Empate entre dos equipos que estaban necesitados de una victoria para lograr poner distancia entre ellos y los puestos de descenso. La primera mitad estuvo más dividida, con ambos equipos disputándose la posesión del balón y con un número parecido de llegadas. La segunda parte fue de dominio casi exclusivo de los locales que contaron con el dominio del juego, pero sus llegadas no tuvieron mucho éxito. Dos goles en los últimos minutos

Poco juego

En los primeros minutos del encuentro se vio un Werder Bremen con claras intenciones de llevar la iniciativa en el encuentro, con un juego muy elaborado y de mucha circulación, hasta que pudieran encontrar un posible pase a la espalda de la defensa. Los visitantes permanecieron durante estos minutos bien posicionados y tratando de no beneficiar este juego del rival. Esto llevó a que las primeras acciones de peligro fueran con acciones a balón parado.

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Pero cerca del minuto 15 llegó la ocasión más peligrosa hasta el momento en un contraataque de los locales tras un saque de esquina del rival. Junuzovic y Pizarro trataron de sorprender a la defensa rival, pero esta logró retomar con éxito posiciones defensivas, y el capitán de los locales no consiguió definir con un tiro a puerta, marchándose ese unos metros fuera.

Poco a poco, el Darmstadt comenzó a tener mayor presencia en el juego, llegando a encerrar al rival en campo propio durante algunos minutos. Bajo esta circunstancia llegaron las acciones más peligrosas de los visitantes y en una de ellas, una volea desde fuera del área, obligó a Wieldwald a emplearse para detener el golpeo.

El conjunto local comenzó a sacudirse la presión a la que le estaba sometiendo su rival, y en una gran acción en un saque de banda, logró adelantarse en el marcador. Rosenthal recibió un balón a la espalda de la defensa y puso en centro en el segundo palo, en donde se incorporó Yatabaré. El centrocampista realizó una dejada al punto de penalti en donde apareció Ujah, y con un gran movimiento disparó a puerta, anotando el primer gol.

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Este tanto no trastocó los planes del Darmstadt, que continuó buscando acciones sobre la meta de su rival. Y cuando apenas restaban un par de minutos para que el colegiado señalara el final de la primera mitad, una internada de Sandro Wagner en el área, terminó con el portero local derribando al brasileño, concediendo penalti. El mismo jugador fue el encargado de transformar la pena máxima, consiguiendo el empate, y mandando así el partido al descanso.

Final de infarto

La segunda mitad tuvo un comienzo similar al de la primera, con un equipo local que desde el inicio se hizo poseedor del balón, llevando la iniciativa en el juego. Esto provocó que el conjunto rival estuviera encerrado en campo propio durante estos minutos. Pese a esta circunstancia, el Werder no conseguía que sus acciones llegaran a crear peligro al portero rival.

Los visitantes no conseguían salir de la presión a la que le estaba sometiendo el conjunto del Bremen, y su primer acercamiento a las inmediaciones de Wiedwald fue en el minuto 60, con un disparo de Sandro Wagner que se marchó ligeramente fuera.

El Darmstadt comenzaba a tener mayor presencia en el partido, lo cual le había costado casi 20 minutos de la segunda mitad. Pese a ello su juego no era para nada preciosista ni de toque, sino que trataban de sorprender a una defensa rival volcada en el ataque, con acciones a la contra, tratando de explotar la velocidad de Wagner.

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Mediada la segunda mitad, el encuentro perdió cualquier tipo de rigor táctico, sobre todo  en defensa y los errores comenzaron a ser visibles. Este se convirtió en un ir y venir de una portería a otra en la que ninguno de los dos equipos lograba tener una ocasión clara.

El encuentro fue poco a poco enfriándose, debido sobre todo a continuas faltas por parte del Darmstadt, que hicieron disminuir la intensidad del juego local. En una de estas acciones, cuando apenas quedaban 10 minutos para finalizar el encuentro, los visitantes dieron la vuelta al marcador con un gol en una acción a balón parado. Sulu golpeó de cabeza un balón que despistó al portero rival y puso el segundo tanto para su equipo en el marcador.

Pero el Werder Bremen necesitaba los puntos y no se iba a dejar ganar tan fácilmente. Volvieron a asediar la portería del Darmstad, y tras varias ocasiones muy peligrosas, Pizarro logró anotar el gol del empate, con un cabezazo en un saque de esquina.

Con este gol se llegó al final de un encuentro que no sirve a ninguno de los equipos, ya que no consiguen poner distancia entre ellos y los puestos de descenso.