Eintracht y Hamburgo empataron en un partido en el que los delanteros de ambos equipos no estuvieron acertados de cara a portería. En la primera mitad, los visitantes supieron aprovechar los fallos de su rival en salida de balón para contragolpear, pero sus acciones no finalizaron con éxito. La segunda mitad estuvo más disputada, sobre todo cuando el partido se rompió por competo y ninguno de los dos logró acertar de cara a portería. 

Hamburgo sin puntería

Los dos equipos salieron al partido de una manera muy diferente. Mientras que los locales comenzaron muy bien posicionados, buscando un fútbol elaborado y de asociación, el Hamburgo pareció saltar con una marcha más. Adelantaron la línea de presión hasta la zona de inicio del rival, tratando siempre de tapar cualquier salida de balón, y en cuanto recuperaban el control de este, con transiciones rápidas, llegaban en pocos toques al área rival.

Con el paso de los minutos la posesión del balón se igualó bastante, aunque los locales seguían llevando la iniciativa. El Hamburgo se estaba encontrando muy cómodo en el partido, bien posicionado en defensa y esperando poder salir a la contra. Pese a tener el mando del encuentro, los ataques del Eintracht no conllevaban casi peligro, ya que no estaban logrando realizar ese último pase que conectara con el delantero.

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Con el paso de los minutos se comenzó a ver a unos locales necesitados de puntos más nerviosos, lo que provocaba que la seguridad de los primeros minutos desapareciera y comenzaran a fallar pases en zonas muy peligrosas.

El Hamburgo tuvo varias contras para haberse adelantado en el marcador

Mediada la primera mitad, un contraataque de los visitantes, dejó a Rudnevs en clara posición de anotar, pero su disparo salió muy centrado, lo que provocó la fácil parada del guardameta. Este fue el punto de inflexión desde donde el conjunto visitante se dio cuenta de los problemas del rival y como debería atacarles.

Los contraataques del Hamburgo se fueron sucediendo uno detrás de otro, gracias sobre todo a las pérdidas que estaban sufriendo los locales en el centro del campo con la salida de balón. A los pocos minutos de la anterior ocasión, Sakai contaría con otra muy clara, pero su disparo se marchó ligeramente alto.

A partir de ese momento, el encuentro se convirtió en un verdadero festival de contraataques en donde la defensa del Eintracht se estaba viendo superada una detrás de otra. Hasta el final del encuentro, Müller contó con otras dos opciones claras de anotar, pero sus disparos se marcharon fuera, lo que llevó a que el partido llegara al descanso con empate a cero.

Sin acierto

Mejor comienzo de mitad de los locales, que con la entrada de Seferovic por Hustzi, sumaron un efectivo más al ataque, para tratar de darle mayor dinamismo a este. Y lo consiguieron, ya que la primera acción de peligro llegó en el minuto cinco, tras un saque de esquina, en donde Hasebe disparó a puerta desde la frontal pero el balón se marchó fuera por centímetros.

Con el paso de los minutos, el encuentro fue entrando en una dinámica en la que las llegadas a ambas porterías se habían convertido en una constante. De hecho, los dos equipos contaron con una ocasión para adelantarse en el marcador, pero sus disparos salieron desviados.

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Mediada la segunda parte, el partido se rompió por completo, y el equipo que mejor provecho estaba sacando de ello era sorprendentemente el local, que cada llegada estaba significando una ocasión de peligro. Ninguno de los equipos estaba logrando darle un sentido al juego, lo que podía legar a significar, que cualquiera de los dos se aprovechara de un error del contrario.

En los minutos finales, el ritmo de partido pareció disminuir levemente, y los errores provocados dejaron paso a un juego menos especulativo, con mucho pase de seguridad y pocas acciones en profundidad.

Pero el marcador no se movió y el encuentro finalizó con un empate sin goles, en el que los dos equipos no estuvieron acertados de cara a portería.