Los dos equipos llegaban en un buen momento de forma, ya que ninguno de los dos conocía la derrota tras el parón invernal. Los locales, que poco a poco han visto cómo dejaban atrás los puestos de descenso a la segunda división, estaban cargados de ilusión frente a un Borussia Dortmund que tiene ganas de levantar un título esta temporada.

Borussia manda

No les duraría demasiado esta ilusión a los suevos puesto que a los cinco minutos de encuentro y tras una transición veloz y varios rechaces, el balón iba a parar a pies de Aubameyang, uno de los protagonistas del encuentro, y con la cabeza arriba sacaba un pase cruzado para que su inseparable compañero Marco Reus solo tuviera que rematar a gol. Era el cero a uno que encaminaba el partido para los de Tuchel y dejaba claro cuáles serían las premisas principales en ataque: velocidad y verticalidad.

Pese al dominio del Borussia Dortmund, el Stuttgart se mostraba peleón y ordenado, sin conceder demasiado en defensa y creando cierta inquietud en ataque a los defensores contrarios. Y lejos de venirse abajo con el gol encontra eran capaces de empatar el encuentro cuando Rupp, con un tremendo zapatazo desde la frontal ponía tablas en el electrónico del Mercedes-Benz Arena. El balón se envenenaba al tocar en un contrario y hacía inútil la estirada de Bürki (21').

Los locales celebran el 1-1. | Fuente: bild.de
Los locales celebran el 1-1. | Fuente: bild.de

Todo volvía a estar como al inicio del encuentro, pero el conjunto visitante no se conformaba, quería marcar, y para ello seguían machacando con sus rápidas arrancadas en tromba ante las que los defensas locales poco podían hacer. Primero daba el susto Reus cuando no llegaba por los pelos a un remate en puerta de gol, y pocos minutos después, recién pasada la media hora era Aubameyang el que recibía en la frontal y con un tremendo zurdazo colocaba el esférico junto al poste para volver a adelantarse en el marcador (31'). El gabonés era una pesadilla constante para el Stuttgart.

A partir de aquí y hasta el final del primer tiempo el Dortmund se relajó y optó por rodar el balón sin dejar que nadie más pudiera poseerlo. Llegaría el descanso, y tras las charlas en el vestuario el partido daría un vuelco.

Cambio de papeles con castigo final

La segunda mitad se tornó en dominio local. El Stuttgart, mejor plantado en el campo, merodeaba el área de Bürki y creaba todo el peligro que no había generado en el primer periodo. Aun así, se producían momentos de intercambio de golpes, en los que el Dortmund salía al contragolpe pero era incapaz de marcar, unas veces por su imprecisión, otras por los cortes providenciales de su defensa, que jugó a gran nivel, o por las meritorias paradas de Langerak, que volvía a los terrenos de juego precisamente frente a su ex equipo tras su larga lesión.

Mkhitaryan y Didavi disputan un balón. | Fuente: kicker.de
Mkhitaryan y Didavi disputan un balón. | Fuente: kicker.de

Aubameyang, Reus y Mkhitaryan copaban el protagonismo ofensivo de las avispas, y Kostic, Didavi y Rupp el del Stuttgart, aunque ninguno de ellos encontraba el premio pese a generar buenas ocasiones. Y cuando más volcado estaba el conjunto local y el empate se comenzaba a percibir en el ambiente llegó la sentencia del Borussia: Con todos sus rivales volcados al ataque, Aubameyang cazaba un balón en su propia mitad de campo e iniciaba una interminable carrera hasta toparse con la salida de Langerak, que veía impotente cómo el gabonés cedía el balón para que Mkhitaryan, a placer, la empujara a la red (89'). Era demasiado castigo para los de Kramny, que habían merecido más tras una gran segunda mitad en la que tutearon a uno de los grandes de Alemania.

Con este resultado el Borussia se planta en semifinales de un torneo que aspira a ganar, mientras que el Stuttgart solamente tendrá que centrarse ya en sus actuaciones de Bundesliga, cosa que por otra parte no les vendrá nada mal si quieren evitar los apuros de los últimos tiempos.