro de Costa tras una tremenda corrida y jugada individual sobre Insúa. // (Foto de Getty Images)

Confirmado: Cuando de jugar el concierto al ritmo de heavy metal se trata, el director de orquesta es Douglas Costa. El gol pareció dar la orden a toda la plantilla. Se jugaba a escalas melódicas progresivas, con un tempo descomunal y con compases de rapidez, frontalidad y pulsvalía ofensiva sin control. Ya al 13', Lewandowski se inventaba un taconazo en el área para la llegada de Müller, pero Insúa llegaba a tiempo a la reacción y Schwaab al complemento. Luego, al 15', Rafinha llegaba desde fuera del área con un derechazo potente y rasante, que Lewandowski desviaba con otro taconazo, pero Tyton respondía a tiempo y enviaba el balón al tiro de esquina, donde, nuevamente, el polaco le ganaba el salto a sus marcadores y enviaba el frentazo por encima de la puerta de su compatriota.

Confirmado: Cuando de jugar el concierto al ritmo de heavy metal se trata, el director de orquesta es Douglas Costa

El Bayern empujaba, asfixiaba, anticipaba y dominaba. Eso quedaría confirmado cuando, al 16', otra vez el Stuttgart tomaría valor para adelantar sus líneas y, tras un intento de Werner por atacar, Kimmich aparecía para robar el balón y abrir hacia la derecha. Ahí, con toda la visión de juego y astucia propia de su picardía latina, Vidal se dejaba de adornos y tocaba de primera intensión para la corrida de Müller desde atrás, donde Robben y Lewandowski le acompañaban en solitario ante Baumgartl y Tyton. Sin embargo, el centro del alemán quedaba largo, donde Douglas Costa, apareciendo a todo tren, sacaba un zurdazo rasante y cruzado que vencía al meta rival. Segundo puñetazo directo a la cara para un Stuttgart anonadado ante la velocidad ultrasónica de los bávaros.

Costa celebra su gol en el partido ante el Stuttgart. // (Foto de Getty Images)

La línea defensiva rival, rota continuamente en su afán por tapar los espacios que se abrían en sus costados y que lo dejaban sangrando hasta morir en el césped del Allianz Arena

Sin apelativos. En 16 minutos el Bayern encaminaba una nueva goleada con el msimo ritmo demoledor de los primeros minutos que desarmó la armada londinense del Arsenal entre semana. Costa por derecha o izquierda, Robben hacia el centro o por el costado diestro y Coman siempre enfilando por el sector zurdo convertían a los bávaros en un dolor de cabeza para toda la línea defensiva rival, rota continuamente en su afán por tapar los espacios que se abrían en sus costados y que lo dejaban sangrando hasta morir en el césped del Allianz Arena. Robben lo intentaba de zurda al 19', Coman al 24' y Lewandowski al 27', pero en todas ellas aparecía Tyton para ahogar un nuevo grito de la grada bávara. Sin embargo, al 29', todo Allianz Arena se pondría de pie ante un paradón de Tytton, luego de un exquisito control de Lewandowski en el área y un derechazo a dos tiempos y a quemarropa donde solo la mano del meta polaco impidieron el gol local.

La respuesta del Sttutgarte llegaría producto de un error de Alaba en la salida al 34', donde el mal control del austríaco le permitía a Klein correr por derecha, llegar a línea final y centrar a segundo poste, pero el remate de Klein impactaba en el travesaño. Esto despertó al monstruo bávaro y, al 36', una combinación magistral con varios toques entre Robben y Müller, dejaban al alemán escaparse solo por el costado y enviar un centro por encima de la defensa, para que Lewandowksi llegara solo a empujar el esférico a la red. Cuando el Stuttgart se animaba a buscar algo, el Bayern le respondía con otro gancho al hígado mortal. El Bayern no estaba para bromas ni reacciones. Quería matar, el instinto asesino bávaro era palpable en cada jugada y el Stuttgart poco podía hacer ante el equipo elegante convertido en un psicótico desquiciado y hambriento de gol.

Tytton no lo era todo. No podía estar presente en cada jugada. El Bayern podía con todo, hasta con la sublime tarde del meta polaco

La locura quedaría consumada apenas dos minutos después en un enredo divino de toques, llegadas, atajadas y definción. La jugada arrancaría con un desequilibrante Costa por el centro, quien rompía a Schwaab y dejaba a Baumgartl y Sunjic sin opciones para ceder a Coman por la izquierda, pero el disparo del francés era bien atajado por Tytton. El rebote era pescado por Lewandowksi quien se iba por línea final y tocaba hacia atrás nuevamente para Coman. El extremo el Bayern sacaba un centro a segundo poste donde, como un rayo, aparecía Arturo Vidal para cabecear al travesaño, pero, cuando el balón quedó inerte en el área chica, llegó Thomas Müller para hundirlo a la red ante la lentitud defensiva en la reacción. Tyton no lo era todo. No podía estar presente en cada jugada. El Bayern podía con todo, hasta con la sublime tarde del meta polaco.

Müller sella el partido con el 4-0 final. // (Foto de Getty Images)

Con el cuarto del Bayern se escapaba el primer tiempo. La sensación era clara y la superioridad, evidente. Tyton, incluso, tuvo tiempo para atajar un cabezazo de Robben al 42', mientras se convertía en el héroe de su equipo con sus dos atajadas claves en el primer tiempo, lo que impedía una goleada de escándalo en tan solo 45 minutos. La osadía visitante era castigada con la crueldad local. Parecía sadomasoquismo del Stuttgart el querer ofender al Bayern con línes adelantadas, cuando Coman, Costa y Robben aparecen como ejes de ataque del local. El tiro de Kostic al travesaño quedaba para la anécdota. El verdadero elemento mesíanico del Stuttgart era Tytton y sus manos divinas bajo palos.

Baladas al ritmo de Kimmich

Para la segunda parte, unas molestias musculares hicieron que Benatia regresara a Bundesliga para darle descanso al defensa indiscutible del Bayern. Por su parte, Hlousek llegaba por Kostic para reforzar líneas, mientras el visitante se replegaba más en el fondo, aunque buscaba saltar líneas con balones largos, aprovechando el ingreso reciente de Benatia y su necesidad de minutos para acoplarse. En ese lapso, Werner y Didavi lo intentaron desbordando al área e, incluso, logrando un gol del mediapunta pero siendo anulado por una inexistente fuera de posición de Werner al momento de la asistencia.

Holger Badstuber ingresaba por Thomas Müller y era recibido por una ovación completa y de pie de toda la afición bávara

Pero, como para recordar quien manda en su casa, Costa filtraba un pase de calidad quirúrgica en el área, donde Robben sacaba un zurdazo al 51', pero el intento se iba apenas desviado del poste derecho de Tyton. Luego, para continuar con las rotaciones y darle más oxígeno al equipo, Guardiola le brindaba un momento emotivo al Allianz Arena cuando, al 66', Holger Badstuber ingresaba por Thomas Müller y era recibido por una ovación completa y de pie de toda la afición bávara. El partido marcaba así el regreso del central bávaro tras varios meses ausente por lesión, siendo su último partido en Múnich ante el Porto por la vuelta de los Cuartos de Final de la UEFA Champions League el pasado mes de marzo.

Con Badstuber y Benatia, el Bayern pasó a formar un 4-5-1 y mermó el ìmpulso ofensivo. Poco a poco, los bávaros comenzaron a envolver a su rival a base de toques y rondos cortos en diversas zonas del campo, para mantener el control del juego y evitar riesgos o sorpresas y un posible desgaste ante la intensidad de los primeros minutos. Didavi al 59' y Heise al 66' encontraban disparo lejanos y tibios a manos de Neuer, a lo que el Bayern respondía con un cabezazo desviado de Lewandowski al 69' y un apse de oro de Vidal para Robben al 70', pero el zurdazo del holandés se iba apenas desviado de portería ante un Tyton prácticamente vencido. Thiago enviaba un cobro de falta al 74', pero el roce de Lewandowski con la cabeza no alcanzaba a ser empujado por Vidal sobre segundo poste.

Kimmich, con la nueva idea de juego, se erguía como comandante en la zona media, robando balones, asfixiando las contras rivales y repartiendo con criterio el balón

Sin embargo, el partido bajaba los niveles pero no la calidad. Kimmich, con la nueva idea de juego, se erguía como comandante en la zona media, robando balones, asfixiando las contras rivales y repartiendo con criterio el balón. La salida, limpia y oxigenada, era bien acompañada por Thiago, recién ingresado, pero claramente orquestada por el joven mediocentro, quien conducía los hilos de su equipo y le daba la coraza necesaria para no sufrir percances en el complemente. Con esta idea, el Bayern generó llegadas, como la de Lewandowski por izquierda, quien se quitó de encima a Dié y enfiló a puerta, pero, al momento de definir entre las piernas de Tyton, el meta cerró el espacio y ahogó el gol del polaco romperredes.

Tytton fue clave para evitar una goleada mayor en Múnich. // (Foto de Getty Images)

Sobre los últimos diez minutos, el Bayern siguió con el toque de balón y la balada tranquilia y apacible que apagaba las llamas del furor de los primeros 45 minutos. El heavy metal era elegantemente reemplazado por una tonada suave que disminuía la adrenalina, pero embellecía la vista con toques cortos, paredes justas, asociaciones claras y el baile del Stuttgart de lado a lado buscando el esférico. Ya para el final, Tytton volvió a ser héroe y le tapó un balazo de zurda de Robben, su víctima favorita, lo que hubiera significado el cierre ideal para la grada, pero marcó la presentación fantástica del meta visitante. Con dichas acciones, Bastian Dankert cerraba el encuentro con el pitazo final y dejaba el pizarrón con el 4-0 firmado en 45 minutos.

Kimmich recibe indicaciones de Guardiola. El mediocentro fue clave en el partido. // (Foto de Getty Images)

Con este resultado, el Bayern de Múnich sigue a la cabeza de la Bundesliga con 34 puntos sumados y recuperando el sentido de la victoria, perdido la pasada fecha ante las águilas del Eintracht de Frankfurt. Por otra parte, el Stuttgart sigue batallando con los puestos de descenso y promoción y sigue sin levantar cabeza en materia defensiva, a pesar de su valentía en ataque y su vocación de buscar la puerta rival. El Bayern cierra así una semana perfecta en casa, donde ofreció dos conciertos de primer nivel a su público, con pinceladas de heavy metal y finales apacibles de baladas románticas para el corazón. La versatilidad bávara sigue en aumento y los lesionados regresan. Sin embargo, el desafío sigue estando en recuperar su mes de Abril.