Partido inédito en la historia de la Bundesliga el que disputaban el Ingolstadt y el Darmstadt. Ambos conjuntos, que están realizando un primer tercio de la temporada muy por encima de lo inicialmente esperado, llegaban al encuentro con la intención de demostrar cuál de ellos tiene mejores mimbres para seguir soñando en la Bundesliga.

Tempranero gol de Sulu

El Ingolstadt venía de dejar buenas sensaciones en sus dos últimos partidos, empatando a uno en casa del Schalke y logrando empatar a cero ante un Borussia Mönchengladbach en racha, tras defender con uñas y dientes su portería.

El Ingolstadt es, tras el Bayern, el equipo que menos goles recibe

De hecho, los potros han contado siete de sus últimos ocho partidos de Bundesliga con victoria, justo desde que André Schubert tomase las riendas. De ahí lo meritorio del punto conseguido ante ellos. No en vano el Ingolstadt es, tras el Bayern de Múnich, el equipo que menos goles recibe.

El Darmstadt se presentaba al partido después de empatar a uno con el Hamburgo. El equipo empezó la temporada de manera extraordinaria, y ha demostrado ser competitivo, pero el efecto sorpresa se ha venido desinflando un poco, y últimamente le está costando hacer goles.

Pocos cambios en las alineaciones de Hasenhüttl y Schuster en un encuentro que comenzó con algunos minutos de retraso. El duelo se preveía igualado, y más si nos ateníamos a los precedentes más recientes. Los últimos cuatro partidos que habían disputado entre sí, terminaron curiosamente con el mismo resultado, empate a dos.

El primer tanto del partido fue obra del central y capitán del Darmstadt, Aytac Sulu, un hombre siempre peligroso cuando se incorpora para rematar las jugadas a balón parado. Así llegó su gol, a la salida de un córner botado por Konstantin Rausch. El central turco-alemán se elevó con superioridad para cabecear al fondo de las mallas locales. Corría el minuto 9 de partido. Es el cuarto gol esta temporada del capitán de los lirios.

El capitán del Darmstadt, Aytac Sulu, adelantó a los suyos (Foto: DPA)

Pocos minutos después se produjo un nuevo contratiempo para los locales, que debían sustituir al lateral izquierdo Markus Suttner, lesionado. En su lugar entró el joven Robert Bauer. Sin embargo, los de Hasenhüttl fueron paulatinamente superando estos contratiempos a lo largo de lo que restaba de primera parte y con el paso de los minutos se mostraron superiores a su rival de hoy, que se fue echando atrás y limitándose a contener las acometidas locales.

Mereció igualar el Ingolstadt, pero se fue perdiendo al descanso

De hecho las jugadas en las inmediaciones del área visitante se sucedían, como muestran los cuatro saques de esquina a su favor. El portero Mathenia tuvo que emplearse a fondo para desviar un buen disparo de Hartmann en el minuto 33, en lo que fue la mejor ocasión local. Mereció más el Ingolstadt , pero se fue perdiendo al descanso.

Los locales encuentran premio a su trabajo

El público del Audi Sportpark debía lamentarse en el descanso de que la insistencia de su equipo no hubiese encontrado el premio del gol en la primera parte, puesto que de ninguna manera se merecían ir perdiendo tras los primeros 45 minutos. Sin embargo también debían confiar que si la cosa seguía así, el gol de los suyos llegaría tarde o temprano. Efectivamente la segunda parte comenzó como había terminado la primera, con un Ingolstadt dominando y atacando. Y por fin encontraron premio los die Schanzer. Fue Robert Bauer, un habitual suplente, quien anotó un gran gol para empatar. El jugador que había entrado sustituyendo a Sutter empalmó con el empeine un balón que pegó en el travesaño y botó dentro de la portería defendida por Christian Mathenia. Minuto 58. Y cuando todavía se celebraba en las gradas el gran gol de Bauer, Junior Diaz cometió un penalti sobre Pascal Groos que se encargó de transformar Hartmann. En apenas dos minutos el Ingolstadt había conseguido dar la vuelta al marcador. Algo que estaba mereciendo con creces.

El Darmstadt ofreció una pobre imagen

Poco se puede destacar de un Darmstadt muy gris que no ofrecía alternativas para intentar sobreponerse. Schuster movió el banquillo en busca de cambiar la dinámica del partido, pero lo cierto que es que nunca dieron los visitantes la sensación de coger el mando del encuentro ni de poner en peligro serio la portería de Özcan. Muy al contrario, lo que llegó en los minutos finales fue la sentencia local, obra de un acertado y perseverante Moritz Hartmann, que culminaba así su gran partido.

Hartmann, el mejor del partido, es felicitado por sus compañeros (Foto:Faz.net)

Con esta victoria el Ingolstadt se eleva en la tabla hasta un magnífico octavo lugar, sumando 19 puntos, sólo uno por debajo de Schalke 04 y Bayer Leverkusen. Con diez goles a favor y diez en contra, el rendimiento que está sacando este quipo a esos goles en forma de puntos es sobresaliente. Por su parte el Darmstadt se queda decimotercero con 14 puntos, un bagaje que habrían firmado a ciegas al empezar la temporada, pero que sin embargo deja malas sensaciones tras ir de más a menos, tanto en el partido de hoy como en lo que llevamos de temporada.