En el verano de 2015 Kevin Großkreutz abandonaba Dortmund tras seis temporadas defendiendo la camiseta de las avispas en las que disputó un total de 236 partidos anotando 27 goles y repartiendo 37 asistencias. Su nuevo destino era Turquía, concretamente Estambul, para recalar en las filas del Galatasaray, con el que no llegaría a disputar ningún encuentro.

Un error en el traspaso, concretamente un retraso administrativo, hizo que el futbolista se haya pasado la primera mitad de la presente temporada viendo los partidos de sus compañeros desde la grada. La sanción terminó el uno de enero, pero el futbolista tenía ya en su mente la idea de salir del club, más aún si podía retornar a su país de origen y a una liga que se conoce al dedillo. Algunos rumores lo situaron en Liverpool tras la llegada de Klopp al conjunto red, pero finalmente ha sido el Stuttgart el que se ha hecho con los servicios de este jugador de 27 años hasta junio de 2018 abonando unos 2,17 millones de euros (el Galatasaray había pagado previamente por él 1,5 millones al Borussia Dortmund).

Un sinfín de alternativas para el Stuttgart

Con el fichaje de Kevin Großkreutz el Stuttgart suma a sus filas a uno de los componentes de la Alemania campeona del mundo de 2016 en el Mundial de Brasil pese a no disputar ningún minuto en el torneo. Probablemente uno de los motivos que llevaron al seleccionador de la Mannschaft Joachim Löw a convocarlo para la Copa del Mundo fuera su polivalencia dentro del terreno de juego.

Kevin Großkreutz en un entrenamiento con la selección alemana. | Fuente: tz.de
Kevin Großkreutz en un entrenamiento con la selección alemana. | Fuente: tz.de

Pese a que su pierna natural es la diestra, Großkreutz se maneja con tremenda soltura con la izquierda, consiguiendo sacar con ella grandes centros y peligros disparos. Su perfil de futbolista trabajador, veloz y resistente le permite desempeñar papeles muy distintos, desde lateral o carrilero hasta extremo por cualquiera de las dos bandas, lo que es una ventaja enorme para su entrenador a la hora de plantear los encuentros.

Uno de los huecos importantes que ocupará en el conjunto suevo será el de extremo izquierdo, ya que solamente el serbio Kostic se adapta al puesto de manera natural. También podrá optar a la derecha, en la que las lesiones de Harnik o Kruse han hecho que varios jugadores como Klein o Rupp se hayan desempeñado en dicho puesto, sin conseguir ninguno de ellos una continuidad demasiado prolongada.

Los laterales, pese a no estar mal cubiertos con Insúa y Heise en la izquierda, y Klein y Schwaab en la derecha, podrían ser otra opción para situar al reciente fichaje. Al ser un futbolista más ofensivo que el resto de sus compañeros para estas posiciones, le ofrecería a su entrenador una alternativa para partidos o momentos concretos en los que se requiera una mayor presencia ofensiva por las bandas.

No cabe duda de que Robin Dutt está trabajando el mercado invernal de manera inteligente. Tras la cesión de Kravets y el fichaje de Großkreutz se espera que en los próximos días se pueda cerrar la llegada de un central, puesto por el que la mayoría de la afición del Stuttgart suspira hace mucho tiempo y que permitiría que el conjunto suevo afrontara la segunda mitad de la temporada con una perspectiva muy distinta a la actual.