El partido comenzó con un ritmo muy bajo de intensidad, y con dominio de balón del Wolfsburgo que estaba realizando unas circulaciones de balón muy lentas, ante un Stuttgart que se mantenía replegado en su campo. El equipo de Dieter Hecking estaba formando una línea de cuatro con el balón, juntando a los laterales y los mediocentros en una misma linea de presión. Después de unos minutos, el equipo local se desmelenó, y empezó a tener más balón y a salir al contraataque, con un ritmo más alto de intensidad. El 0-1 llegó en una contra, en la que Caligiuri aprovechó un rechace para servirle el balón en bandeja a Arnold que fusiló al portero rival desde la frontal del área.
Mala gestión del 0-1
Después del gol, el Wolfsburgo siguió dominando la pelota, ante el Stuttgart que se mantenía replegado y que esperaba la oportunidad para salir a la contra, aunque es cierto que el nivel de intensidad no era el mismo que el de los minutos anteriores al gol. Los lobos estaban manejando el partido, y además estaban realizando una gran presión sin balón cuando lo perdían. El empate a uno llegó por medio de Didavi que batió a Benaglio tras un gran disparo de pierna izquierda desde fuera del área. Después del gol, el conjunto del norte de Alemania siguió dominando la pelota bajo un ritmo más lento de juego, frente al Stuttgart que también bajó la velocidad en su juego tras el gol. Una de las principales razones de la fluidez en el juego de los visitantes, estaba siendo la templanza y la visión de juego que Arnold le daba al juego con la pelota en los pies.
El 2-1 llegó después de que Kostic rematara en el segundo palo un centro de Werner desde la linea de fondo. Después del gol, el equipo verdiblanco volvió a dominar la pelota en zonas avanzadas, aunque estaba teniendo muchos problemas en defensa, pues tenía un gran agujero en la banda izquierda por la que Werner se plantaba en la linea de fondo con mucha facilidad. Con 2-1 en el marcador, el partido quedó en un punto muerto para los locales que tenían un gran dilema, replegarse y defender la ventaja, o seguir atacando y aprovecharse de la debilidad del rival en la banda izquierda e intentar aumentar la ventaja en el marcador. Mostrando una valentía sorprendente dada su situación, el equipo de Jürgen Kramny siguió atacando y buscó más goles cuando gozaba de ocasiones claras, en algunos tramos.
Errores defensivos ante un acierto inusitado
La segunda parte comenzó con el tercer gol de los locales que llegó después de que Didavi recibiera dentro del área un pase de Klein y fusilara a Benaglio poniendo el balón en la escuadra, encarrilando el partido y hurgando en la yaga defensiva del equipo de Dieter Hecking. Después del gol, el Wolfsburgo volvió a dominar el partido, a tocar por todo el campo y ha llegar con peligro a la portería rival, mientras que el Stuttgart se había replegado después de su inicio impetuoso. Con el paso de los minutos, el ritmo de intensidad se fue desplomando, aunque el cuadro local no había renunciado a salir al contraataque.
Después del primer tramo de juego, el equipo visitante siguió dominando la pelota, aunque se estaba encontrando con una defensa férrea, ágil y sin fisuras, es decir, todo lo contrario de lo que era la del conjunto de Dieter Hecking. Pasaban los minutos, y el equipo rojiblanco que mantenía la ventaja de dos goles, se replegaba en 30 metros y estaba cerrando muy bien las opciones de pase cuando el rival tenía el balón en campo contrario, lo que empañaba mucho el fútbol del rival que ya no tenía la presencia de Arnold en la primera parte, ni los espacios en la defensa rival.
En el último tramo, el partido poco cambió, pues el Wolfsburgo siguió manejando el partido, y el cuadro local se mantenía replegado, aunque cada vez salía menos al contragolpe. El Stuttgart estaba siendo constante en defensa ante un rival que se apagaba con el paso de los minutos, y que no estaba teniendo suerte de cara a la puerta rival, y que no conseguía crear peligro centrando balones al área por ninguna de las dos bandas, mientras que el cuadro local estaba saliendo de su campo con mucha facilidad y estaba consiguiendo alejar la pelota.