Un encuentro que tuvo de todo, típico de Bundesliga, en el Weserstadion acabó con empate a tres final después de que el Hertha llevara la iniciativa en la mayor parte del partido. El Werder Bremen tiró de épica al final para lograr empatar a tres gracias a dos goles de Pizarro, uno de ellos de penalti.
Dominio local pero goles visitantes
Como se suele decir en el fútbol, "tanto va el cántaro a la fuente..." que lo acaba pagando. Con esa famosa expresión tan frecuente en el mundo del fútbol pueden resumirse los primeros cuarenta y cinco minutos del Werder Bremen y del Hertha de Berlín. Los locales dispusieron de las mejores ocasiones para adelantarse en el marcador pero fueron los de la capital alemana los que acabaron llegando al descanso con una seria ventaja.
El dominio del Werder no se traduciría en gol porque Ujah no estuvo acertado a la hora de definir delante de Rune Jarstein. Si que estuvieron más acertados los jugadores del Hertha. Se cumplía la primera media hora de partido cuando Darida, cazó un balón desde treinta metros y sin pensárselo disparó, introduciéndose en la meta de Felix Wiedwald. Un auténtico golazo. Antes del descanso llegó el segundo gracias a una falta directa al borde del área que Plattenhardt, con efecto incluido, se encargó de transformar sorprendiendo al portero local. Con dos goles de ventaja para los visitantes se llegó al descanso.
10 minutos frenéticos en el Weserstadion
Desde el minuto 67 al 77, cuatro goles, y todo un éxtasis para la hinchada local que vio como su equipo lograba empatar el partido a 3
Todo parecía destinado a que en la segunda parte el Hertha de Berlín impusiera su juego y acabaran llegando más goles a costa de un Werder Bremen tocado tras haber tenido oportunidades de adelantarse. Sin embargo, en diez minutos de partido, los transcurridos desde el minuto 67 al 77, se viviría algo parecido al éxtasis en el Weserstadion. Comenzó Bartels, que tiró de orgullo para finalizar una acción personal que acabó convirtiéndose en el 1-2 tras un disparo desde fuera del área. No tuvo tiempo la hinchada local de festejar el tanto que recortaba distancias porque cuatro minutos después, en el 71, Kalou remataría completamente solo dentro del área un centro puesto desde la banda derecha, atizando al Werder que veía imposible remontar el partido.
Tras esto llegaría el "momento Pizarro" que con sus 37 años sigue siendo demoledor. En primer lugar consiguió recortar distancias en el marcador desde los once metros gracias a una acción de Ujah que acabó siendo derribado dentro del área. Dos minutos después, un saque de esquina desde la parte derecha lo remataría el propio jugador peruano con la testa. El balón tras una parábola un tanto extraña acabó entrando en la portería llevando al éxtasis a su afición.
Pese a los intentos finales de uno y otro equipo finalmente el encuentro acabó con empate a tres y en general, un justo resultado tras los noventa minutos. El empate sirve al Hertha para aumentar su distancia en el tercer puesto aunque para el Werder Bremen este punto no les saca de pobres al seguir encontrándose en la zona de relegation.